Me he despedido a mí mismo dos veces
Tuesday, 14 de February de 2012 por Ramón
Esta tarde me he despertado de la siesta con el dedo tonto y me he despedido a mí mismo de la empresa que no tengo. Mi yo de repuesto se ha quedado atónito al otro lado del espejo. ¿Por qué?, preguntó. Torcí el gesto a la derecha, que es por donde sopla el viento. Podía haber sido soez y responder: porque me da la gana, pero queda feo, poco liberal. O porque la ley me lo permite, un lenguaje más ajustado a la realidad. Cuando llevaba con el gesto torcido demasiado tiempo y me empezaban a doler los labios, he encontrado la réplica adecuada: te despido por baja productividad, por dormir la siesta. Mi otro yo ha protestado con un ¿cómo? largo, armonioso, seguido de una perorata exclamativa: si hacemos lo mismo, somos parte de la misma persona, tendrías que despedirte a ti también.
Me ha convencido y me he despedido dos veces. Montoro debería estar orgulloso de mi; ya me veo en los telediarios y en las tertulias.
Si esta situación se extendiera, dios todo poderoso no lo quiera, el INEM estallaría y pasaríamos de cinco millones de parados a cuarenta en un santiamén. Si esto sucediera estoy convencido de que el Gobierno quedaría también despedido.
Si España fuese EEUU o Alemania, donde los empresarios son mejores, visto el resultado, donde arriesgan, ganan o pierden, despiden y contratan… Si España fuese un país nórdico (mejor que EEUU y Alemania) estaría tranquilo con el decreto ley penal del viernes pasado. El problema es que España es España. Aquí no existen emprendedores, sino depredadores; no hay aventureros, sino especuladores. No hay inversores, sino personas que vacían la caja del día por la tarde-noche y se llevan los euros a casa, que pagan las nóminas si pueden y no se atreven jamás. El problema para muchos empresarios valientes, que los hay, es que España es España también para ellos y que su negocio depende de quién esté en el poder, en la comunidad, en el ayuntamiento o del listo con contactos que pasa por encima de los honestos, que campea con sus trajes no pagados limpio de justicia. El PP debería aprobar otra ley que nos permita despedir a los malos empresarios. Sería un buen comienzo, todos despedidos y a barajar de nuevo.
Del blog Y si nos quitan lo bailao?
Plas,plas,plas…aplausos…salvo lo de despedirme a mí mismo, al no tener una empresa, suscribo palabra por palabra
El riesgo no está en nuestros genes, malo para emprender, y el que emprende ni arriesga ni acepta propuestas arriesgadas de sus empleados…nuestro espíritu aventurero del Siglo de Oro se ha quedado en exclusiva propiedad de los pocos empresarios serios y de los chavales que han decidido decirle un Hasta Luego a España.
Como siempre, tienes más razón que un santo (perdona la expresión Españistana)
Buenas noches
Aqui se han llevado la pasta desde tiempo inmemorial pero no a casa han preferido las Islas Caiman como tontos que son.
Partidarios de esta modalidad han sido siempre los Condes, personal de realengo, aunque hidalgos tambien han convenido en saquear caja, cajas y administraciones. Lástima de Berlanga. La de pelis que hubiera dirigido en plano-secuencia sobre estos bastardos. Lo siento, ¿donde habré aprendido esa palabreja).
Una cosa más, antes de ponerme estupendo. Si hay una ley que permita despedirlos y sin indemnización. Se llama Código Penal pero se conoce y se aplica poco. Y cuando se hace, al cabo del tiempo, los ponemos en la calle, les compramos sus libros y les hacemos tertulianos. Una pena Ramón, una auténtica pena que no nos merecemos.
No soy la Ana anterior.
No entiendo que quieran facilitar la entrada a nuevos emprendedores si en muchísimos ayuntamientos ya hay un montón de expedientes y documentación, parada hace meses, esperando su aprobación, presentada por emprendedores que querían iniciar negocios hace tiempo. ¿Porqué no se agilizan los trámites para estos seguros y pacientes nuevos empresarios? Ah, claro, que esa piedra de su local no pega con la fachada…..Ah, claro, que la superficie del ascensor no cumple la legislación por 1 cm. cuadrado ……… Pero, ¿no era prioritario el empleo? Con esa burocracia no sirve para nada la voluntad de invertir y arriesgar.
Por cierto, ¿con cuánto te has indemnizado?
Vivir en la cuerda floja no es vocación de muchos. Y la cuerda floja está en muchos de los pequeños y medianos empresarios que están en continuo desequilibrio. Y no es que uno se caiga, es que a uno lo tiran.
Nunca entendí muy bien esa vocación. Nunca me despediré a mi misma. A mí siempre me han despedido y me despedirán otros.
De acuerdo con lo que dices. No obstante, reivindico la soledad y persecución fiscal a la que estamos sometidos los pequeños autónomos.
Yo soy una de las pequeñas emprendedoras que arriesga, se arruina y vuelve a ser emprendedora y vuelve a arriesgar, y vuelta otra vez, y otra vez y una y mil veces como muchos pequeñitos autónomos… que ya con 54 años miramos todo el día la cuenta para ver si hay dinero para pagar todos los gastos y alquileres de nuestro minúsculo negocio y pedimos prestado a la familia y lo devolvemos y lo volvemos a pedir prestado…. Nadie nos ayuda y desde luego, yo moriré trabajando pues jamás de los jamases contrataré a nadie. ¡Como! ¡si no me llega ni pa pipas! Sin poder ponerte enferma, sin paro… Solo pagar y pagar. Nosotros, no tenemos nada que ver con lo que se entiende por empresa y depredadores. Soy legal porque me pilló una prepotente, invasiba e impresentable subinspectora de trabajo pero sino… Seguiría en la economía sumergida y a mucha honra. Es lo que hay.
Como decían los de Gomaespuma: Dios aprieta y ahoga, y mucho.
Saludos y buena suerte para todos…
Creo que se perdió mi comentario no sé
La clase política nos ha robado algo mucho más importante y difícil de devolver que el dinero. Nos ha robado la credibilidad ante el mundo. Nos ha robadao la fé en nosotros mismos.
El día que nos despertemos con un poco de fé y de esperanza en los que están al frente de esta España nuestra, empezaremos a resurgir de este fango cada vez más pringoso en que nos vemos metidos.