Es mejor un pirata que un almirante
Wednesday, 2 de March de 2016 por Ramón
Al principio dudé con el nombre: Nelson, Morgan; al final me decidí por el pirata. Tiene expresión y carácter de corsario. Morgan llegó ayer a casa. Lo llevé antes a Gonzalo, mi veterinario de cabecera en La Latina, que ha cuidado de todos mis animales. Al parecer Morgan no está del todo curado de sus hongos y habrá que esperar al lunes para saber si se trata de restos ya difuntos tras un mes de tratamiento o siguen vivos y tendremos que prolongar el medicamento.
La consecuencia es que no puede haber contacto entre Nana y Morgan hasta que estemos seguros. Esto ralentiza el proceso de presentación. Nana recibió el transportín sostenido en alto con un bufido y un maullido agudo cuya traducción parece obvia. Cuando lo dejé sobre una escalera, de esas para alcanzar libros, Nana volvió a bufar mientras que Morgan miraba ojiplático. Coloqué sus cosas en la habitación de aislamiento: arena, agua y comida, abrí el transportín y lo dejé inspeccionar. Nana vigilaba al otro lado de la puerta. Morgan optó con esconderse detrás de un baúl.
En mis dos primeras incursiones tuve que cazar a Morgan porque no se dejaba coger. En cuanto lo empezaba a acariciar, ronroneaba. Ya había utilizado sus piedras, comido y bebido. La tercera vez vino a buscarme para que le acariciara. La cuarta me perseguía. Ya ha elegido unos cojines para dormir. Puse varios en el suelo. Con dos tapé unos cables, pues esos son los elegidos. Esta mañana llamaba desde el otro lado de la puerta.
Nana está enfadada conmigo. Si la cojo, protesta, además de mirarme con ojos de “eres un cabrón”. Se pasa el tiempo vigilando la puerta. Esta mañana he repetido el contacto visual: ya no hubo bufidos, solo parálisis. Estoy seguro de que se llevarán bien. A ver si el lunes hay suerte con el cultivo de hongos y da negativo. Me reservo el cabreo hasta el martes.
Las fotos no son buenas porque Morgan, como buen pirata, huye de las fotos y más sin selfies. Feliz día.
Vas a acabar convenciéndome para volver a mis tiempos “gato” , ahora que me he pasado al mundo “perro”. Morgan mola, deberías inmortalizarlo un día con su parchepirata, si se deja.
Me alegro un montón que ya esté en casa, el aislamiento nunca le va a venir mal, al contrario, facilitará la adaptación, Nana se acostumbrará a su olor a través de la puerta y cuando se vean “ya se conocerán”, yo también estoy segura que se llevarán bien.
¡Enhorabuena! y paciencia 🙂
Por lo que cuenta el intruso, Morgan, tiene buen carácter. Eso está bien. La pobre virreina, Nana, es la que tendrá que digerir la presencia del pirata. La parálisis es por el shock. Espero que se le pase pronto. Y que tenga paciencia con el cachorrillo y su energía desbordante.
Morgan es una monada. Qué ojazos, para comérselo.
Vaticino mejor futuro para el dialogo de tus mininos que para el de los minipolíticos españoles (incluidos, por lo de ahora, los catalanes!)…
¡Enhorabuena por el fichaje, Ramón! Que seais muy felices los tres.