Me gustan los disidentes
Thursday, 25 de December de 2014 por Ramón
Nos falta cultura democrática, incluso por separado: cultura y democracia, y falta educación, es decir entrenamiento para comprender un mundo complejo y aprender a convivir y respetar opiniones diferentes, incluso contrarias sin recurrir al insulto y la descalificación.
Debe ser la tara del nacionalcatolicismo la que favorece las visiones simples, la obediencia debida y la pertenencia inquebrantable al grupo. Así era el franquismo. El prietas las filas también es estalinista, que se lo digan al POUM. Siempre preferí a Trotsky en su guerra con Stalin; cuestión de piel.
Cardenales y estalinistas tienen en común la creencia en las verdades reveladas y únicas, indiscutibles, que tratan de imponer a toda la población. Para los molestos queda la Inquisición, el picahielos o el Gulag.
Me gustan los tipos complejos que saben leer la complejidad, sin que la ideología -que todos tenemos- les impida ver la realidad. Por eso me gusta George Orwell, un ejemplo ético. No solo por 1984, sino por Homenaje a Cataluña y Rebelión en la granja. Me encantan Danilo Kis y su Una tumba para Boris Davidovich. Me gustan los disidentes sin importarme de qué disienten. Lo que alabo es la actitud, el moverse en la foto, la valentía de contradecir el discurso oficial o mayoritario, esté o no esté de acuerdo con ellos.
Dictado y honestidad
Me atraen los escritores que no escriben al dictado, sea de un régimen, una ideología o de la comodidad para no meterse en líos.
También me gustan Ismail Kadaré e Iván Klima, quien me dijo en su casa de Praga que “un pueblo que ha sufrido 40 años de dictadura ha perdido el sentido colectivo de la honestidad”.
Esa pérdida de honestidad colectiva aún la estamos pagando en España; explica la parálisis ante la corrupción y la mentira como forma de hacer política. Nos falta un código ético colectivo, una línea roja ciudadana, que convierta en intolerable lo que ahora parece normal, casi inevitable. Sanear la democracia es dotarla de sentido, lograr que funcione, que la soberanía popular no sea un artificio idiomático.
Textos de la discordia
El virus de la simplificación no tiene bandos políticos. Llevo unos días en guerra con un sector de la izquierda comunista que no acepta que nadie diga que en Cuba hay una dictadura. Escribí tres textos. Uno en El Periódico de Catalunya: El grano de Cuba con un apoyo En busca de un referente. Un segundo, mucho más polémico por aquello del centralismo madrileño, en elDiario.es: Fidel Castro, un genio que nos vendió humo por revolución, que logró 91 comentarios casi todos negativos y no pocos insultantes. Y un tercero en InfoLibre: Cuba, territorio minado. También hubo comentarios positivos que alababan, más allá de los peros, el esfuerzo de mirar sin simplificaciones.
Los comentarios y tuits son un tanto deprimentes, no porque me pongan de vuelta y media, que me pillan llovido, sino porque muchos se basan en el principio de realidad simple. Las cosas son blancas o negras, y los que buscan grises son traidores: hoguera, gulag, que te echen del medio. También me sorprende la incapacidad de leer y comprender y responder a lo que no se ha dicho. Alguno amenaza con darse de baja si no me despiden. ¿Sólo está dispuesto a leer lo que coincide milimétricamente con su opinión? Alimentarse de simplicidad te hace simple. Es una apuesta de vida, sin duda. Se sufre menos, todo está claro.
El sentido del humor, la ironía, la risa siempre fueron sospechosos de disidencia. Por eso me gustan, quizá por eso me despidieron de El País: mis chistes eran demasiado malos.
Releo algunas críticas pasadas. Se me olvidó que hay dos asuntos que te garantizan el ataque masivo: Cuba e Israel; bueno, discutir con Hermann Tertsch y Alfonso Rojo también tiene sus dificultades, pero al menos ellos, de momento, no me han insultado.
Leer a los piensan diferente, ayuda a crecer. Son opciones vitales. Llevo muchos años metido en la práctica de la disidencia, primero contra la dictadura de mi padre, después contra la franquista, más tarde contra la obediencia debida en el puesto de trabajo ante la amenaza subyacente de perder el empleo.
