Frío de otoño
Monday, 19 de October de 2015 por Ramón
Me gusta que las estaciones se marquen en el calendario. Me recuerdan a una infancia que tenía otoño, invierno, primavera y verano, y no el lío climático actual agravado por los negacionistas y sus patrocinadores. Una infancia con sabores, en la que los tomates sabían a tomate y no a especulación alimentaria.
El otoño tiene sus altibajos, como la primavera. Son estaciones que nos llegan habitadas por la siguiente que pugna por adelantarse y tener un poco más de vida. A veces, el otoño deja escapar días invernales como ha sucedido este fin de semana en Nueva York. Hoy amaneció a 3 grados y una sensación térmica de 1. Ya sé que esto es un veranillo de San Miguel comparado con los -7 de máxima de enero y febrero, pero ni el cuerpo ni el fondo de mi maleta estaban preparados para estos rigores. El sobrepeso no protege de los vientos racheados.
Comí con unos amigos de toda la vida que huelen a Bosnia-Herzegovina, a Sarajevo sitiado: allí nos conocimos, en la guerra de 1992-1995. Santi se curó haciendo mucha bicicleta, casi como un profesional; Emma está como yo: con la emoción en carne viva. Es bueno sentir tanto, aunque a veces duela.
La hamburguesa del Blue Smoke me supo a gloria pese a que andaba inquieto. El restaurante está en el 255 de Vesey Street, junto a la sede de Goldman Sachs, ya saben, esos pulcros e inocentes inversores que creen en la democracia, en los principios éticos y en la importancia de las personas.
Después de pasear junto al Hudson con Santi, Antonio, Raquel (una amistad nacida en Sierra Leona en 2005) y yo fuimos al cine en Union Square a ver Sicario con Benicio del Toro. Buena, pero no excelente. Él, genial. Al salir tomé esta foto. Me encanta el blanco y negro; tiene fuerza.
También la naturaleza del ser humano ha perdido sustancia, los que nacimos en una naturaleza virgen: pronto seremos naufragos del tiempo, por eso celebro que Marty McFly llegue el miércoles en su De Lorean acerado( larga vida a Robert Zemeckis y a Michael J. Fox )
Resulta agradable leer estas crónicas de NY, por eso comento.
Allen e Zemeckis, dos viajeros del tiempo para irse de paseo con ellos (los Balcanes, mejor los dejamos por ahora)… está siendo especialmente grato este acercamiento al NYNY…