El día en que se perdió un novelista
Sunday, 6 de February de 2011 por Ramón
Decidí ser periodista a los 12 años porque me gustaba contar historias. Hubiera podido decir: voy a ser novelista, más ajustado a mis pretensiones infantiles tras descartar las profesiones de bombero, misionero, torero y astronauta. Mi primera incursión en la literatura acabó bastante mal. Debía tener yo siete u ocho años. Acababa de nacer mi primera hermana y la atención mediática -familiar en este caso- se trasladó a la novísima. Una tarde mientras acompañaba a la muchacha encargada de las tareas domésticas le di la gran noticia: mis padres no eran mis padres; los auténticos habían muerto en un accidente de aviación en Venezuela, donde nací hace demasiados años. Estábamos solos: ella de pie, delante de la tabla de planchar; yo, sentado en el suelo junto al cesto de la ropa. Olía a olores perdidos. La chica escuchaba con los ojos húmedos. Animado por el efecto le narré detalles del hospicio de Caracas, los domingos de paseo con mis futuros padres-sustitutos, cómo estos se encariñaron conmigo y pelearon por tenerme, el viaje de regreso a España.
Cuando terminé mi primera novela hablada tenía a la chica en el bote. Entonces me falló la edad. La muchacha le dijo más tarde a mi madre: “Señora, no sabía nada de la trágica historia de Ramón”. Mi madre, sorprendida, le pidió detalles primero y le aclaró después las diferencias entre una mente calenturienta y la realidad. A la noche, mi padre, cansado tras una jornada de trabajo tal vez poco edificante, escuchó lo sucedido de labios de mi madre. No sé que manual de psicología pasó por su mente -ex militar y franquista-, pero me dio una buena tunda por mentir. Me fui caliente a la cama. Se perdió un novelista. Desde entonces prefiero leer las ficciones de los demás. Resulta más cómodo, pagas menos impuestos y no arriesgas la vida.
Lo siento, pero me gusta este tipo. Es parte de un tiempo posterior que sigue dentro de mi. Feliz comienzo de semana.
[…] This post was mentioned on Twitter by Ramón Lobo, Xan Codesido and Cristina Pérez Galán, Deborahlibros. Deborahlibros said: RT @ramonlobo Por qué no soy novelista: http://cort.as/0YD9 […]
Que coño, a mí también me gusta
Sabías que traduciendo todo tu texto al japonés salen unos únicos kanjis? KAMIKAZE VERDE. Voy a llamar a la Toyota qué seguro que la pava esa que habla inglés como los presidentes españoles conoce a algún ocultista qué nos lo explica 😛
Me ha encantado este escrito de una forma especial. Nada de riesgos, este es Lobo!!! Te ríes o le das?
Odio los teclados made in the dónde Cristo perdió la alpargata. No se puede escribir correctamente.
Esto no será una excusa para no publicar esa novela que llevamos tanto tiempo esperando ¿verdad?
Jo, qué pena! Estoy de acuerdo con el comentario anterior, de Chema. Que no sea esto una excusa para no publicar ese novela que llevas dentro….
He llegado a ti a través de un Tweet y estoy muy agradecida. Seguiré leyéndote.
Un abrazo y gracias
La pena es que, desgraciadamente, a día de hoy existen demasiados periodistas que se deben creer novelistas y lo que cuentan sí es de ciencia ficción…
Bonito post!!
Lobo, pero ganamos un buen periodista. Y qué quieres que te diga, eso es un bien escaso. Salud.
Una pregunta. ¿Lo he soñado, o esto ya nos lo habías contado antes?
Es para llamar a mi psiquiatra o no.
¡Me ha encantado!, gracias.