Autores egocéntricos sueltos en las librerías
Friday, 20 de November de 2015 por Ramón
Sé que hay autores que entran en las librerías y superficies comerciales para mejorar con disimulo la colocación de su libros y darles más visibilidad. Una minoría no se conforma con este acto vanidoso y tapan además la obra de algún enemigo. Supongo que habrá un tercer grupo con las solapas de la chaqueta subidas, gorro o sombrero y gafas de sol que imitan el célebre diálogo de To be or not to be: “busco el libro del gran gran escritor Zutano”. Zutano es él, claro.
Hoy he visitado tres librerías del centro: Corte Inglés de Sol, FNAC en Callao y La Central. En la primera he sido incapaz de encontrar Todos Náufragos. Mareado de dar vueltas he llegado a mirar en novela romántica y parapsicología. Al cabo de 15 minutos pregunté a una señorita: “Me da un poco de vergüenza decírselo, pero busco mi libro”. Tras comprobar en el ordenador me ha informado de que estaba en la primera planta, sección Comunicación.
Es un trabajo duro decidir dónde se ubican los libros que no se han leído. Después he preguntado, “¿y cuántos ha vendido?”. Uno, respondió escudriñando la pantalla. “¿Uno hoy?”. “No, desde principio de mes”. Inicié apoyado en una sonrisa lela una discreta retirada hacia Preciados, llena de personas en movimiento más interesadas al parecer en la ropa made in Bangladesh que mi excelsísimo texto. Así estamos.
Los autores suelen tener agentes literarias (casi siempre son mujeres); además de animarles a escribir esto o aquello, proclamar su talento y psicoanalizarles de vez en cuando, sirven de parapeto ante la sinceridad excesiva. Cuando uno escribe un libro que considera magistral, la agente lo muestra a la editorial X; si esta responde que es una mierda, la agente traduce al autor: les ha encantado, pero no entra en sus planes de este año ni del siguiente (ni en este siglo).
En la FNAC tampoco lo encontré. Dos dependientas simpáticas me informaron de que estaba en Política. “¿Han vendido alguno?”, pregunté en un hilo de voz, casi suplicante. “Sí, ayer una chica se llevo uno”. Husmeé en el estante sin ver la portada, algo difícil: mi nombre es más grande que el título. Regresé a una de las chicas en busca de socorro. Fuimos juntos al punto de exposición y tampoco lo encontró. “Anda, pues no hay más”, exclamó. Me sentí reivindicado. Le conté el asunto de El Corte Inglés y dijo: “no puede comparar su publico con el nuestro”.
En la Central quedaba uno visible. Está también en Comunicación. No pregunté por los vendidos. Según la editora es una buena señal que se haya acabado en la FNAC porque no hace mucho había bastantes. (Puede que el resto estén olvidados en un sótano).
En la librería Méndez, que les ha gustado mucho, lo venden a espuertas. Creo que la Alberti también está empeñada en que se lea. Muchos amigos me dicen que se lo regalarán por Navidad; les sonrío sin preguntar, ¿para qué esperar tanto?
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El viernes estaré Barcelona en una conferencia sobre refugiados junto al fiscal Mena en Xarxa 9 Barris Acull. Supongo que hablaremos de París. El sábado veré el Clásico en el bar favorito del Gran Tomasi, donde el Real Madrid ganó la Décima, y el lunes a las 1900 nos vemos en +Bernat.
Has elegido tres tiendas muy distintas. Ningún lector que se respete compra libros en el Corte Inglés; la FNAC es un espacio múltiple donde los videojuegos y demás gadgets van relegando los libros (las plantas de arriba) a espacios confinados y además su oferta no tiene fondo, sólo suministra novedades que caducan rápido, como los yogures. En cambio, La Central (supongo que hablas de la de Callao) es una excelente librería, para los tiempos que corren se esmera en mantener un fondo y ofrece versiones originales además de traducciones. Ahí es donde debiste preguntar cuántos se habían vendido. Yo confieso que compré tu libro en una estancia reciente en Sevilla, en la FNAC junto a la catedral. No podía esperar a volver a Madrid. La próxima excursión indagatoria te recomiendo que vayas a las Machado del Círculo de Bellas Artes en Gran Vía y de Fernando VI. Tu libro me ha gustado mucho, a menudo te muestras en pelotas, poco autocomplaciente, aunque me consta que las autobiografías, memoria y diarios son un género de ficción, pero la ficción, como es el caso de la narrativa, también contiene verdad.
