En diciembre de 2004 mis jefes me propusieron ir a Israel para cubrir las vacaciones navideñas de Ferran Sales, nuestro corresponsal en Jerusalén, quien llevaba meses sin apenas descanso en una zona compleja que produce información importante casi a diario. Hay ciudades que por su historia tienen un eco especial, una resonancia mítica, y Jerusalén (como Bagdad, Damasco y Samarcanda entre otros) es uno de ellos; quizá, el más importante, pues de ahí procede la ideología religiosa que produce nuestra cultura y nuestra incultura.
Siempre quise ser corresponsal, pero nunca tuve la oportunidad. Siento envidia de ellos: viven años en un mismo lugar y tienen el privilegio de profundizar en las fuentes, en la información, de entender las corrientes subterráneas que la mueven, los contextos que pedía el maestro Ryszard Kapuscinski. Pueden contar un país o una zona a través de muchas teclas: política, economía, sociedad, cultura, deportes… El enviado especial es un paracaidista que si tiene oficio y, sobre todo, mucha suerte podrá intuir algunas de las claves sin errar demasiado en el blanco. Cuando concluyo un viaje, me queda la sensación de que regreso cuando empezaba a comprender. A cambio, los enviados especiales tenemos variación y adrenalina, porque produce mucha el miedo a no enterarse de lo que pasa.
En este viaje a Israel traté de combinar el recortaje (un género a mitad de camino de la crónica de agencias y el reportaje al que todo enviado especial y corresponsal se ve obligado a acudir) con el auténtico reportaje. Hablé con decenas de judíos y palestinos, gracias a ellos pude regar las noticias de un poco de contexto, personalizarlas en el enfoque, que es en el fondo, nuestro trabajo: contar desde tu mirada.
Este fue el resultado: Cuatro soldados israelíes mueren en el mayor ataque tras la muerte de Arafat y una columna de apoyo: Barguti anuncia su retirada de la campaña palestina (13-12-2004). Israel lanza una operación contra los túneles palestinos de Gaza (14-12-2004). Egipto e Israel refuerzan sus lazos con un acuerdo de libre comercio (15-12-2004). Los grupos palestinos radicales rechazan detener la Intifada (17-12-2004). El Likud y los laboristas pactan un Gobierno de coalición en Israel (18-12-2004). Al menos 11 palestinos mueren en un ataque del Ejército israelí en Gaza (19-12-2004). El líder laborista exige un cambio legislativo antes de formar un Gobierno de unidad israelí y en columna: Escaso apoyo a la democracia entre los jóvenes israelíes (20-12-2004)…
Y poco a poco, un reportaje: Palabras sobre el muro israelí (20-12-2004).
Tras la alegría, más recortaje: El Consejo de colonos llama a la desobediencia contra el Plan Sharon (21-12-2004); Blair convoca una cumbre en Londres para apoyar la democracia palestina (23-12-2004) ¡Qué traicioneras son las hemerotecas! ¿Tony Blair? ¿No sé dedica ahora a no sé que Oriente Próximo? Los palestinos votan en las elecciones locales como preludio de las presidenciales de enero (24-12-2004). Belén, Natividad, auque no soy creyente, sentí emoción: El favorito a suceder a Arafat exige el fin de la ocupación israelí (26-12-2004). Israel aprueba medidas para facilitar el voto en las elecciones palestinas (27-12-2004). Y el gesto de buena voluntad: El Gobierno israelí libera a 159 presos palestinos (28-12-2004).
La actualidad se desplazó a Indonesia, Tailandia y Sri Lanka, víctimas de un brutal tsunami que movilizó a la prensa occidental, escasa de noticias en aquellas fechas navideñas. Y además había blancos entre los muertos. No se trata de una frase cínica, es la realidad: basta con mirar las pateras que llegan a Canarias. La célebre foto de Javier Bauluz en Tarifa que tanto molestó (y ayudó) a Arcadi Espada (en la promoción de su libro), era la metáfora más perfecta.
Un segundo reportaje: Azzum Atme, una aldea palestina entre dos muros (29-12-2004) y despedida del año: Sharon y Peres cierran las negociaciones para formar un Gobierno de coalición en Israel (31-12-1004).
Era una de mis historias soñadas antes de viajar y me encontré con la sorpresa de los pueblos inexistentes: Ein Hud, un pueblo palestino fantasma (03-01-2005). El líder palestino Abu Mazen califica a Israel de “enemigo sionista” (05-01-2005). Ya con Ferran Sales de regreso en su corresponsalía, nos repartimos una serie de reportajes previos a las elecciones. Me tocaron dos: Los palestinos ganan la batalla demográfica con su apoyo de Los 19 hijos de Lafiti (06-01-2005) y ya en Gaza: Hamás mantiene una tregua de hecho con un apoyo: La noche pertenece a los jóvenes de Hamás (08-01-2005).
En víspera de las elecciones palestinas, Carmen Secanella, fotógrafa del diario que había encontrado en los muros pintarrajeados de Jerusalén y colaborábamos desde entonces, fuimos retenidos unas dos horas por un grupo armado disidente de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa. Tras cinco minutos en los que todos los enmascarados se gritaban entre sí con un arma en la mano, lo peor fue el pésimo café que nos dieron. Prisioneros en Gaza (09-01-2005). Traté de rebajar el protagonismo, pero a algunos no les gustó. A otros, como Juan Varela, un poco más: RL cuenta su secuestro.
Un viaje exitoso debe producir un reportaje especial. Me pareció que este lo era: ¿Es posible la paz? (09-01-2005) aunque me gustaba más el título original: Grietas en el muro. La última crónica antes de salir de Gaza y regresar a casa: Gaza vota con ilusión el cambio (10-01-2005). Los presos palestinos esperan la libertad tardó tanto en publicarse que salió en data, aunque se realizó en Gaza (31-01-2005).