Nunca he calculado si decir lo que pienso me conviene para no perder ascensos y premios. Me pilla un poco mayor para caer en la ambición. No voy a cambiar, lo siento. Solo quiero que cambie, y mucho, este país: año 2015, nueva oportunidad de hacer las cosas bien. Feliz Navidad.
Sr. Lobo, aqui un socio de eldiario.es que está encantado de tenerlo en dicho periódico y que también se ha quedado estupefacto con las desmedidas críticas. Un abrazo y feliz Navidad.
Gracias Luis, sé que los comentarios anónimos no son representativos, o quizá sí. Me gusta el Diario y me gusta Nacho Escolar y su apuesta por un periodismo independiente. Es lo que trato de hacer, con más o menos fortuna.
Todo lo escrito en esta semana ha sido bastante razonable. Y me agrada.
dos “en cuanto”, en cuanto vi el título de tu artículo en el eldiario.es pensé hoy le fríen y cuando leí el título de este artículo supe que era una referencia.
sigue, la disidencia es mas divertida
Disidente: el que se separa de la común doctrina, creencia o conducta.
Orwell lo era, y para mí es una referencia absoluta. Ahora bien, Loquillo dice que también es un disidente, y yo le veo como un payasete…
Quiero decir que ser disidente no significa nada de por sí, si no va acompañado de algo más.
Por eso creo que la frase «Me gustan los disidentes sin importarme de qué disienten», carece de sentido.
Intuyo que has buscado una pequeña polémica con el artículo de “El diario”. Si no, no entiendo una crítica tan desmesurada a un gobierno criticable, pero mucho más digno que casi todos los demás.
Ahora bien, creo que llevas razón en parte. Pongo un ejemplo: yo estoy afiliado a Podemos, y simpatizo mucho con ellos. Sin embargo, cuando en “la plaza” pongo alguna pequeña crítica por algo que no me convence mucho, siempre me saltan los más afines al partido para criticarme duramente.
Ni se te ocurra cambiar !!!!. Hay mezquinos en todos los ámbitos y más en las redes donde dichos individuos escupen o dicen lo que no se atreven a decir a la cara a su jefe, a su suegro, a cualquier ciudadano que lo haga sentir pequeño.
Estoy muy de acuerdo con lo que comentas sobre la simpleza. Yo siempre he pensado que en este país hay demasiados ciudadanos así, sin capacidad para ir a lo complejo, con pocas habilidades para discernir, y poco sentido del humor para encajar opiniones que no entienden. Pobres, no se pueden permitir ser irónicos. No se pueden permitir aceptar que han estado decenas de años equivocados, cuando eso es algo natural y que ocurre a mucha gente, las grandes decepciones con algunos gobernantes, con personas admiradas, o con la pareja existen y sobre todo te das cuenta cuando, con el paso del tiempo, adquieres la perspectiva y distancia necesaria. ¿Qué es si no el desencanto?: La gran decepción
Una mente compleja capaz de vivir y actuar con sencillez y de aceptar sus errores y entender los de los demás, es un lujo y, como tal, escasean. Procura no salirte de ese club.
En cuanto a la palabra disidente, yo lo asocio a rebeldía a desacuerdo a plantar cara a algo superior. Desde ese enfoque creo que sugiere una “actitud” casi siempre valerosa y elogiable, siempre que no haya detrás de ello un objetivo o interés capcioso, claro.
De acuerdo Tr. Nos incomoda debatir. El insulto, el rechazo o la bronca es una manera de renunciar a convencer. No para que el otro cambie de opinión sino para que reconozca matices que la mejoren.
La ironía es un arte, si eres capaz de envolvería en terciopelo o incluso en plástico fino te conviertes en el enemigo, a veces procuro no ser claro en lo que escribo, hay tantas cosas que la gente conoce que no se merecen se lo des hecho, además lo que no es sencillo da que pensar, y mientras piensan están entretenidos y se olvidan del mal
Estamos tan sujetos al horterismo de lo políticamente correcto y tal y tal , recurren a eufemismo, se enaltecen y enardecen amparados en el anonimato, son soñadores de la razón.
Oscar Wilde dijo: ” Se tu mismo, el resto de los papeles ya ESTAN cogidos” y ” Como no fue genial , no tuvo enemigos “.
