Ricos de familia y mangantes
Monday, 30 de June de 2014 por Ramón
Aún no tengo claro si es mejor ser nieto y biznieto de ricos o dar el pelotazo. Los primeros tienen estilo, al menos han tenido tiempo para desarrollarlo. En una de las películas de los Hermanos Marx, creo que Sopa de Ganso, Groucho dice a Margaret Dumont: “Para tener estas manos son necesarias generaciones de ocio”.
Los ricos de siempre tienen el privilegio de poder disfrutar de la vida, de evitarse las penurias mundanas: acudir a la cola de paro, preocuparse por los contratos basura de sus hijos y los ERE, angustiarse por las jugarretas del banco o los recortes en Sanidad y Educación. Ser rico es no tener final de mes. Ni lunes en el calendario. Ser asquerosamente rico te permite vivir en una nube paralela al suelo, a una distancia higiénica de la angustia. Debe ser tranquilizador.
En todas las familias multimillonarias hay una persona inteligente, ocurrió en los Rothschild y en los Guggenheim, entre otras; alguien que se dedica al arte y a vivir a cuerpo de rey o de Papa, a ponerse las botas y los botines. Los demás, sobre todo los primogénitos, no disfrutan de los ceros de la SICAV y siguen desviviéndose para forrarse más. La gula no tiene limites. La estupidez, tampoco.
Los ricos de verdad no vuelan en Business, una horterada (cómoda) reservada a diputados y eurodiputados; ellos vuelan en su avión privado. Hay ricos españoles con avión privado a pesar de que sus empresas deben tres o seis veces más de lo que valen. Aquí, además de aforados, hay gente con mucha cara.
Los ricos súbitos huelen a corrupción, al menos en España. Los habrá listísimos que dieron con la tecla, o con la canción. En EEUU existen unos cuantos ejemplos de personas que inventaron algo, como este ordenador desde el que escribo. Gente que hicieron cosas útiles, que aportaron a la sociedad en la viven, que fueron pioneros en algo y se beneficiaron de su inteligencia y capacidad de riesgo.
En España apenas hay empresarios que se aventuren, aquí abunda el rentista y el amigo del partido o del político adecuado. Es tierra del pelotazo, gobierne quien gobierne. Los ricos súbitos carecen de estilo. También viven en la nube, pero la suya se llama impunidad. Son nubes burbuja, se pinchan tarde o temprano.
El otro día conocí a un ejemplar en una fiesta de unos amigos queridísimos de la juventud. No diré nada porque este tipo de citas conllevan confidencialidad, pero el tipo no me gustó nada. Detesto a los que se arriman a los corruptos, los que viven cerca del mangoneo y de la ausencia de transparencia. Los que se mofan de los demás. No me gustan los chulos.
No soy rico, ni de familia ni de pelotazo. Volé una vez en un avión privado de la multinacional 3M y me gustó la experiencia. Hace muchos años, en Primero de Periodismo, un amigo del PCE nos llevó en su coche hasta la frontera de Puerta de Hierro, una urbanización de lujo en Madrid. Sin bajarse y con el motor en marcha, exclamó: “Compañeros, aquí acaba la movilidad social”. Nunca lo he olvidado.
Aguanté todo el “anuncio” de la botella verde, pero tiene algo de puertade hierro para mi… me quedo con ese Groucho y su parecido a Karl…
Patricio.
¡Excelente artículo!. Sin comentarios.
Que buena frase “Para tener estas manos, son necesarias generaciones de ocio” Me encanto.
Personas como usted son la esperanza