Días de lluvia sobre lluvia
Friday, 19 de March de 2010 por Ramón
“Llueve sobre mojado”, dice el refrán. “El hombre mojado no teme a la lluvia”, responde el título del libro de Olga Rodríguez. Pero cuando salgo a la calle sólo veo gente que se encoje y protege. Me gusta mojarme, quizá porque hace muchos años, cuando mi coronilla empezó a clarear, escuché a alguien decir que la lluvia de primavera era buena para calvicie. Una idiotez, lo sé, pero el temor produce estados en los que se acepta todo. Es donde anidan las religiones y los nacionalismos; los crecepelos, también. Al regresar de Washington, donde viví casi dos años, un dermatólogo me mandó unas ampollas. Cuando fui a comprarlas a la farmacia y escuché el precio (14.000 pesetas de 1986; unos 75 euros actuales) respondí: “Entonces no, me llevo una caja de juanolas”. No mucho después escuché en la radio al juez del Supremo Federico Saenz de Robles: “Hay dos tipos de calvos, los que se han gastado un dineral y los que no han gastado nada”. Decidí ser de los segundos.
Aunque nunca me preocupó demasiado el pelo, excepto los primeros dos años, hay una cuestión de orden que aún me subleva. Cuando lo tenía aún vivía con mi padrer-militar y era él quien decidía los centímentros que separaban la imagen del hombre de la nenaza, y cuando me independicé ya no quedaba pelo que hacer crecer. Me dejé barba a los 20 años como protesta subterránea y por comodidad, que tampoco hay que exagerar. Como la guerra se había concentrado en los centímetros, mi padre no tuvo argumentos contra la barba. Sólo uno: “Antes la llevaban los señores, ahora los comunistas”. Mmmm, debí pensar. Buen argumento toca huevos. Cuando un día me la afeité para airear la piel unas semanas mi madre se llevó un disgusto. ¡Batalla ganada!
Pero escribía de la lluvia y decía que siempre me gustó sentirla y ahora que viajo sin chaleco antisentimientos, más. Debe ser una metáfora de mi disposición. ¿Otra batalla ganada?
Aquí estamos otra vez, mojándonos el culo: Eduardo Paz, José Antonio Labordeta y Joaquin Carbonell.
Muy buena la comparación del crecepelos con las religiones y el nacionalismo.
Escribo para comentar que hemos puesto en marcha una web sobre asuntos internacionales: http://miradasdeinternacional.wordpress.com/
Saludos
Me encanta que te guste mojarte..no sólo en esa superficie craneal..si no con lo que hay dentro de ella.
Lo más fácil es resguardarse, encogerse , lo díficil y arriesgado es “saber mojarse” así sin peluquines, gorras o chalecos.
Dejemos que la lluvia nos bese, nos cale… estamos vivos.
Si me dejas Ramón un beso ahí en esa pequeña, pero gran superficie .
Es Joaquín Carbonell.
Ramón yo amo el verano y el Sol, pero un poco de lluvia, sobre mojadísimo, através de tus palabras y sentimientos, que tanto dicen, cuanto más callan……..me parece genial.
Os dejo esta poesia de Pedro Casaldáliga:
TIERRA NUESTRA, LIBERTAD
Esta es la tierra nuestra:
¡la libertad,
humanos!
Esta es la tierra nuestra:
¡la de todos,
hermanos!
La Tierra de los Hombres
que caminan por ella
a pie desnudo y pobre.
Que en ella nacen, de ella,
como troncos de Espíritu y de Carne.
Que se entierran en ella
como siembra
de Ceniza y de Espíritu,
para hacerla fecunda como a una esposa madre.
Que se entregan a ella,
cada día,
y la entregan a Dios y al Universo,
en pensamiento y en sudor,
en su alegría y en su dolor,
con la mirada
y con la azada
y con el verso…
¡Prostitutos creídos
de la Madre común,
sus malnacidos!
¡Malditas sean
las cercas vuestras,
las que os cercan
por dentro,
gordos, solos,
como cerdos cebados,
cerrando, con sus títulos y alambres,
fuera de vuestro amor
a los hermanos!
(Fuera de sus derechos
sus hijos y sus llantos y sus muertos,
sus brazos y su arroz)
¡Cerrándoos
fuera de los hermanos
y de Dios!
¡Malditas sean
todas las cercas!
Malditas todas las
propiedades privadas
que nos privan
de vivir y de amar!
¡Malditas sean todas las leyes,
amañadas por unas pocas manos
para amparar cercas y bueyes
y hacer la Tierra esclava
y esclavos los humanos!
¡Otra es la tierra nuestra, hombres, todos!
¡La humana tierra libre, hermanos!
To blog or not to blog, that is the question
Hoy al atardecer me he ido a correr y me ha pillado una tormenta, joder que bien me ha sentado correr bajo la lluvia.
Hacia tiempo que no corría, pero mas, que no me mojaba.
Saludos.
¡Cuánta sabiduría! Religiones, nacionalismos, crecepelos y … racismos varios. Todos tienen su caldo de cultivo en el temor.
En efecto, son Joaquín Carbonell y José Antonio labordeta pero el tercero de los tres se llama Eduardo Paz. Un saludo.
Gracias, Juan Antonio