Quiero ser rico de verdad
Monday, 7 de February de 2011 por Ramón
Hay lunes en los que el carro está delante de los bueyes. ¿O son los bueyes los que se retrasan? Los lunes en los que el carro está mal colocado y no arranca los malditos bueyes se ponen a exigir un convenio colectivo y amenazan con una egipciada. Días así son para maldecir entredientes, beber vodka como un cosaco y pensar en Bob Geldof y en la única canción por la que se le conoce. Tiene mérito vivir de una canción. Es como vivir del cuento pero con melodía. Siempre soñé con ser rico, muy rico. Tuve un amigo del PCE -se creía jefe de célula- que nos llevaba en su coche hasta los límites de Puerta de Hierro, uno de los barrios más elegantes de Madrid compuesto de mansiones disimuladas, y nos decía: “Compañeros, aquí acaba la movilidad social”. Y era verdad: allí terminaba.
Tenerlo en cuenta desde los 20 años me ha ahorrado muchos problemas y ambiciones. Miro alrededor y veo amigos que se desgañitan, gente que se codea y pisa por los pasillos del metro o de la oficina para llegar a la nada, solo al cementerio como un prematuro sin arrugas.
Me hubiese gustado ser asquerosamente rico para no tener que trabajar para nadie, viajar adonde me diese la gana, escribir los reportajes más estrambóticos y comprarme después unas páginas de publicidad para publicarlo sin cortar una palabra.
Los no-demasiado-ricos se mueren por ser más ricos y se corrompen. Querer ser más rico conduce a la ambición sin medida, a la melancolía y a menudo a la ruina. Los ricos de verdad, los asquerosamente ricos, no acumulan, solo gastan, disfrutan, vacacionan, compran, no hacen nada de provecho pero lo se pasan pipa. Ser un rico de esos, de los que no han robado a nadie, solo un par de golpes de suerte, es que lo que quiero para mi prejubilación. (Abstenerse los Silvios)
Gastamos todo el tiempo en ganar un dinero que no podemos disfrutar por falta de tiempo y cuando tenemos todo el tiempo del mundo para gastar no tenemos dinero. Algo no encaja en esta organización económica y social.
Días de bueyes: lunes, martes, miércoles… El jueves ya empieza a clarear, a sonreír. Así es la vida: un búsqueda de excusas para ser feliz y optimista, aunque sea lejos de Puerta de Hierro.
Pues yo quiero ser Ramón Lobo y escribir lo que me de la gana.
“Ser un rico de esos, de los que no han robado a nadie”, ¿tú crees que esto es posible?, ¿no es una contradicción? No sé, pero mi abuelo Holofernes siempre decía que trabajando honradamente se podía incluso llegar a tener ciertos caprichos pero eso de ser rico, rico, rico… Decía que no podía haber tantos tontos (los no ricos) y tan pocos listos (los ricos). Y yo creo que mi abuelo era sabio aunque no aparezca en las enciclopedias. Y, además, era un hombre bueno.
Te dejo un cuento que escribió mi amigo Andriu en su blog NaDa PeRmAnEcE (http://www.nadapermanece.blogspot.com/):
En un pueblo de la costa mexicana, un paisano está, medio adormecido, junto al mar. Un turista norteamericano se le acerca y entablan conversación. El turista le pregunta:
—”Y usted, ¿a qué se dedica? ¿En qué trabaja?”.
El mexicano responde:
—” Soy pescador”.
—”¡Vaya, pues debe ser un trabajo muy duro! Trabajará usted muchas horas”.
—”Sí, muchas horas”, replica el mexicano.
—”¿Cuántas horas trabaja usted al día?”.
—”Bueno, trabajo tres o cuatro horitas”.
—”Pues no me parece que sean muchas. ¿Y qué hace usted el resto del tiempo?”.
—”Vaya. Me levanto tarde. Trabajo tres o cuatro horitas, juego un rato con mis hijos, duermo la siesta con mi mujer y luego, al atardecer, salgo con los amigos a tomar unas cervezas y a tocar la guitarra”.
El turista norteamericano reacciona inmediatamente de forma airada y responde:
—”Pero hombre, ¿cómo es usted así?”.
—”¿Qué quiere decir?”.
—”¿Por qué no trabaja usted más horas?”.