Si tengo que definir sus escritos con una palabra ( para no resultar panegírico ) esa palabra seria sinceridad.
ese ESTAN con mayúsculas me lo ha puesta la maquina, suelo corregir pero a veces te cuela palabras de forma caprichosa
[…] Me gustan los disidentes [Ramón Lobo] […]
Bienvenido a la disidencia. Yo que siempre he vivido en ella (delante y detras de todos los telones de acero), encuentro que es la única forma de exigir a la vida la participación que nos brinda ella…no solo en política…hay que participar, pero eso ya a nuestras edades lo sabemos.
Un abrazo de acogida…
Felices Fiestas
Me ha encantado su post. Coincido en muchos puntos con usted. A veces ya hasta me callo, me autocensuro por hastío y, casi, miedo, cuando surge por ej. el tema de Israel, Palestina (el sueño de la Gran Siria) y el antisemitismo. Hace poco me contaba un amigo alemán, judío, que un amigo suyo, durante el último conflicto en Gaza, le espetó “ahora sí que os habéis pasado”. Mi amigo le tuvo que recordar que el es alemán, tan alemán como el que le recriminaba, y no israelí.
Estoy totalmente de acuerdo con la valoración de la disidencia que plantea t.r.
Sr. Lobo, el problema es de falta de educación y democracia, pero no solo en España. Aquí, aparte de las secuelas de la dictadura, se nota quizás mas la escasa cultura viajera. Pero viajar en sí mismo no abre los ojos ni la mente, como prueban los millones de turistas alemanes, ingleses, suecos, franceses, etc. que visitan todos los años España, y siguen hablando de PIIGS y reproduciendo rancios prejuicios. Muchos españoles que viajan a República Dominicana, Cuba ó en viajes organizados por distintos países, tampoco se entretienen en “empaparse” de la historia, cultura y realidad de los países consumidos, ya que no se puede hablar de visitados.
Tengo la impresión de que el pensamiento plano, hostil hacia “los otros”, y sobre todo el ruido y la agresividad van en aumento. En toda Europa. Y el pensamiento crítico, el humanismo, grandes aportaciones europeas, se están quedando por el camino.
Me alegro leer que no se deja usted amedrentar, pese al evidente coste emocional que deben suponerle los comentarios agresivos y sin argumento. Le deseo la fuerza necesaria, felicidad e ironía para sobrellevar agresiones.
Gracias Afectada. Las NNTT aportan grandes posibilidades, sin duda, pero las redes propician el anonimato y el insulto. Lo llaman cultura digital. Es cierto que la simplificación es universal.
Afectada, creo que las personas a las que te refieres no son realmente viajeros, ni aventureros, ni buscadores de conocimiento sino turistas y eso les hace impermeables a lo nuevo, a lo diferente, a otras culturas y formas de vida, a dejarse influir por lo desconocido.
Los 40 años de dictadura hacen lo que dicen(s), lo mismo que varios años siguiendo al carro con las orejeras puestas… disentir es sentir diferente y eso viene en el ADN humano… y las dictaduras solo intentan reformatear esa parte del disco duro…
Me gusta esta entrada de tu blog. Porque, aunque por desgracia no puedo viajar mucho, soy viajera y no turista (como expresa el comentario de Ana). Estoy cansada de que me llamen “loca” porque defiendo escritos, posiciones, propuestas, estrategias, del ámbito de la izquierda (eso sí) pero de organizaciones políticas diferentes a la mía, en la que yo milito. Seguramente no les votaría en las elecciones (alguna de estas organizaciones ni se presenta) pero hay análisis suyos con los que coincido totalmente.
Por eso me gusta esta reflexión, porque, más allá de cultura democrática, refleja una auténtica Libertad de Expresión. No cambies.
Y, desde luego, seguiré siendo socia de El Diario; por tí y por todas y todos los demás, aunque algunas veces no comparta lo que expresan.
¡¡Feliz solsticio de invierno!!
A mi siempre me ha gustado Ramon Lobo. Es un maestro del periodismo, un modelo para todos los del oficio. Que no esté en ningún periódico de papel demuestra como está de mal el panorama.
Leía a diario a Javier Ortiz hasta que una “parada cardio-respiratoria” lo llevó para su Jamaica. Con él aprendí muchas cosas y una de las principales era que la realidad es compleja y en esas estoy, disfrutando un poco de los que nos obligáis a pensar cuando planteáis puntos de vista con los que no coincido plenamente (leí tu artículo de eldiario.es y creo que hay cosas matizables, pero, ya digo, eso estimula)
Estoy de acuerdo con el fondo. Yo siempre he sido un disidente. Pero decir en España que Cuba es una dictadura no es disidencia, más bien es coincidencia con una parte importante de la derecha más casposa y peligrosa del planeta. Yo no perderé mi tiempo discutiendo con usted de ese asunto.
