Caen congeladores sobre Madrid
Thursday, 2 de February de 2012 por Ramón
Vengo seco, helado, siberiado, con la garganta quejosa, cansada. Hablé esta tarde y hablé demasiado, como siempre, quizá disperso. Por la mañana estuve dos horas con jóvenes, casi niños. Dos clases juntas. No sé qué efecto producen las palabras flotantes cuando se depositan en personas que no las esperan, personas distraídas, con la guardia baja. Libero palabras viajeras y viajadas, emociones de ida y vuelta, las que me salen de dentro y las que regresaron recargadas.
Cuando escribes no sabes quién lee, si es que alguien lee; no ves la cara, su expresión, los ojos, la sorpresa, la indiferencia. No escuchas su voz. Cuando das una charla tienes la respuesta inmediata: el lenguaje corporal, los gestos, el bostezo, la sonrisa. Esta tarde se levantó un hombre nada más empezar y se marchó con paso firme, demasiado firme, parecía airado, molesto; quizá iba a otra charla, quizá no iba a ninguna. “Libertad de expresión”, exclamé.
Los más resistieron. Gracias. Había universitarios sin esperanza, temerosos; personas asentadas, creciendo. Traté de ser optimista porque lo soy. Me niego a la melaconlía aunque me invada cuado escribo. Escribir es mostrarse, dolerse.
Creo que está En España la cantante portuguesa Lula Pena, mi favorita desde hace años. Me gustaría oler su música. Su canto está preñado de saudades, pero tiene luz, camino. Me gustan sus argonautas, parecen marinos, ecos, olas. Es jueves, casi viernes, caen congeladores en la calle. Echo de menos el miércoles; no por nada, solo porque parecía primavera. Buen fin de semana,
buena charla Ramón… algunas ideas muy interesantes… yo aguanté hasta casi el final… cuando me pareció que enredabas con todos y cada uno de los bancos españoles decidí huir, jajaja… me quedo con una frase: hemos aceptado dejar de ser ciudadanos para ser consumidores… con todo el respeto te dejo por aqui el link de algunas de mis fotos around the world, por si a alguien pudieran interesar. por cierto muy buena la recomendación de fronteraD yo soy muy ajeno al periodismo y lo desconocía por completo. un saludo y muchas gracias por tu interesante visión de las cosas. te seguiré por aqui.
http://www.flickr.com/photos/gazzano/page3/
Optimista tuviste que ser. Solo así se comprende que asumas la marcha firme de una parte del público como expresión de libertad…
Necesitamos más…
Hola Ramón. Esta tarde hubo mucho sentido del humor también. Tenía una pregunta que se me olvidó preguntar. ¿A qué país te gustaría ir para encontrar historias?
Pues se iría porque le depositaste palabras que no esperaba.
O porque estaba a punto de tener un ataque de tos y, siendo tímido, utilizó el paso firme para disimularlo. Pueden ser infinidad de cosas. Tal vez un SMS que le recuerda que no debería estar allí a esas horas sino en otro lugar. Algo imprevisto como por ejemplo un quejido intestinal.
Quizás no iba a guardar con mimo, en su recuerdo, tus palabras. Mejor que se fuera.
continúo… yo una vez me tuve que salir de una charla porque me dió un ataque de aburrimiento, ya antes de salir de casa, y cuando llegué al lugar ya no pude hacer nada para desconectar de ese previo aburrimiento. Nada que ver con el conferenciante, al que escuché con gusto en diferido.
Ayer estuve allí, en una conferencia que me asombró y cautivo desde el primer minuto. La verdad es que me esperaba otro tipo de charla, la típica en la que nos relatan un episodio de un viaje a un país lejano y como se las tienen que ingeniar para obtener información, pero ayer yo escuche algo más a parte de eso. Me sentí muy identificada por esa pasión por el periodismo, los viajes, por relatar historias cercanas, del día a día, por animar a la reflexión, por esa pausa que es necesaria para vivir en este mundo. Y salí más ilusionada si cabe (yo nunca he perdido la esperanza y por eso lucho y lucho y me levento en cada tropiezo que doy) por conseguir mi sueño, el llegar a desempeñar mi pasión y vocación, el periodismo. Puede que ahora no sea el momento, pero sé que algún día llegará. Asi que sólo me queda decirle: Muchas gracias!!
Buenos días Ramón,
yo soy una de las asistentes a la charla que diste ayer por la tarde, y entro en el grupo de los jóvenes estudiantes. Pues bien, a mi me gustaron tus palabras, y no porque quería que me dijeras lo que quería escuchar, al contrario. Fueron las emociones, experiencias y sensaciones vividas por ti. No hay mayor ilusión que esa.
Gracias, y espero leerte muy pronto.
aquí tambien hace frío mucho, si respiras profundamente se te congelan hasta las entrañas… casi no me da tiempo de leerte hoy, las mañanas de los viernes en las agencias son muy extresantes…aunque ahora menos que antes… que pena!!!
No me extraña que te guste Lula Pena. Parece que canta desde lo más hondo de su alma a lo más hondo del que escucha.
La búsqueda de interlocutor… Escribir y saber que leen, o al menos, imaginarlo. Aunque a veces, lo único que se necesita, es hablar solo, escribir, contarlo… sin saber si unos ojos, llegarán a estar algún día detrás. Quien sabe… pero en el fondo, al interlocutor, siempre se le espera.
🙂
“Libero palabras viajeras y viajadas, emociones de ida y vuelta, las que me salen de dentro y las que regresaron recargadas.” Me ha encantado.
Loboooooooo… te echo de menos….
Sí, los miércoles todavía huelen a primavera, parecen aún que son 17 de mayo, sobre todo si se da una conferencia a jóvenes, en su mayoría.
Ya sabemos que hay personas que no saben-quieren escuchar, pero no por ello vamos a dejar de querer-poder hablar, escuchar, silenciar o dejar pasar a la libertad expresada de cualquier forma(menos a las malas, todas las formas valen).
Es bueno recordar mayos cuajados de primaveras.