Cómpreme un periódico por favor
Sunday, 6 de September de 2009 por Ramón
Mi librero de cabecera ya no echa de menos el periódico impreso el día que le da pereza comprarlo en las vacaciones. Le sucede también a un alto cargo de un diario madrileño, que hace meses dejó de recorrer los quioscos como un drogadicto en busca del ejemplar no agotado. El hijo de un amigo preguntó un domingo a su padre: “¿Para qué compras todos esos periódicos si están gratis en el ordenador?”. El joven tiene 10 años. Es el lector de futuro.
Varias generaciones se están educando frente a una pantalla que ofrece cualquier respuesta, sea informativa o de ocio, sin abonar un euro por ello, excepto a la compañía telefónica de turno.
Los periódicos impresos de pago tenemos, al parecer, un serio problema a corto o medio plazo con los hábitos de los lectores potenciales.
Vuelvo a recomendar la lectura de la comparecencia de David Simon en una comisión del Senado de Estados Unidos en la que realizó un certero análisis de nuestros males. Simon fue periodista de The Baltimore Sun, salió de él en un paquete de despidos incentivados y hoy es coguionista y creador de la serie de televisión The Wire. Ha salido ganando.
Los gurús y muchos empresarios de la prensa se han abonado a las tesis más apocalípticas, e incluso ponen fechas a la defunción. En el sector cunde un cierto desánimo y se multiplican los Expedientes de Regulación de Empleo (ERES) y los contratos basura. Se esgrimen como causas de la continua caída de ventas la crisis económica y un Internet que no genera suficientes ingresos por publicidad. Pero se olvida una tercera: los periódicos son cada vez más previsibles y aburridos, presos del periodismo declarativo que las nuevas tecnologías lo convierten en obsoleto en dos minutos, desde el mismo instante en que el redactor de papel las reescribe, porque ya salieron por radio, televisión y en la web del propio periódico.
Un estudio sobre el diario The New York Times señala que el ejemplar impreso del domingo tiene una lectura media de 45 minutos, la misma cantidad de tiempo que dedica un lector de Internet todo el mes a la web del diario neoyorquino. La única defensa, de momento, es la calidad: un periódico repleto de historias por las que -como escribió el guionista de La sombra del poder- merece la pena mancharse las manos de tinta.
Esta cada vez más claro. Hay que pasarse a la novela de una vez.
Al periodismo no lo están matando las tecnologías de la información. Lo están matando los malos periodistas, preocupados solo por sus carreras, puestas al servicio de oscuros intereses o, sencillamente, ajenas a todos ellos. Tus artículos son un placer útil con olor a tinta o a chamusquina de la batería del PC; otros manchan solo con mirarlos en la pantalla del iphone
No hay nada como pasar las hojas de un (buen) periódico y olerlas…al igual que las páginas de un libro. Me niego a pensar que exista un mañana sin estos placeres….
De todas formas, estoy segura de que los buenos escritores nos seguirán alumbrando desde cualquier medio, ya sea en papel o ya sea en pantalla.
Saludos desde la calurosa sevilla^^
Entonces la ecuación es muy fácil: darse cuenta de que en la web se pueden contar historias igual de buenas e incluso más completas (con vídeo, sin limitación de texto, con posibilidad de fotogalerías y gráficos animados) que en papel.
El problema es un cúmulo de despropósitos: la falta de visión de los gerentes de los medios, la codicia de las empresas periodísticas y su ignorancia del papel que _deberían_ cumplir los medios, la ausencia de responsabilidad y de criterio, la penosa educación que ha producido una generación de lectores ágrafos y no lectores desinteresados, de ciudadanos acríticos… y es triste decirlo, pero el panorama de los medios en Internet tampoco ofrece, salvo honrosas excepciones, mucha esperanza…
Lobo, entre los apocalípticos está tu patrón. Los problemas de los periodistas no son nuevos, sólo que se han acrecentado con la crisis. El grupo de tu periódico para dar el salto al futuro, sin saber muy bien cuál es ese futuro pero en previsión de que esté marcado por los periódicos electrónicos, se dedica a la contratación masiva de informáticos y al despido masivo de periodistas. Cuando la bola no pueda rodar más comprenderá que tendrá que volver a contratar periodistas para que elaboren los contenidos. Yo estoy un poco cansado de que los periodistas seamos el plato de todas las mesas; porque abusamos de la autocrítica, algo que en otras profesiones es tabú y encima nos tacha de corporativistas. Yo he estado 7 meses en el dique seco y si no lo remedia un milagro (no creo en milagros) en un par de meses volveré al abismo, y aún así estoy convencido de que frente a los apocalípticos y enterradores los periodistas, la mayoría, seguirán haciendo su trabajo de la mejor manera posible en papel, en la red o en los dos soportes. Salud.
El papel es maravilloso porque se palpa, se huele, se ve, se siente. La textura de una hoja, de una cubierta de un libro, despierta en nosotros sensaciones que todavía no pueden generar las pantallas de un ebook o un ordenador. Hemos crecido con los libros y los periódicos.
Los niños de hoy nacen tocando la pantalla del ordenador , del móvil o del ipod y seguro que también les despierta sensaciones.
Podremos descargarnos libros desde google books pero aquel que necesitemos tocar, oler y ver su canto en la biblioteca, lo compraremos. Al final se editara a demanda.
Otra cosa son lo periódicos, porque si cuentan lo mismo los de papel que los digitales nos iremos a lo fácil, a lo que podemos adquirir con un golpe de tecla, sin salir de casa y a la hora que queramos. Los jefes de los periodicos se empeñan en decir que la crisis está en la publicidad (tanto en papel como en digital) lo que no se dan cuenta es que está en los contenidos. Muchos ya preferimos leer blogs como el tuyo a comprar el diario oficial de un lado o de otro.
El debate es amplio, complicado y confuso.
Estamos viviendo un cambio tecnológico-cultural brutal. A veces me imagino en el siglo XV como un copista horrorizado por esa nueva máquina que se llamaba imprenta que permitía hacer tiradas de libros y ampliar la difusión cultural.
Creo más en la convivencia de los dos formatos y sobre todo en los contenidos. Al final, lo que vale y lo que queda es lo que nos cuentan, sea ficción o realidad.
Ramón, me alegró mucho saber que te gustó la canción de Battiato, el disco entero es una maravilla. Fue un descubrimiento que me agrada compartir.
Nuria
Nuria, no encuentro Fleurs 2. Tengo el 1 y el 3
Precisamente ayer Roger Cohen se refirió en un Op-Ed del NYT a la influencia de las nuevas redes sociales sobre el periodismo. Y opina como tú, como yo, y espero que como cada vez más empresarios de la prensa.
NEW TWEETS, OLD NEEDS
Twitter is a formidable new tool for communication, but it is not journalism. In fact, journalism in many ways is the antithesis of the deluge of raw material that new social media deliver.
Artículo completo en http://www.nytimes.com/2009/09/10/opinion/10iht-edcohen.html?_r=1&partner=MOREOVERFEATURES&ei=5040
[…] Con ese debate en la calle, la realidad es que los quioscos aguardan noticias. Lo dice con acierto en su blog, Ramón Lobo: Los gurús y muchos empresarios de la prensa se han abonado a las tesis más […]