Y con respecto a Israel, teniendo en cuenta que la idea de la hermandad de España con los pueblos árabes me pilló de niño y la patrocinaba el régimen franquista (unido eso a la ausencia de relaciones diplomáticas de España con Israel y a la historia oficial de esa época con respecto a la expulsión de los judíos en el siglo XV), siempre he sido un disidente, incluso antes de comprender la complejidad del mundo y de las relaciones diplomáticas.
Dice usted que nos falta cultura y democracia. Emplea dos términos complicados de definir y consensuar. Tal vez por eso o precisamente por eso dice usted que Cuba es una dictadura. Supongo que le cuadra con su idea de democracia. Pero yo, haciendo gala de mi condición disidente, no estoy de acuerdo con usted. Y no emplearé insultos o descalificaciones. Cuba no es una dictadura.Tenga usted en cuenta el momento político, económico, cultural y social que vivimos, y no sólo en España sino en todo el planeta, y dígame si en las tres últimas décadas, por lo menos, ha habido democracia (en contraposición u oposición a la “dictadura” cubana) en alguna parte.
[…] – Ramón Lobo sobre Cuba: El grano de Cuba, Fidel Castro, un genio que nos vendió humo por revolución y Cuba, territorio minado. El artículo sobre Fidel le valió una gran ola de críticas que demuestran que en España no existe pensamiento crítico. Lean su explicación en Me gustan los disidentes. […]
Soy socio de elDiario.es desde los primeors meses, y me he alegrado mucho de verle publicado ahi. Sus articulos son interesantes por mezclar puntos de vistas y dejando fuera mentiras – que no todo es opinion. No me perdia ninguno de sus articulos en Aguas Internacionales, y me parecen aun mas interesantes sus blogs actuales en elDiario e Infolibre.
Pero como dice, hay muchos comentarios de personas que no entienden de grises. Que sepa que aunque comente poco, tiene aqui a un humilde lector que aprecia sus textos, y que priefere no meterse en los lios con algunos comentarios, por eso de no dar de comer al troll…
Muchas gracias, y por favor siga escribiendo!
“El sentido del humor, la ironía, la risa siempre fueron sospechosos de disidencia.” Qué frase para estos días…. “Por eso me gustan, quizá por eso me despidieron de El País: mis chistes eran demasiado malos”.
Gran texto. Una oda a la Vida, a conocer o al menos acercarse al/a lo desconocido. “Leer a los piensan diferente, ayuda a crecer. Son opciones vitales”.
Muchas Gracias
Pero leer a los que piensan como tu y se expresan mejor de lo que harías una misma… es una gozada!!.
De nuevo muchas gracias!
Después de varias visitas -casi a diario- a este post, he pensado que debo dejar un comentario, al menos de agradecimiento.
Soy una joven estudiante de periodismo, debo reconocer que un día fui simplista y vi todo con la máxima simpleza del blanco y negro o, más bien, del blanco contra el negro. Siempre me he movido en posiciones ideológicas de izquierdas y el simplismo me llevó, ¡oh inocente juventud! a creer todo aquello que atentase contra Cuba -o contra los mismísimos Gulags- era una falta de coherencia de la derecha.
Supongo que el tiempo pasa, un punto de inflexión en mi vida me hizo pasar de la crítica a la autocrítica, y en el punto autocrítico está el gris, no en el blanco, ni en el negro. He aprendido mucho en estos últimos años, aprendizaje que, por desgracia, no tiene mucho que ver con la carrera. Es ahora, más que nunca, cuando puedo defender con coherencia mi postura ideológica, con razones y con argumentos. Supongo, Sr. Lobo, que esta es la razón por la que he recibido amenazas incluso de las organizaciones con las que unos años atrás tomé contacto. Organizaciones simplistas.
Solo quería decirle, para terminar, que con este post -que leo casi a diario- no solo me siento identificada y comprendida, sino que me da fuerzas para ver lo bueno de la disidencia, del inconformismo y, cada vez que me enfado con la intransigencia y con las simplezas, hago una visita nueva a este lugar para evadirme.
Muchas gracias, de corazón y quizá también de razón -si es que la razón existe-.
Gracias