Final narrativo, empieza el trabajo
Thursday, 17 de August de 2017 por Ramón
A las cinco de la mañana del 17 de agosto he puesto el punto final narrativo a una novela que arrancó en Roma en el verano de 2010. Prometía rapidez y quedó varada a los pocos meses. Se redujo a una novela durmiente, casi fallida.
Entonces no lo sabía, pero necesitaba vomitar antes Todos náufragos, libro que algunos primos consideran un ajuste de cuentas cuando en realidad es el final de la guerra con mi padre, un encuentro tardío. Desde que lo acabé me siento en paz con mi madre, sin deudas. No desde una decisión racional sino desde los sentimientos. Resulta placentero.
El final narrativo dará paso a la fase decisiva: desbrozar, sacar la novela que está debajo de la hojarasca. Es un texto largo, cerca de 500 páginas. El trabajo es equilibrar, borrar, mejorar algunos personajes y las relaciones entre ellos, evitar contradicciones. Me gusta dejarme llevar en la creación y eso crea problemas graves en la edición, pero editar me encanta.
Sé dónde quiero ir, pero no cómo voy a llegar. Resulta fascinante asistir en primera línea al nacimiento de frases e ideas, giros inesperados que parecen dictados desde fuera, como si la novela se gobernara ajena a mis planes y deseos. Compensa un agosto sin vacaciones.
El libro tiene su play list. Son músicas que lo han acompañado en el proceso de nacer y crecer. Esta es la primera durante un aterrizaje en Mogadiscio.
Yo también sé dónde quiero ir… De momento a leer lo nuevo que has escrito. Gracias Ramón
Hola Ramón, te escuché hablar hoy en la sexta con relación a los atentados de Barcelona, no te conocía pero me gustó mucho tu forma de expresarte y todo lo que decías; la verdad es que hacía tiempo que no empatizaba tanto con alguien y me has caído fenomenal. Un abrazo y felicidades por ser así.
Debes tener ahora poco tiempo para quitar la hojarasca a tu narración. Tus intervenciones en la sexta son muy interesantes y claras con pocas palabras, aunque en estos temas tan devastadores, hay mucha gente que sòlo quiere oir lo que coincida plenamente con su opinión y prejuicios.
Gracias!
Hola Ramón, soy el que calificas en tu libro “Todos naúfragos” como uno de tus amigos de la infancia a los que la distancia separó cuando dejaste tu casa de María de Molina. En esa casa fué donde tu madre, a la que recuerdo con muchísimo cariño, me enseñó mis primeras palabras de inglés. Espero que te acuerdes de algunos de los buenos momentos que pasamos en tu casa y en la mía que estaba justo a la vuelta, en la calle que entonces se llamaba del General Mola. Me gustaría que tuviéramos ocasión de vernos en persona y recordar aquellos lejanos años de nuestra infancia, así que, si te apetece, envíame por email el tuyo o un número de telefono para poder contactar. Un fuerte abrazo
Hola Ramón, estoy verdaderamente conmovida a través de la lectura de Todos Náufragos. Asombrada, tanto en lo subjetivo como en lo analítico, del testimonio que ofreces. Es un libro que “despierta”, y eso sí que no es poco… En lo personal, nací en Argentina en una familia irlandesa y vivo en España hace años. Muchas gracias por mostrarme/acercarme tu relato acerca de este país en el que resido.
Hasta la próxima.