Soy la prueba -todos lo somos aunque nos hagamos el longui- de que el orden de factores afecta al producto. Me miro (poco) al espejo y veo el galope del tiempo debajo de los ojos, en el cuello, en las manos. Cada marca, cada deterioro tiene una historia. Crecer es acumular relatos por si alguien los quisiera escuchar.
Prefiero hacer años que cumplirlos, tiene más construcción.
Al cruzar los 60 empecé a fijarme en los que no llegaron. Vivir es ir quedándose con los recuerdos hasta que aguanten. Vivir es un juego de desapariciones.
Envejecer, deteriorarse, entorpecerse es un lujo y una jodienda. Más en una sociedad que pasó de percibir a sus ancianos (aún no llegué) como fuente de sabiduría a verlos como bultos torpes que cuestan dinero al erario público y a las familias. Por eso tengo gatos, para no me afeen mi estado.
En muchas culturas africanas, el anciano está en contacto con los antepasados. Es el que puede interpretar sus deseos y escuchar sus consejos. Es quien está más próximo del espacio difuso y mágico en el que se mezclan la vida y la muerte.
Cumplir años afloja la lengua. Desaparecen las ambiciones, se simplifican los anhelos. se evaporan los cálculos, los planes, los adjetivos. Es el regreso a lo esencial, al sustantivo.
Empieza un camino de 12 meses hasta la cumbre de los 63, una edad con yuyu familiar. Al comienzo de la ruta, mi madre cumplirá 93, que tampoco es lo mismo que 39. Me conformo con los 82 de Leonard Cohen, en pleno uso de sus facultades mentales. Muchas gracias por las felicitaciones y los buenos deseos.
Me gustan estos versos de Saramago, y me gusta Bruce en su homenaje a Prince.
“¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento”.
Qué seas todo lo feliz que se pueda y seguro que así será si ya percibes lo esencial de la vida. ¡Y que cumplas muchos más! 😉
Querido Ramón.
Lo importante es mantener el espíritu joven y tu de eso tienes muchíiiiisimo.
Felicidades again!!
Lu
66 si 66. No me gusta celebrar, parece algo cortoplacista (un momento de “fasto”). Mejor la fiesta mientras se hace la ruta… además está la discusión de si incluso la vida no se cumple, simplemente se tramita.
Qué bien que hay alguien a quien felicitar. Un momento para desconectar del surrealismo eléctrico.
¿Un bien básico en manos del mercado? Demasiados peajes a nuestro cargo, los peajes políticos los peores, no hacen ni dejan hacer. Es tan penosa nuestra indefensión.
En fin, feliz lo que queda del día.
Que cumplas estos y mucho más … siempre tan lúcido en la escritura, eres y seguirás siendo referencia en mis lecturas. Un abrazo