Nochevieja entre vientos que enloquecen
Friday, 2 de January de 2015 por Ramón
Soplaba viento, algo natural en Tarifa. Allí no dicen “a ver con qué cara vengo mañana”; tienen una expresión precisa, pegada al terreno: “a ver con qué pelo vengo mañana”. El viento que no descansa vuelve loca a la gente, la desespera de tanto inflarla por dentro. En la playa, una decena de surfistas locos practicaba el Kite Surfing arrastrados por aires revueltos. Unos parecían peces; otros, pájaros. Por las calles pululaban vikingos rubios. Era un desembarco. Aún no cantaban las uvas de medianoche y algunos ya habían cambiado de año, quizá de siglo.
Visité el cementerio. Es necesario caminar la senda desde la carretera, nada de coche, para que nuestros pasos se sincronicen con el silencio de la muerte. Ninguna ánima cuerda es capaz de contar su historia desde el bullicio.
El señor Quique, el enterrador, pelo revuelto, como si en él habitase la mismísima Rosa de los Vientos, da las novedades. En el centro del camposanto, en dirección al mar del que vinieron, destaca un rectángulo verde coronado por unos postes blancos. Es una fosa común de inmigrantes ahogados. Perdieron la vida, el nombre y la esperanza. Tres pérdidas terribles. No rezo porque no soy creyente en ninguna religión, pero sí me emociono. Es mi forma de conectar. Al levantar la cabeza veo África y barcos que transitan el Estrecho surcando un viento de agua que riza las olas. Ahí debajo descansa un cementerio de olvidados.
El campo de los muertos sin nombre de Tarifa está cubierto de tréboles. Algunos tienen cuatro hojas, los de la suerte. Preside la fosa un mármol blanco con una leyenda: “En memoria de los inmigrantes fallecidos en aguas del Estrecho”.
En la zona de los nichos están dos inmigrantes con nombre: Yacouba Kone (Costa de Marfil; 17 de abril de 2013) y Hope Ibrahim (Nigeria; 19 de abril de 2003). Hope tenía siete años. Son musulmanes rodeados de cruces cristianas. La muerte es más generosa que los vivos.
Algunos dirán que esta es una manera macabra de despedir el año, pero a mí me parece la mejor: preñado de memoria. Feliz 2015.
Recordar a los que ya no están, es recordarnos la obligación de VIVIR, de recordar, de sentir, de amar. No me parece macabro. Me parece sensato, vital, realista y generoso. En Europa nos hemos enrocado ó encastillado en castillos de cristal. De tanto mirarnos el ombligo no vemos la vergüenza y las miserias de las concertinas, los barcos de refugiados abandonados a su suerte por la tripulación y por todos los que hacen negocio con los sueños de una vida mejor de tantos refugiados políticos y económicos.
Mi madre (85 años) hace años que se niega a comer pescado que pueda haber sido pescado en esa zona, porque dice que se alimentan de toda la desesperación de esos infelices que, como usted dice, han perdido lo que nos hace únicos: la vida, el nombre y la esperanza. Un/a “sin nombre” se desvanece sin mas. Ni siquiera queda trenzada en la memoria de otras vidas. Es el fin mas triste y solitario de todos los posibles. Sea cual sea el rito funerario: cremación, enterramiento, ser ofrecido a los buitres, se hace con una biografía, con una identidad, de acuerdo a tu cultura y la de los que te sobreviviven, para consuelo de éstos.
Gracias por recordarnos a todos los Yacouba y Hope anónimos y sus boulevard of broken dreams.
Preciosa foto y perturbadora entrada que nos toca esa fibra que nos hace humanos. Que sea bueno todo lo que nos pase en 2015 (mantra).
Yo, todos los años voy a visitar la tumba de mis padres en Navidad, depende del tiempo que haga voy bien sea el día de Navidad y si no es posible, el día de Año Nuevo.
No me produce ninguna tristeza, es una forma de compartir con ellos aunque sólo sea un minuto escaso toda esta parafernalia navideña.
Y, a pesar de que están donde están, todavía confío más en ellos que en cualquier otra cosa o persona viva y por eso les pido fuerzas para seguir aguatando las cargas que nos toca vivir, a cada uno la suya.
