Una gata siempre llama dos veces
Thursday, 15 de August de 2013 por Ramón
Ha vuelto la gata. Pasé el día preocupado: no me escribía, no me llamaba ni guasepeaba. Anoche pensé que podía tratarse de un animal abandonado en las alturas. Es raro, pero en estos tiempos nada resulta imposible. La tesis, que abriría la puerta samaritana, no se sostiene porque no ha aparecido durante el día. Debe ser de algún vecino nuevo, una expresión amplia de vecindad porque los tejados de la manzana están unidos. Somos una isla sobre Madrid.
Es posible que Jueves regrese el Viernes, como en la isla de Robinson Crusoe. Y el Sábado. Iré cambiando el nombre cada noche y cuando cumpla una semana la llamaré Calendario Pirelli. Solo para desmitificar.
Leo, escribo, escucho música, pienso, me tumbo en el sofá, no hago nada. Es estresante. Espero que pronto me llegue el alma desde Nueva York porque sigo con el sueño cambiado. Buenas noches.
Buenas noches:
Puede que influya el encontrar, también, ese Madrid vacío y vacacional. Pronto engrasarás la máquina. Dentro de dos semanas… Te deseo felices sueños
Los gatos no sólo persiguen algún ratón o bicho que anda por la casa, sino también sacan los espíritus malos que hay en ella.
El mío, de vez en cuando, se me acerca asustado, habrá percibido o visto algo no sé.
Amo los gatos también.
La gata ha encontrado una casa “con vistas” , con vistas a un señor sin alma de momento, que hace cosas tan raras como leer, escribir, tumbarse en el sofá. Está impresionada y su momento libre, seguro que le dejan “su espacio” lo aprovecha para observar con todo su descaro una casa con persona y cosas nuevas.