¡Menudo panorama, Mariano!
Tuesday, 19 de January de 2016 por Ramón
Empecé a trabajar sobre una novela justo el día que mi agente de cabecera tuvo su primer hijo. Es un presagio maravilloso. La novela es mi apuesta para 2016. Sé que me queda poco tiempo, tres o cuatro años, porque en breve tendré que elegir entre una pensión estatal menguante o publicar.
En lo que llevamos de enero hemos aprendido varias cosas: Hacienda no somos todos, Infanta no hay más que una y la propiedad intelectual, compartir lo que está en mi cabeza, es incompatible con una vejez sosegada. No sé si seremos el primer país en el que los escritores negociarán a la baja sus contratos: “No, no me pague eso, ¿está loco?”. El desprecio a la cultura es despreciable.
Es verdad que no puede haber diferencias con un ebanista porque todos somos iguales ante la ley (menos los de la amnistía fiscal, claro) y es seguro de que habrá fórmulas que resuelvan el asunto de manera justa en aras del interés general. ¿Cómo lo hacen Francia, Alemania y EEUU?
España tiene montado su tinglado recaudador sobre la premisa de que todos queremos defraudar y se da la paradoja de que en medio de tanta maraña lo más fácil es defraudar porque intentar hacerlo bien es una aventura. Todo lo que parece lógico y sencillo resulta imposible. Hemos construido un sistema basado en la estupidez absoluta del sistema. Kafka podría haber sido español.
Vender no vendo muchos libros pese a los esfuerzos de mis amigos, y pago lo que me corresponde en IVAs y venías, además de impuestos anuales, por las colaboraciones que tengo tras perder el trabajo gracias a la reforma laboral de este Gobierno. ¡No señor Rajoy, no me da miedo que me gobierne otro! ¿No habíamos quedado que ahora iba en serio?
Espero que las alternativas y sus combinaciones piensen más en la gente que exige una regeneración urgente del sistema que en sus aspiraciones personales y partidarias. Sería una gran decepción.
Mientras esperamos, un poco de Bowie solidario.
A bote pronto y sin conocimientos legales veo una salida en hacer una empresa gestora de derechos de autor que sea la beneficiaria de los mismos y que reparta beneficios a sus accionistas de manera discrecional, a cada cual según produzcan sus libros.
Como has dicho, es más fácil hacerlo a la picaresca que con buena fe.
Estoy seguro de que el que tiene una empresa y se jubila puede seguir cobrando de alguna forma sin renunciar a su pensión.
¿Igual tengo que abrir una empresa en Andorra que me lo gestione?
No lo sé, en cualquier caso me van arrinconando un poco más cada día para que deje de pagar mis autónomos porque no van a dejar estado alguno de aquí a que me jubile.
El tema de las pensiones en autónomos es injusto, tengo a alguien en mi familia que trabajó 50 años y en los 70 y 80 con altísimos sueldos, nivelazo de vida, pero decidió dejar lo privado y trabajar para lo público por aquello de la seguridad y la tranqulidad. Al principio todo bien hasta que al cabo de unos años en lugar de nómina decidió la administración que ahora se trabajaria con factura y les obligaron a hacerse autónomos y claro el trabajo encargado era mucho menor para que la factura no subiera tanto y sin la obligación de pagar a final de mes . Ahora en la jubilación gana una pensión que no llega a 500 euros, ha trabajado casi 20 años más que yo y ha cotizado muchísimo más que yo pero el azar ha querido que ella ganara menos al final de su vida laboral que al principio, al revés que yo y eso, que no deja de ser un azar, marca pensiones injustas. Claro no puedes decirlo porque te recuerdan constantemente que es un sistema de reparto y no de capitalización. Pero aunque eso lo sepas ¿cómo puede una persona de 40 años tomar sus decisiones que afectan a su pensión si nadie sabe cual será la situación dentro de treinta años?. Entiendo que tú tengas también tus dudas. Tendría que ser viable que cuando sigues teniendo una actividad laboral legal por la que cotizas, la pensión pudiera ajustarse o fuera menor que para la gente que no tiene otra actividad remunerada. Pero tener que elegir pensión sí o pensión no, lo veo muy drástico y difícil. A este país nunca le han gustado los intelectuales ni los cerebros que siguen funcionando a la perfección hasta más de los 90 años. Ese tipo de rentabilidad social nunca se ha valorado.
Y ahora ya no más estancias en el Hotel California