La mirada de Rajoy al diputado-rasta
Thursday, 14 de January de 2016 por Ramón
Tenemos una tendencia nacional a lo vacuo. Resulta más fácil escandalizarse por los trajes de unos reyes magos que por el saqueo de la Sanidad Pública, buscarle las vueltas al bebé de Carolina Bescansa que denunciar la desigualdad de la mujer o la pobreza infantil. Somos un país con las preferencias averiadas.
Era importante que los nuevos diputados marcaran diferencias estéticas y de contenido desde el minuto uno, pero no estoy seguro de que Podemos eligiera la mejor puesta en escena. Algunos medios se quejan de un supuesto espectáculo obviando espectáculos mayores, desde las broncas de patio de colegio al infame voto a favor de la guerra de Irak. Lo grave es el diputado comisionista.
La teatralidad es esencial en política, pero resulta más efectiva si parece natural. Por eso me gusta la foto de Alberto Rodríguez, el diputado-rasta, dirigiéndose a votar ante la mirada atónita de Rajoy. Es un buen símbolo de la entrada de aire de la calle y del final del imperio de la corbata.
El error fue sobreactuar contra el PSOE y C’s, hablar de búnker. Las diferencias son ahora parte del juego prenegociador, que luego viene “el digo, diego”. Es esencial asumir que la campaña ha terminado. A Podemos no le conviene parecer que ha empezado otra.
Al Mariano le interesa volver a votar
Si se repitieran las elecciones en mayo habría un ganador: Mariano Rajoy, cuyo partido recuperaría parte de lo prestado a C’s. Sus votantes más críticos sentirían que han ajustado cuentas y pueden regresar al redil marianista. Rajoy ha hecho sus números y sabe lo que le conviene, pero de momento debe aparentar lo contrario: un esfuerzo para formar Gobierno y que el PSOE pague su fracaso.
Podemos está en una win-win situation, es decir, haga lo que haga, gana. Pero esto tiene sus límites. Una repetición electoral puede colocarle delante del PSOE, pero ¿de que serviría si el PP obtiene 150 escaños y C’s 12? ¿Creen que el PSOE les facilitaría el Gobierno? Sería demoledor proyectar en el votante de izquierdas la idea de que han ayudado a Rajoy.
La cuarta opción
Todo el mundo habla de tres opciones: elecciones (en teoría una mala salida para el PSOE y C’s), pacto de izquierda (PSOE, Podemos e IU con abstenciones de PNV y catalanes) y Gran Coalición. Hay una cuarta que parece disparatada: gobierno de PSOE y C´s con apoyo de Podemos.
Sería un Gobierno de regeneración para dos años -los mismos que durará el de Puigdemont- y con el objetivo de derogar las leyes más polémicas: la que regala el monte a los pirómanos, la que introduce cambios en la ley de Enjuiciamiento Criminal en beneficio de los corruptos, la Wert de deseducación, la Mordaza, RTVE…
Además de un programa para paliar la emergencia social en cualquiera de sus manifestaciones; comisión de investigación sobre corrupción con el fin de impulsar cambios para que sea casi imposible; reforma fiscal para que paguen algo los más que tienen; liberar al Sol de la avaricia de las eléctricas, una comisión de reforma constitucional y abrir el melón de la financiación autonómica.
Defensa del pacto
Los tres podrían defender un pacto de regeneración política. El PSOE y C’s podrían vender que no han cedido en el referéndum catalán y hablar de una consulta para aprobar los cambios constitucionales. Podemos podría vender que ha sentado las bases para que el referéndum en Catalunya sea posible a corto plazo.
Toda modificación constitucional necesita el apoyo del PP. Esta mañana han comentado en la tertulia de Pepa Bueno en la SER que el PP condiciona esos cambios a ser Gobierno; desde la oposición promete hacerlos imposibles. ¿Es este el partido que demanda responsabilidad?
La música de En Comú Podem
No sé cómo se ha negociado el asunto de los cuatro grupos de Podemos, pero parece natural que los demás se negarán. Hubiera sido de inteligencia política permitir uno: el de En Comú Podem por una razón estratégica: su música es la única que nos puede sacar a todos del laberinto soberanista; por eso es necesario que se oiga mucho en “Madrid” y en Catalunya.
Los cambios de escenario están muy bien, pero el buen teatro precisa mucho mucho entrenamiento (ensayos a fondo)… la maestría en figurar ya viene con el ADN de derechas (pero en la izquierda se puede aprender, incluso inconscientemente!).
Ha dicho Albert Rivera (sí, el pijín que siempre sonríe) que los españoles juzguemos lo que pasó en el parlamento anteayer. Le cojo el guante y lo hago: me encantó. Por fin vi gente normal, sin caretas. Que aprendan él y sus compañeros, delegados de clase casi todos.
Que Chacón, con el careto ese de superseria que pone siempre, criticara a Bescansa, solo puedo achacarlo a la sorprendente mala baba que a veces las mujeres tienen entre ellas mismas. Lo que hizo la exministra, incorporarse al trabajo tras tomarte solo 6 de las 16 semanas de permiso, pero con todo tipo de privilegios, es más discutible.
Lo único achacable ese día a Podemos fue efectivamente la sobreactuación de Iglesias.
Por cierto, lo repugnante fue escuchar a Rafael Hernando en El intermedio (entrevistado por el gran Gonzo), hablando de nuevo con desprecio de la gente que sigue en las cunetas.
Recomiendo el artículo de Oga Rodríguez (http://www.eldiario.es/zonacritica/maternidad-notemos_6_473212728.html).
Un saludo.
Ramón, eres el más lúcido de todos y da gusto oírte y leerte
Estoy de acuerdo con el contenido del post y , también quiero resaltar la actuación un poco infantil, en exceso emocional de Pablo Iglesias, todo al contrario de Iñigo Errejón.Pablo iglesias, tiene que marcarse una ruta de autocontrol personal, porque se le ve demasiado el ansia de llegar ya y, eso al transcurrir del tiempo, puede llevarlo a la ” sepultura” política.Que se fije en su compañero Errejón, en Carolina Bescansa,en Ada colu ,contundentes, pero sin perder el control.
Apertas agarimosas
http://intentadolo.blogspot.com.es/
Sánchez será presidente, es lo que interesa a todos excepto al PP, siempre actual Maquiavelo.
Rajoy es de todos.
Como clavó Buenafuente al delfin de Mas.