Gaza, cuatro actos y un mal epílogo
Tuesday, 3 de March de 2009 por Ramón
Primer Acto: Israel, el aliado más importante de Estados Unidos en Oriente Próximo, utilizó el armamento suministrado por Washington para bombardear la franja de Gaza durante 22 días (del 27 de diciembre al 17 de enero) sin que el Consejo de Seguridad, donde se sienta EEUU con derecho de veto, adoptara resolución alguna. El motivo oficial de la ofensiva Plomo Sólido fue poner fin al lanzamiento desde Gaza de los cohetes Qasam del movimiento islamista Hamás, que desde junio de 2004 han causado la muerte de 16 civiles, según el Ministerio de Defensa israelí. Resultado de la operación militar: 1.200 palestinos muertos, 412 de ellos niños, y una amplia destrucción: 14.000 viviendas, 219 empresas y 240 escuelas, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Por parte israelí murieron 13 personas, tres de ellas civiles. Se calcula que el 15% de los edificios de la franja de Gaza resultó dañado o destruido. Bastantes de esas construcciones, como el del Parlamento, nada que ver con la estructura militar de Hamás sino con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), fueron levantados con dinero de otro aliado de EEUU e Israel, la Unión Europea. Al parecer uno paga para construir y el otro para destruir. Debe ser lo que los economistas denominan flujo de capitales.
Segundo Acto: el Gobierno de coalición de Israel formado por el centrista Kadima y el Partido Laborista, que pertenece a la Internacional Socialista, perdió las elecciones de febrero pese a su extraordinario esfuerzo bélico por ofrecer una imagen de Ejecutivo firme, duro y capaz de garantizar la seguridad a sus ciudadanos. Su primer ministro, Ehud Olmert, investigado por cuatro casos de corrupción y que la policía considera que debe ser procesado por aceptar dinero indebido, es el mismo que fracasó con estrépito en la guerra de Líbano de 2006 contra Hezbolá. El vencedor de los comicios, Benjamin Netanyahu, líder del partido derechista Likud, rechaza la creación de un Estado palestino. Para gobernar necesita el apoyo de la extrema derecha xenófoba (Lieberman) y de los partidos ultrarreligiosos.
Tercer Acto: Estados Unidos y sus aliados se reunieron ayer en Sharm el Sheik (Egipto), ciudad balneario situada a orillas del Mar Rojo, unidos bajo el ambicioso título de conferencia de donantes. El Gobierno palestino (ANP), presidido por Abu Mazen, que es como todo el mundo llama en Oriente Próximo a Mahmud Abbas, pidió 2.000 millones de dólares para la reconstrucción. Pese a la crisis económica, los donantes se sintieron generosos y aprobaron ayudas por valor de 4.419 millones de dólares en dos años. Arabia Saudí aportará 1.000 millones: el EEUU de Barack Obama, 900; la UE, 440. Incluso España, que pondrá 180 millones de euros. Pero este dinero tiene letra pequeña: debe gestionarlo la ANP de Abu Mazen y no Hamás. Problema de la letra pequeña: Mazen no manda en la franja de Gaza; es más, ni siquiera se encuentra allí ni ejerce ningún tipo de autoridad desde que perdió el control del territorio en junio de 2007 después de que la ANP, Israel, la UE y EEUU impidieran gobernar a Hamás, que venció en las elecciones del 26 de enero de 2006.
Cuarto Acto: Israel, el Gobierno aliado de Estados Unidos, tiene nuevos planes urbanísticos: construir 73.000 casas para judíos en Cisjordania, que es el territorio militarmente ocupado a los palestinos y sobre el que en teoría gobierna Abu Mazen, el palestino bueno, favorito de la llamada comunidad internacional. La denuncia procede del movimiento pacifista israelí Peace Now. Si se llevaran a cabo estos planes se duplicará el número de colonos que viven alrededor de Jerusalén Este. Más de 400.000 se asientan en los territorios capturados por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967, pese a que la resolución 242 de Naciones Unidas exige su retirada desde hace 41 años y que como la mayoría de las referidas a Israel no se han cumplido.
Epílogo: el lema de Paz por territorios que iluminó la Conferencia de Madrid en 1991 se está quedando sin territorios y sin paz. Igual que la jaleada Conferencia de Annapolis de noviembre de 2007 se ha quedado sin contenido, si es que alguna vez lo tuvo más allá de la propaganda de la Administración Bush. Según informó ayer The Guardian: Israel podría enfrentarse a una demanda por crímenes de guerra en la Corte Internacional de Justicia. Ningún problema porque no la reconoce.
Lectura recomendada: Gaza, ¿real o postizo? del historiador judío Ilian Pappé.
¿Cuatro actos elevados a qué potencia? Si sólo fueran cuatro no habría casi ni qué escribir. Qué desesperanza.
[…] futuro queda, de nuevo, hipotecado, como los 3.500 millones de euros comprometidos en ayuda. Pendiente está aún la formación de un nuevo gabinete en Israel, presidido por el muy derechista Netanyahu y que necesita del apoyo de la extrema derecha […]
[…] Más En la boca del lobo […]
Gaza, cuatro actos y un mal epílogo…
Israel, el aliado más importante de Estados Unidos en Oriente Próximo, utilizó el armamento suministrado por Washington para bombardear la franja de Gaza durante 22 días… El motivo oficial de la ofensiva Plomo Sólido fue poner fin al lanzamiento…
Lo más probable es que ese dinero no ayude en nada a resolver el problema que tienen los palestinos. Ese dinero es para los carceleros, Abu Massen y sus gentes, pero para el pueblo no llegará nada. Todos los procesos de paz han sido en valde, han sido teatros donde personas enchaquetadas firmaban papeles ya mojados de por sí. En los procesos de paz diría más, los palestinos siempre han perdido. Y todo este dinero es para lo mismo, para comprar a unos pocos y vender las tierras de los pobres. Viva palestina libre. Abajo la ocupación israelí.
Mientras el resto del mundo mire, como si de una pelea de patio de colegio se tratara. Aquí no habrá nada que solucionar.
Primero hay que actuar y luego ya discutiremos quien tiene razón…
Europa fracasa una vez más.
Un saludo.
genial el artículo. pero ya podías ponerle una licencia libre para que lo pudiéramos reproducir en otros blogs 🙂
enhorabuena por el blog!
Medusa