Es un momento íntimo y de acercamiento. Ahora eso es imposible en fechas como Todos los Santos, tantísima gente tantísimas flores parece el cementerio un parque temático, bullicio incluido. Prefiero que nadie se infiltre ni me disgtraiga en este íntimo acto que, unido a los dos kilómetros caminando de vuelta a casa, me producen un verdadero bienestar.
El amor después de la muerte
Desde 1982 Joe Dimaggio dejó de poner rosas rojas en la tumba de su ex – esposa. El amor después de la muerte es perecedero, pero eso no importa: la tumba de Norma Jean sigue siendo lugar de peregrinación . Cuando CBS/Fox video reditó su obra a principios de los 80, sorteó un viaje a Hollywood entre los monroéfilos que compraron la colección de 8 películas, la parada principal era el cementerio de Westwood.
Lo de las vallas nos pone a todos en el disparader, genera odio y ves que estamos en manos del diablo, parece que los vivos tengan envidia de los muertos ( asesinato de un policía en el metro Madrid, ayer por un emigrante suicida ) y estemos” cumpliendo” el tercer misterio de Fatima.
Excelente post, en el Norte de España los surfistas han salvado a muchas personas de morir ahogadas en un mar bravío.
Hermoso día hoy. En Alemania existe un movimiento xenófobo, Pegida – contra la islamización de Occidente -, que había convocado múltiples manifestaciones por toda Alemania. Me encanta que tanto la Iglesia Católica como la Protestante, en Colonia, optaran por apagar las luces de sus templos, en clara señal de desacuerdo con las convocatorias. Esta decisión no ha sido fácil, mas bien muy controvertida, y el obispo de Colonia ha sufrido ataques feroces por su decisión de n o ilumiinar la catedral. Sin embargo, TODOS han cumplido con su decisión política. Hermoso gesto. En Colonia Pegida desconvocó la manifestación al concentrarse solo 500 manifestantes. Los contramanifestantes superaban los superaban en una proporción de 5:1, Goleada total. Colonia es una ciudad muy especial. La primera en abolir la quema de brujas e, incluso durante el nazismo, una ciudad que sufrió menos víctimas en proporción a su tamaño. Algunos lo llaman karma.
Pero también en Stuttgart, al sur, el ayuntamiento se posicionó claramente contra Pegida, declarando que emigrantes y asilantes son bien recibidos. También los contramanifestantes eran mayoría.
En Berlin apagaron la iluminación de la Puerta de Brandemburgo y del “Alex”. No querían que nadie se apropiara de símbolos de la ciudad para intereses políticos partidistas y xenófobos.
En Dresde, donde se produjo la manifestación más multitudinaria de Pegida, incluso la empresa Volkswagen apagó las luces de su edificio más emblemático posicionándose a favor de una Europa abierta y para todos. También una revista satírica logró sembrar la duda respecto a la convocatoria de Dresde, en dos ocasiones comunicó la cancelación de la convocatoria, siendo recogido incluso por la versión digital de Der Spiegel (periodismo de becarios me temo). Aún así, fue la concentración más numerosa.
Resultado: agridulce. Pero lo que me ha encantado es el compromiso de los habitualmente tibios ante un problema muy grabe que asola Europa: la xenofobia.
En España la xenofobia es de perfil bajo, pero el rechazo al extranjero está. En Velilla de San Antón (Madrid), un alcalde ha autorizado el reparto de juguetes solo a niños españoles ¡¡¡¡¡porque somos una sociedad democrática!!!!!
Sin duda el claro posicionamiento de la canciller Angela Merkel contra Pegida ayudó a tomar las decisiones “institucionales”. También ella ha recibido muchos ataques por sus manifestaciones. Ainss, para una vez que coincido con ella…….
Yo veo más racismo contra los practicantes del islam, independiente del color de piel, de hecho el escritor top Michel Houellebecq acaba de armar una muy gorda con Sumisión, el capitalismo es cosa de cristianos blancos y la mente humana dicen cambió poquito en los últimos diez siglos, la guerra de Ucrania desasosiega más que las de Africa o Siria, por eso no hay imágenes. La opinión pública norteamericana nos obliga a los europeos y a Obama a un apoyo incondicional a Kiev.
Lo de las vallas no tiene un pase, de Tarifa salió Gisela Pulido, joven leyenda del Kite Surf
Fatídico día hoy.