Recuerdo con cariño Níger: fue el viaje que me sirvió para dejar de fumar. Volé desde París con la decisión de abandonar los dos paquetes diarios de Camel con filtro. Al llegar al aeropuerto de Niamey me recibió Juan Carlos Tomasi. Había aplazado su regreso a casa con el objetivo de preparar juntos un reportaje para el EPS, la revista dominical de El País. Queríamos comparar los dos extremos de la lista del Programa de Naciones Unidas (PNUD) sobre desarrollo humano, que mide cada año el índice de calidad de vida. A Ignacio Vidal-Folch le tocó Noruega; a mí, Níger. Estoy convencido de que ambos celebramos nuestra suerte: poder contar algo en cualquier parte del mundo. Pactamos con el EPS aspectos comunes: había que describir la vida cotidiana, el acceso al agua y a la educación, la sanidad y el ocio. Llegué a Niamey con la decisión de no fumar más y me encontré en una casa de Médicos Sin Fronteras en la que todos los médicos fumaban sin parar. Resistí y aún resisto.
El resultado estuvo bien: Níger, infierno en el Sur (11-12-2005).
En el mismo viaje, Juan Carlos y yo visitamos Agadez, ciudad de arena a los pies del Sahara y puerta de la inmigración que sueña con una vida mejor: La ruta de los desesperados hasta la verja de Melilla. Miles de emigrantes, subidos en vehículos atestados, cruzan Níger en su peligroso viaje por el desierto hacia España e Italia (31-20-2005).
[…] sentido debilidad por los corresponsales de guerra y hoy, por casualidad, estaba leyendo el blog de Ramon Lobo , periodista que en 17 años de profesión ha estado en Irak, la antigua Yugoslavia, Palestina, […]
Excelente reportaje el de Níger. Me ha gustado tanto que no he podido evitar hacer un pequeño y modesto homenaje en mis dos blogs
http://www.masterdeinternet.com/monica/
http://monicafernandez.wordpress.com/2009/03/11/el-cuarto-poder/
Mi admiración se queda corta en palabras. Gracias.
¿Qué aprendiste durante el viaje que relatas en “Níger, infierno en el Sur”?
Lo acabo de leer y, aunque leo muchos artículos similares, me ha impactado mucho. Creo que por tu sencilla y contundente forma de narrarlo.
Dudo entre dejarme arrastrar por la desesperación de nuestra (¿en ocasiones?) ruin condición humana o por la sencilla aceptación taoísta de nuestra naturaleza.
Ramón, gracias por compartirlo.
Aprendo de cada viaje de la gente, de su dignidad. Gracias por leerlo
Muchas gracias por tu reportaje. Estoy haciendo una investigación sobre la crisis política actual de Niger y es como si el país no existiese. Ya no es el último país en el informe de desarrollo humano de la PNUD, están en el puesto 174 de 179. No sé si porque han avanzado 5 puestos o porque otros países han retrocedido… Después de 4 años el gobierno sigue negando que haya hambre, expulsa y pone trabas a las ONG que trabajan allí. Ahora el Presidente ha disuelto el Parlamento y quiere cambiar la constitución para permanecer en el poder. Sin embargo, aquí nadie dicen nada, nadie sabe que eso esté pasando, pocos saben dónde está Niger.
Por más que busco e investigo no encuentro fuentes, investigadores, historiadores especializados, medios que hayan recogido la notica… Es algo que, salvo a las ONG, no interesa. ¡¿Por qué?! ¿Por qué estos muertos y estos conflictos no tienen importancia?