Aún no lo he leído. Lo encargué en Garoa de Donostia y al tenerlo en stock, ayer mismo me avisaron que ya estaba en la librería. Este fin de semana empiezo el ataque. De antemano preveo que me gustará: te sigo habitualmente y me gusta lo que dices y, cómo lo dices. Si vienes por Donostia a presentarlo espero poder saludarte y compartir impresiones. De antemano enhorabuena: publicar un libro y conseguir que se lea me parece heróico en los tiempos que corren. Así que zorionak.
Te (le) considero un amigo. Por eso me permito enviarte (-le) esto:
http://www.lansky-al-habla.com/2015/11/paris-no-es-una-fiesta.html
Ramón, hoy he comprado tu libro en el FNAC de Paredes-Siero-Asturias.
El libro , 21 euros, tiene unas tapas , romas por las esquinas, estupendas.
Espero leerlo estos días con mucho interés .
Por cierto, pedí una bolsa de plástico para meter el libro y no me cobraron los cinco céntimos de euros que cuesta.
Me dijeron que la bolsa , hoy , es gratis l.
Buenos días a todos.
En El corte inglés de Princesa está en memorias
El egocentrismo puede crear suspicacias… pero pasear en modo “papá observando la guardería de su hijo”, non puede más que arrancar sonrisas solidarias…
Hola Ramo’n, he comprado tu libro en La Central de Callao. Encantada, me ha enganchado desde el primer momento, ya estoy en el capítulo 7. Suerte con las ventas …
Ramón he encargado a una amiga que irá que me dediques unas letrillas porque me encuentro en Sevilla.Anda, salió en verso :)!!
Ramón me encanta lo claro que lo dices y no voy a esperar a comprar el libro para navidad lo compraré hoy a ver si lo veo en las librerías en Córdoba. Como aquí no vendrás a presentarlo , dime si tienes pensado hacerlo en Madrid.
Gracias y suerte !
No esperes un superventas de un buen libro. Algunos libros que no tienen una hiper campaña de publicidad detrás tardan en cuajar. Si el libro es bueno (que lo es) se abrirá paso. Comienza una época de libros en los que los periodistas cuentan su experiencia vital. El tuyo es uno de los primeros, será una referencia. Tampoco esperes unos lectores de menos de 40 años, no saben que estas narrando. Quizás se interesen dentro de 10 años. No te desalientes, ha valido la pena.
Hola Ramón, ayer compré dos, uno para mi y otro para regalar, en la librería de El Corte Inglés de Princesa, está en “biografías”. Estoy deseando empezarlo. Mucho éxito.
Encontré su libro en la Libreria Senda de Teruel ( En la calle Amantes, junto a la Plaza del Torico).
Fue la semana pasada. Entré en busca de “En Movimiento – Una Vida (Argumentos)” de de Oliver Sacks y Damià Alou, del que había leido referencias en Babelia de El Pais. Su libro estaba a la vista en la estanteria que la Libreria Senda reserva a temas de la Guerra Civil, del Maquis, de estupendos relatos como los del conductor de ambulancia en las Brigadas Internacionales: La Guerra es Bella (papel de liar), de James Neugass y Peter N. Carroll.
Lo estoy terminando. Quizás lo vuelva a leer, o quizas lo regale a alguien muy especial para mí. Al leerlo aprecio una auténtica confesión, en la que no espera perdón, ni penitencia, aunque sí examen de conciencia. Si me gustaba leer sus artículos, sus reportajes, su cita diaria en la SER junto a Pino, si me lo permite el libro me permite hoy seguirle con la sensación de conocerlo, con ese sentimiento especial hacía “las buenas personas”. Ha sido valiente a desnudarse al escribir su libro y si sirve para justificar su desnudez, creo que al leerlo nos ayuda a reflexionar, y porque no a desnudarnos también nosotros, aunque lo seasólo para nosotros mismos.
Felicidades.
Muchas gracias, Ángel. Y a la librería Senda de Teruel por acertar en el sitio. Abrazos
Gracias por esta información…voy a comprar tu libro y al menos ya sé cómo buscarlo. Un abrazo, yo te escucho los domingos Ramón
Compré su libro tras la presentación de Méndez, donde efectivamente, le tratan de modo exquisito