No quiero escribir de política
Monday, 16 de June de 2014 por Ramón
Me gusta la política, me apasiona; un vicio aprendido en la ilusión del cambio durante el tardofranquismo. Me eduqué en el rechazo a la dictadura en el autoritarismo franquista de mi padre, más que en la lucha callejera. Pisé las calles, claro, pero en los setenta. No es tiempo de ponerse medallas que corresponden a otros. Estuve en un partido en 1976, dejé de estarlo en 1977. Tuve otra tentación en febrero de 1981, tras el 23-F. Un papeleo enfrió mi pronto. Me gusta la política, pero como voyeur.
Soy periodista dedicado a la información internacional. Mi primer texto en esta especialidad fue una entrevista a un profesor sabio sobre Afganistán, publicado en El Heraldo de Aragón en 1980. Son 34 años de experiencia… Y sigue. Es de lo que sé, sobre lo que leo compulsivamente. Tengo el marco -el contexto- y muchas perchas. He viajado por medio mundo. He sido testigo de guerras, hambrunas, crisis y esperanzas fallidas. Tengo polvo en los zapatos.
Quizá no debería escribir de política nacional. Carezco de fuentes, de experiencia; leo, escucho, observo, pienso. Solo soy un ciudadano desinformado.
A veces me leo confuso, desafortunado en alguna expresión. Destaco virtudes de Podemos, critico a Cayo Lara, con quien no he intercambiado una palabra y pido aire fresco en el PSOE sin saber quién lo trae, quién lo impide. ¡Voyeur!
No conozco a Susana Díaz ni sé de sus presuntas maniobras internas. Parece una mujer-fuerza, tiene un discurso potente. Le faltan urnas, en la Junta y en el PSOE. