Doctor Dignidad
Tuesday, 22 de September de 2015 por Ramón
Últimamente me encuentro mucho con el doctor Luis Montes, lo que no sé si es una buena señal dado que su especialidad son los pacientes crónicos, es decir sin remedio. El PP de Madrid, el la Gürtel, la Púnica, y el Tamayazo (que no se olvide el origen de la señora impoluta), lanzó una campaña contra él por unas presuntas sedaciones ilícitas en el Hospital Severo Ochoa de Leganés. Le llamaron el Doctor Muerte porque, según ellos, practicaba la eutanasia.
Me gustan Montes y la eutanasia activa. Soy partidario de que se legalice en España como opción vital. Debería bastar la voluntad de una persona expresada ante notario para que llegado el caso un juez y un médico, vistos los deseos de candidato a difunto, le autoricen morir con dignidad.
Quiero tener derecho a decidir sobre mi vida en caso de un accidente que me deje vegetativo o una enfermedad que me consuma por dentro. Debo ser yo quien decida hasta donde quiero luchar. Tras robarnos la vida en decretos ley, que no nos roben también la muerte.
Eutanasia significa “buena muerte”; los recortes, “mala vida”.
Tenemos un miedo atávico a la muerte. No existe en Occidente una cultura de saber morir, de saberse marcharse. Morirse es lo más natural de la vida, es lo que le da sentido a todo. Lo esencial es hacerlo sin dolor.
Quiero dar las gracias a personas como Montes, por su fe en la vida. Ahora solo necesitamos políticos valientes, un oxímoron. Nunca entendí cuándo se separó el debate del aborto del de la eutanasia; por qué el primero nos parece un derecho y el segundo un anatema.
Recomiendo este majestuoso reportaje de Jorge M. Reverte: “Una muerte digna”.
Pues yo ni tan siquiera querria llegar tan lejos. Ni a tener que tomar morfina ni a tener que molestar a la familia. Aún soy más drástica en este tema.