¿Quién se acuerda de ayer?
Friday, 19 de March de 2010 por Ramón
Hay cierto periodismo que no vive de la memoria, sino de la desmemoria, del quién se acuerda de ayer. Afortunadamente quedan las hemerotecas y gente que recuerda, como José María Irujo, un gran profesional. Conté una vez en este blog una anécdota que afectó a Carlos Bradac, también en Diario 16. Omití el nombre del director porque lo importante y revelador era la frase. Ahora creo que me equivoqué: es el mismo que ahora se apropia el caso Roldan y lo que caiga. Leído en el blog de Nacho Escolar:
Señor Director
El diario El Mundo publica una compaña de autopromoción publicitaria en la que se incluye un anuncio con una fotografía de Luis Roldán y un texto que dice lo siguiente: “Ultima hora. Luis Roldán nombrado ministro del Interior”. “Le podemos gustar más menos, pero sin El Mundo España habría sido diferente”.
Le recordamos que Luis Roldán fue cesado como director general de la Guardia Civil el 2 de diciembre de 1993 como consecuencia inmediata, única y exclusiva de nuestra investigación periodística publicada en Diario 16 y no por informaciones de El Mundo como usted se atribuye en el citado anuncio. El 23 de noviembre de 1993 publicamos en Diario 16 una información titulada “El patrimonio de Roldán se incrementó en 400 millones” en la que desvelamos todas sus propiedades. A esta información siguieron otras exclusivas hasta que nueve días después Roldán fue cesado en su cargo. Hasta el entonces presidente del Gobierno Felipe González reconoció en una entrevista que cesó a Roldán y no le nombró ministro del Interior a causa de nuestra investigación. Durante esos nueve días El Mundo no publicó ninguna información sobre Roldán por lo que no contribuyó de ninguna forma a acabar con su carrera política.
Promocionar su diario en una campaña publicitaria con el trabajo ajeno, en este caso con nuestra investigación en Diario 16, no es ético ni elegante y atenta a la deontología profesional más elemental.
Atentamente
José María Irujo y Jesús Mendoza
Ex periodistas de Diario 16
En el ámbito periodístico, como en tantos otros, la honestidad intelectual es, lamentablemente, un valor poco apreciado y se acaba elevando al altar de los referentes al listillo de turno que sin escrúpulo alguno hace suyo todo lo que encuentra a su paso. Es el resultado de una sociedad donde lo que prima es el protagonismo y la vanidad.
Buena esa costumbre de acudir a las hemerotecas, no renunciar a la memoria, y mejor aún la de “mojarse”
Lobo, por eso existe un desmesurado interés en renunciar a la memoria, es más fácil cambiar la historia. Salud.