Roma, las iglesias y el tiempo
Sunday, 8 de August de 2010 por Ramón
La ciudad esfumada sigue de viaje. Vuela, gira, no termina de aterrizar en el lugar donde estaba la otra Roma. De la ausencia de los templos salen fieles con la cabeza gacha murmurando súplicas. En cada iglesia tienen miedo, pánico, de ser los únicos que extraviaron el templo de piedra y deben conformarse con el doble de tiza. Cantan letanías antiguas a las que añaden plegarias nuevas para obtener la reaparición de su mundo, de su escondite. En el río Tíber hay dos carteles. En uno se puede leer: “La Roma que voló”; en el segundo, “La Roma que regresará”.
A la situación del sábado se suma hoy la desaparición del tiempo. No hay minutos ni segundos. Solo el eco de un tic-tac vacío. No tengo pruebas científicas de lo que escribo porque los relojes dibujados en el suelo no dan la hora, pero el día se movió perezoso, si es que se movió. Me asomo a la ventana y veo una gaviota, siempre la misma. Grita, grazna o como se llame el idioma de las gaviotas. Le pongo música, una elegida al azar. Es de Lluís Llach, Si Arribeu, y la gaviota se pone a bailar sobre la cubierta de una terraza. Todo esto que relato parecerá un delirio, pero os aseguro que no es nada comparado con la ciudad real que en algún momento de finales de agosto caerá como una losa mortuoria sobre la ausencia de la ciudad hermosa y de ella saldrán cientos de miles de maldelman con cortaba y sotana y el discurso de pompa de siempre.
Me gustaría soñar una ciudad eterna y multiplicada que fuera inmune a tanta mediocridad.
Vuelve, Lobo. O la ciudad eterna te engullirá.
No logro imaginarme a la ciudad eterna como una ciudad fantasma.
Que hay de los turistas alemanes, aun siguiendo banderitas?
Un saludo cordial.
Recorrer Borgo Pío -una calle peatonal cercana al Vaticano llena de restaurantes y tiendas para turistas- en pleno agosto produce un auténtico shock. Normalmente por ella discurren cientos de turistas listos para comprar souvenirs demasiado típicos y comer una mala pizza (porque en esa zona la comida es cara y de muy dudosa calidad). Sin embargo, ferragosto extiende su influjo a las semanas anteriores y posteriores a ella y deja desiertos donde normalmente siempre hay bullicio. Conozco bien esa sensación… Impresionante.
Lo de Borgo Pío lo confirmo, es un abuso total, estuve un día y antes de recibir la cuenta ya sabíamos que nos iban a estafar, todos los demás turistas que allí había se iban quejando de lo mismo mesa por mesa antes que nosotros.
mi ciudad eterna es y sera estambul, la amo, la fotografia me la descubrio hace 3 inviernos,viajando solo con mi leica ,entre brumas y vapores , Estambul ese gran teatro gris ,entre los visillos de la habitacion del hotel veo esa silueta cansada y bella que recuerdo ahora en este verano con esta luz blanca y dura del levante que tanto me acobarda. sigo soñandote entre sudores y desganas.
pronto sera enero y mi leica mis carretes de blanco y negro,mis notas,recogidas durante todo el año, todo para mi regreso a la ciudad que chilla , que amo mi ciudad eterna.
Istambul, una de mis asignaturas pendientes.