Cheney no sabe lo que es tortura
Thursday, 23 de April de 2009 por Ramón
Para el ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, lo que hizo en la noche del martes el defensa del Real Madrid llamado Pepe con el jugador del Getafe llamado Casquero no sería agresión continuada ni doble agresión. Se trataría sólo de un sistema defensivo intenso. Para tan importante señor, los interrogatorios con inmersión para que el detenido sienta que se ahoga y la utilización de perros de ataque en Guantánamo, Bagram, Abu Ghraib y otras prisiones secretas no son torturas, sólo interrogatorios límite. Mal asunto cuando una democracia empieza a adjetivar los sustantivos.
En un gesto infrecuente, Cheney ha criticado al presidente Barack Obama por permitir que se hicieran públicos cuatro memorandos (exigencia de un tribunal de California) con los que se dio marco legal a los métodos de interrogatorio de la CIA, que entre 2002 y 2005 sirvieron para obtener información de presos talibanes y de Al Qaeda llamados combatientes enemigos por este mismo sistema perverso de eufemismos y privados de todos los derechos, incluidos los de las Convenciones de Ginebra.
El general Michael Hayden, ex director de la Agencia Central de Inteligencia en los dos últimos años de la Administración Bush, también ha hablado. Él afirma que la publicación de dichos documentos “ofrece una ventaja táctica a Al Qaeda”. Este tipo declaraciones explican por qué en algunos libros de estilo -el de El País, por ejemplo- se recomienda no escribir servicio de inteligencia; se prefiere espionaje, servicio de información. Que la sabiduría está cara.
Cheney echa en cara al nuevo jefe de la Casa Blanca que no enseñe además otros memos que demuestran, según él, los resultados obtenidos en dichos interrogatorios límite. Para el ideólogo de los neocon, impulsor de la guerra de Irak y su catastrófica conducción militar y política que ha costado cientos de miles de vidas, el fin justifica los medios.
Este tipo de sonrisa ladeada, mirada de hielo y corazón parcheado hubiera hecho grandes migas con Augusto Pinochet y Jorge Videla, quienes después de todo sólo fueron productos depurados de la Escuela de las Américas y del pensamiento político de gente como Cheney.
Obama quiere “mirar hacia adelante”. Desea exonerar a los interrogadores de la CIA que actuaron por “obediencia debida” (dos palabras que tienen pésimos parentescos). Es una medida éticamente discutible y políticamente pragmática que decepciona por su rotundidad. Ante las primeras críticas, el presidente matizó: el fiscal general de EEUU, Eric Holder, podría procesar a los redactores de los memorandos, es decir a los abogados John Yoo, Jay Bybee y Steven Bradbury de la Oficina de Consejo Legal del anterior Departamento de Justicia. Gente de poca monta aunque se trata de un paso. Sería una muestra de la salud del sistema político norteamericano ver a los cerebros de este desatino sentados, al menos, ante una comisión parlamentaria.
Primeros pasos: un informe de 232 páginas elaborado por el comité de Servicios Armados del Senado, hecho público por el diario The New York Times, señala al ex jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, como uno de los responsables del entramado legal que permitió ejercer torturas sobre sospechosos de terrorismo.
En dicho informe se asegura que el clima que originó la aplicación de este tipo de interrogatorios límite procede del programa SERE (Survival, Evasion, Resistance and Escape), que creó el corpus ideológico. Se trata de un método extremo de entrenamiento para las tropas estadounidenses en técnicas de resistencia a las torturas enemigas.
Las guerras, como la II, se ganan desde la convicción de la superioridad moral de unos valores y un precio enorme en vidas. En esta difusa guerra contra el terror, ¿qué es lo que defendemos y cómo lo defendemos? Si no hay límites, ¿cuál es la diferencia entre los buenos y los malos?
La ex comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, que tuvo que dejar el cargo en 2002 por creerse su contenido (y por presiones de los neocons), alertó: “Nos pueden derribar unas torres y levantaremos otras más altas, pero si nos derriban los valores por los que hemos luchado tanto entonces la derrota será total”.
Cheney no sabe lo que es tortura…
(CyP) Para el ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, lo que hizo en la noche del martes el defensa del Real Madrid llamado Pepe con el jugador del Getafe llamado Casquero no sería agresión continuada ni doble agresión. Se trataría sólo …
Totalmente de acuerdo. Pero nosotros, al igual que todos los ejercitos del mundo tambien tenemos nuestro S.E.R.E.
Añadido al post:
Condoleezza Rice también aprobó las torturas, perdón los ‘interrogatorios límite’. Seguro que saldrán más nombres.
¿Cual es la diferencia entre los buenos y los malos? Es fácil: indiferentemente de los métodos utilizados por cada uno, los buenos son los que ganan y los malos los que pierden. Que por mucho que nos horrorice lo que ahora sabemos que hacen, tengo la convicción que lo llevan haciendo desde siempre, todos los gobiernos, en todas partes, en mayor o menor medida. Sólo que mientras se gana, el malo es siempre el otro. Y si los republicanos hubieran ganado las elecciones, ahora no nos estaríamos haciendo estas preguntas.
La verdad es que me choca seguir leyendo que Videla y Pinochet solo fueron productos de la Escuela de las Americas. Vale que EEUU tiene su parte de responsabilidad, pero Pinochet y Videla son producto de las oligarquias locales, que en el caso argentino, como en el de la mayor parte de los paises latinoamericanos, históricamente no necesitaron nunca a los norteamericanos para hacer esa cosas. El chileno es un poco mas complejo, me resulta mas dificil de deiagnosticar.