Propuestas contra la molicie
Thursday, 14 de January de 2010 por Ramón
Un libro: Para aquellos que conmovidos por el terremoto quieran adentrarse en Haití, en su origen: El reino de este mundo de Alejo Carpentier, una joya como todo lo que escribió este cubano genial. Lo he leído dos veces, durante los años de Universidad en Madrid y en 1994, cuando estuve en Puerto Príncipe. La segunda vez tenía más sabor, parecía un texto mágico: las palabras abandonaban las páginas y se mezclaban con lo descrito, recargándose, antes de regresar a dormir donde el escritor las colocó. Para más lecturas haitianas os recomiendo esta dirección. De la época Duvalier: Papa Doc & The Tontons Macoutes de Bernard Diederich.
Una película: Vi en Roma en versión original la última versión de Sherlock Holmes. Es una película para pasar el rato, sin grandes pretensiones, en la que están todo el rato peleándose. Para los que vayan mucho al cine, puede ser una opción. Los demás es mejor que aprovechen el tiempo con otra película y esperen a que la pongan en la televisión. Los italianos, al menos los que me tocaron de compañeros en el cine, hablan mucho y se mueven demasiado. Debe ser esa inquietud colectiva que produce estar gobernado por quien están gobernados unida a la cercanía vigilante del papado.
Una canción: Esta mujer me encanta, y cuando lleva pelo, más. No es machismo, me adelanto a las críticas, es porque uno ama lo que no tiene. Sinéad O’Connor posee una voz espléndida y un talento descomunal que brota desde la primera nota. Este Thank you for hearing me (Gracias por escucharme; traducido para mis amigos que siguen luchando por aprender inglés) es soberbio. Resulta emocionante. Es una canción que os dedico a todos los que seguís este blog y sobre todo a los que tenéis la amabilidad de escribir comentarios, discrepantes o no, pero siempre educados, en los que compartimos propuestas, ideas y quizá cultura.
Una sonrisa: No hay muchos motivos estos días, pero El Roto, siempre encuentra un ángulo que ayuda a esbozar un rictus que podría parecer alegre y sobre todo obliga a pensar. Esta viñeta fue publicada el 12 de enero en El País:
Una frase: Hay una neoyorquina que me gusta: “Happyness is a decision”. Uno decide ser feliz y lo es por que sí, por encima de cualquier contratiempo, sean malos rollos laborales, desamores o amores, hijos o sobrinos. Un decide serlo y lo es sin esperar a la llegada de las razones.
Un inclasificable: Estos versos de Ítaca de Constantinos Caváfis, son una declaración vital:
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca.
Una reflexión: Si no hay esperanza en la llegada de Godot, ¿por qué nos empeñamos en pasar gran parte de nuestra vida esperándolo?
Siempre es un placer leerte Ramón.
¡Gracias!!!
Un verdadero placer leerte. Gracias por tus aportaciones.
Gracias por la canción, gracias por tus palabras que casi siempre me hacen aflorar sentimientos, pasiones y emociones, gracias por lo del facebook, gracias por existir.
Un abrazo, Montse
PD: Dices “Esta mujer me encanta, y cuando lleva pelo, más. No es machismo, me adelanto a las críticas” Joooo, me lo has quitado de la boca!!! De todas formas, como soy incorregible, te diré que quizá machista no pero tradicional, un poco, eh!!!! jajajaja
Me encanta todo. Hala, ya me puedo dormir tranquila con este buen repertorio. 😉
Ale, gracias y saludos a todos!
Gracias por las recomendaciones.
Quizás me esté precipitando porque puede que ya la hayas visto. En cualquier caso, si te apetece ver una película que es una pequeña joya, te recomiendo que vayas a ver Amerrika. A lo mejor peco de presuntuosa pero creo que te gustará.
Siempre es un placer leerte. En cualquier sitio, con cualquier excusa.
Planes y reflexiones para el fin de semana, gracias
Godot llegará, no lo dudes.
Una viernes más, gracias.
¡Qué bueno lo del pelo!, ni machista, ni antiguo, (que a todos no nos queda bien corto, Montse).
Esperamos a Godot por esperar. ¡Qué haríamos sin esperanza!.
Un poco miedo me dan tus recomendaciones de los viernes porque se producen casualidades constantemente, en los libros, en la música, en las poesías, justo ayer leía Itaka.
Buen fin de semana
n
Ramón, ¿discrepantes aquí ? Si sólo te decimos lo mucho que nos gusta todo lo que dices o te damos las gracias, como ahora yo, con tus propuestas para la molicie de hoy.
A tu amigo Enric González, a quien tanto encuentro a faltar, le preguntaron por qué no tenía un blog y contestó que él gratis no trabajaba. Incluso, me temo, que no le gustaban nada las entrevistas digitales, O sea que gracias a ti por partida doble.
Mi pequeña reflexión sobre El Roto, otro señor a quien amo desde hace la tira de años: es alguien que apenas concede entrevistas y la mayoría de sus admiradores no deben de tener ni idea de la cara que tiene, pero, sin embargo, pone la dirección de su correo electrónico. Un día de éstos igual le envío uno y le recuerdo un dibujo, muy cruel, que firmó como Ops en La Calle, una revista que duró poco y donde también escribía César Alonso de los Rios ¿o era el director?, a quien el tiempo no ha perdonado.
Gracias por la canción , y por hapiness is a decision, el roto , las reflexiones etc, etc, everything.
me encantó la frase
Ramón, me encantaron los versos de Ítaca. Sabiduría para tener en cuenta. Gracias!!
Ramón, muchísimas gracias por escribir un blog tan elocuente y por dar una lección de buen periodismo a los que más lo necesitamos.
Te sigo desde que viniste al Ceu a hablar de tus experiencias como corresponsal. Ignacio Blanco me ha transmitido una admiración por ti que sigo conservando.
Un saludo. Espero que vuelvas pronto a visitarnos.
Gracias por el regalo! yo te dejo otro: Madeleine Peyroux, “Dance me to the end of love”: http://www.youtube.com/watch?v=zORe5v2Z1rE
Con avidez llego hasta tus propuestas, ya sabes, cuadernito en mano.
Gracias, siempre o casi siempre.
También soy de las que cree en la vida, como dices en otro post, aunque a veces también me sienta traidora.
Y sí, yo decidí ser feliz, porque sí.