—”¿Y para qué?”, responde el mexicano.
—”Porque así al cabo de un par de años podría comprar un barco más grande”.
—”¿Y para qué?”.
—”Porque un tiempo después podría montar una factoría en este pueblo”.
—”¿Y para qué?”.
—”Porque luego podría abrir una oficina en el distrito federal”.
—”¿Y para qué?”.
—”Porque más adelante montaría delegaciones en Estados Unidos y en Europa”.
—”¿Y para qué?”.
—”Porque las acciones de su empresa cotizarían en bolsa y usted se haría inmensamente rico”.
—”¿Y para qué?”.
—”Pues para poder jubilarse tranquilamente, venir aquí, levantarse tarde, jugar un rato con sus nietos, dormir la siesta con su mujer y salir al atardecer a tomarse unas cervezas y a tocar la guitarra con los amigos”.
A lo mejor la cuestión no está en hacerse rico sino en tener una vida RICA que merezca la pena ser vivida.
Abrazos, Montse
Yo sueño cada noche con serlo! Y lobo si tu me ayudas puede q lo consiga! Solo tienes q hacerme un retweet con el q te voy a enviar ahora! Por fa hazlo! No te cuesta naaa!
Aun q me conformaría con la mitad d tu inteligencia y cultura!
Me encanta la canción que has puesto en el post. Y lo que dices está cargado de razón. A mi me gustan ciertos lunes, pocos, pero esos pocos son los mejores días del año. Saludos. Te sigo.
[…] This post was mentioned on Twitter by Ramón Lobo and Benjamín Piza Arrea, Eugenia Rodriguez. Eugenia Rodriguez said: RT @ramonlobo: Quiero ser rico: http://cort.as/0YNt […]
Pues si.
Ramon…la vida eres asy mismo como escrebes y tu sensibilidad de una riqueza que todos gustarian de tener. Abrazos desde de Brasil
Ramón hoy eres el segundo que me menta lo del carro y los bueyes. Y la verdad te digo que afortunado el que tenga bueyes y carro porque yo por ahora lo que tengo es el hazadón y unas cuantas fanegas de tierra ajena.
Árriba el ánimo y cuando seas rico de verdad, acuérdate de los pobres y de los campesinos sin bueyes. 😉
Un saludo
Ramón, ser rico como tú dices molaría, pero sobretodo por la libertad. Poder volar sin que nada te lo impida.
Por cierto, gracias por alegrarme cada mañana al abrir tu blog.
Un saludo desde el otro lado del mundo
….y lo peor de todo es que nunca se es suficientemente rico.
Hola Ramón! Creo yo que se puede ser muy feliz sin merodear por los alrededores ni entrar en Puerta del Hierro. De todas formas, a mí lo que me gustaría (estoy buscando un inversor) es probar que realmente el dinero no da la felicidad porque hay muchos rumores al respecto, pero no está comprobado científicamente. El resultado, con toda seguridad, sería un gran paso para la humanidad… 😉 Abrazo.
Hola Ramón, simplemente, me ha gustado mucho, mucho, mucho tu post de hoy. Para cambiar la canción y que tengas un poco de esperanza (de la que mueve el alma, no de la rubia que pisa en la comunidad madrileña), te paso otras dos canciones: “Friday I’m in love” (The Cure) o “Friday on my mind” (Easybeats).
Si no, como hiciera James Taylor en la isla de Formentara, podrás pensar en “Carolina on my mind” y aparcar los bueyes por un rato, al menos. Un saludo.
…la cosa es que yo de los ricos no me fio, la verdad, a no ser que sean de esos que les toque la lotería (sin trampas por detrás, que todo hay que decirlo). De los demás, ya te digo, ni un pelo; pero vamos, que no me quejaría si me tocara la lotería, palabrita.
Lobo, mi abuela decía que el que tenía mucho dinero no lo había conseguido de forma honrada. Se me ocurren muchos ejemplos en España sobre el origen de las fortunas. Lo de ser rico honradamente se me antoja imposible, siempre queda la posibilidad de heredar, supongo que de quien previamente lo ha robado. Ser decente es sinónimo de tontos, pero aquí es que de listos vamos sobrados. En cualquier caso si encuentras la fórmula para ser rico sin robar y pisar al resto, espero que la compartas. Salud.