Des-aparecidos
Sunday, 4 de December de 2011 por Ramón
Los desaparecidos están aparecidos en cada fotografía de Gervasio Sánchez. Su desgarradora exposición de Zaragoza, que reune en una las tres de Madrid, León y Barcelona, es el resultado de años de trabajo, de mucho talento y de un gran compromiso ético. Los desaparecidos sobreviven en el recuerdo de cada familiar que se niega a olvidar; y en los periodistas y fotógrafos que denuncian lejos de cualquier complacencia con el poder político y económico. Recordar es mostrar la injusticia, el asesinato constante de la desaparición forzosa, el olvido y la cobardía de los vivos.
Regreso conmovido de la visión de unas fotos en blanco negro que son luz de memoria. Pasan otra vez y otra por mi mente, desordenándome, alzándome. Pienso en los más de 50.000 desaparecidos de España, que podrían ser el doble, y en la utilización política de un dolor que debería ser colectivo y honesto. Ni lanza ni silencio, solo justicia. Cada muerto sin nombre es una losa que nos impide caminar, presumir de libertad, de progreso, de democracia.
Miro esta foto de Potocari, en Srebrenica, donde hubo un genocidio en julio de 1995. y veo un Calvario: madre te presento a tu hijo. Cada año, el centro de identificación de Tuzla entrega a los familiares los cuerpos que regresan del mundo de los sin nombre. Vuelven dignos, cargados de apellidos y la cabeza alta.
En esta foto hay muchas fotos. Las mujeres del centro son mujeres que se salieron del Guernika convertidas en personas. Dos se cubren el rostro, una abraza el féretro y la cuarta lo toca. No parece un deudo; su gesto es de acompañamiento, una forma de compartir duelos. Es una foto de manos: siete manos que narran una tragedia colectiva, la de los muertos y sus familias, y la nuestra, anclados en una desesperante resignación que es solo el anticipo de otra matanza.
Es una foto de un abrazo, de la madre a unos huesos a los que se desea devolver la vida, volver a parirlos. De esta y otras fotos nacen mil palabras que deben ser gritadas, cantadas, fotografiadas, repetidas. Es la única manera de no ser cómplices. GRACIAS GERVASIO.
Muy bella reflexión, buen reconocimiento a un gran trabajo, lo comparto, gracias !
Recordar es mostrar la injusticia, el asesinato constante de la desaparición forzosa, el olvido y la cobardía de los vivos.
No somos nada sin recuerdos.
Cierto. Desolador.
Impresionante Gervasio, como siempre.
Saludos.
En cada foto una historia. En cada mirada, una pérdida. Las exposiciones de Gervasio son desgarradoras. Sales de ellas con una sensación de vacío e impotencia. Pero, a la vez, con la certeza de que solo la memoria hará que el futuro no se parezca tanto al pasado. Como todavía pasa. Al menos eso sentí la última vez, cuando deambulaba entre miradas, tumbas y huesos aquella tarde en la Casa Encendida. Después no puedes hacer como si no hubieras estado allí.
Saludos.
Graciñas! Que, por cierto, no quieren decir “gracias pequeñas”…
Muy bien Ramonlobo. Esa memoria está hoy aquí y mañana allí, que no halla olvido. Me encanta apreciar esa sensibilidad tuya ante las injusticias y también tus otras facetas de observador/narrador de lo cotidiano 😀
Inspirador alegato en favor de la recuperación de la memoria en España.
Hola.
Impresionante el dolor ante una pérdida injusta, una tragedia.
Pero una corrección a tu crónica. Te refieres a 50.000 desparecidos en España? Me imagino que vas por lo del supuesto robo de niños. Me parece que se trata de un asunto irreal e inexistente. Quizás por similitud a lo que pasó en Argentina se da por supuesto que aquí hubo ese problema. Quizás pudo haber algún caso aislado y concretísimo. Pero 50000 y que pueden ser el doble??? Yo trabajo en un registro civil, y te puedo asegurar que eso es practicamente imposible. Y para hacerlo se hubiera necesitado una red de tal calibre que habría dejado rastros y testimonios a miles. Y no hay nada de nada. Por si fuera poco, los años en los que se suponen, años sesenta, hubo un boom de natalidad en España, habían pasado veinte años desde el final de la guerra, y por tanto no el caso otros paises con hijos de represaliados o desaparecidos, no. En fin que no se puede jugar con la verdad, por favor.
Enhorabuena por tu blog.
Hola Ramon, soy Lurdes, afra Huelva, me encanta lo que haces y las fotos o lo que sea de cualquier valiente, como vosotros, tengo una vena rebelde ultimamente que me hace brotar lágrimas de rabia, pena y esperanza, creo que esta maldita crisis va a dejar semillas de un reencuentro diferente; creo que mis hijos van a conocer una realidad más real, sabes? lo prefiero, va a ser más dura, pero más justa, espero que muuuuchos estemos aquí para vivirlo. Un abrazo.
Ví el martes la exposición de Gervasio y en tu artículo recoges perfectamente mi sentir. Además tuve la suerte de poder conocerle y saludarle. Su trabajo es formidable y su tarea por hacernos llegar la verdad con sus reportajes, impresionante y vaya mi enhorabuena por ello y las gracias por remover mi conciencia dormida.