Tarde de Hammam
Wednesday, 23 de July de 2014 por Ramón
Hoy me regalé una sesión de Hammam cerca de mi casa. No me sabía el orden de las aguas templadas, frías y calientes ni cuánto tiempo estar en el baño turco. Había silencio de voces humanas, solo música de fondo y el sonido del agua. Pude cerrar los ojos, pensarme lejos, en otro país, en otro tiempo.
Me acaricié tantas veces los ojos y las orejas con las palmas de las manos que una pareja con rasgos indonesios me tomó por un tipo religioso. Cada que nos cruzábamos en ruta a alguna agua, me saludaban ceremoniosos. Debe ser la barba blanca, da respetabilidad. En el sala de té me tumbé y desperté en un sueño en La Alhambra.
En el masaje final sobre una piedra caliente, una mujer me roció agua sobre la espalda. El agua pesaba, tenía densidad, vida. Después me enjabonó y pasó un guante de crin para retirar impurezas. Cuando volvió a caer agua sobre mis hombros, el agua abrazaba. En la segunda parte, sobre una camilla, la mujer trabajó sobre mis piernas y mis brazos fuera de forma, quejosos, sin elasticidad. Me da miedo que me toquen la espalda, que es muy suya. Cuando llegó el turno a las manos sentí las suyas sobre las mías; tenían calor, era otra manera de abrazo. Cuando salí a la calle vi a la pareja ceremoniosa. Les dije en inglés: “Soy otra persona”.
Lo era porque pude llegar a mi casa en paz, sin que me perturbara el griterío baloncestista en la plaza Mayor. Parecía que todo el mundo a mi alrededor se movía a cámara lenta y en silencio. Quizá solo encontré el botón de mute universal. Las cosas esenciales siempre están a nuestro alcance, aunque lo olvidemos. Volveré al Hammam en agosto, serán mis vacaciones.
Ayer por la tarde estuve yo también por allí cerca en otro lugar mencionado numerosas veces por ti y nunca visitado por mí, un tipo de provincias: la Librería Méndez. Recibí buenos consejos literarios. Gracias.
Méndez es un templo. Gracias por ir.
where is the best meditation music…
Tarde de Hammam | En la boca del lobo…
Qué majo eres! Todo sentimiento…
Se agradece ese paseo por tu lado “oscuro”… aunque por aquí seguimos pensando que lo esencial es el pollo, no el curry…
Hasta cuando cuentas la tarde en el hammam lo haces bonito. Me obligas a leer lento para no perderme nada de lo que dices y quieres decir.
Yo ayer fui a casa de una amiga, antes de tomar posesión del sofá, nos aprovisionamos: queso, lomo y una botellita de buen vino. Hablamos, hablamos, hablamos, también bebimos, claro. Volví andando a casa, pero fue tumbarme en la cama y todo me daba vueltas. Tuve que levantarme. Sé que me tumbé en la alfombra, el hamster que mi hija me lo ha contado esta mañana. Hacía años, ¿décadas?, que no agarraba semejante pedal. Qué verdad es que “las cosas esenciales siempre están a nuestro alcance” y que conste que no lo digo por el pedal.
https://www.youtube.com/watch?v=oAAs2srfvgw
Según que músicas te llevan con sus sonidos y en segundos a lugares especiales en los que para llegar a la culminación forzosamente tienes que estar mentalmente en comunión con dicha música. Quizás por unos momentos te ves obligado a dejarte llevar y cambiar incluso tu filosofía de vida de cabecera.
Es una actividad muy completa e integral, espiritual y física y más si te llevan de la mano . Hoy me conformaré con tu música.
Hoy noche en la sexta un entrevistado de lujo.
Pensaba yo acostarme temprano, ya aprovechando un acuña, de las tantas que incluye la sexta y que dadas su extensión son la justificación perfecta para apagar el televisor. Pero he de reconocer que poco se sobre ti y tu trabajo de reportero, vamos del de los reporteros en general.
Tengo que decir que ha merecido la pena esperar la mínima entrevista, ha había do cosas que me han llegado al alma. Y aunque ya el sueño se me haya despistado, tengo la intención de seguir tu blog. Gracias por contarnos las cosas y hacer que creamos un poco en el ser humano, porque si nos limitamos a escuchar las noticias que nos sueltan en cualquier informativo diario, dan ganas de desconectar y dedicarse a otras cosas más productivas, relajantes, evadirse porque a veces parece que no queda otra si quieres sobrevivir.
Gracias por vuestra labor.
Fantástica intervención!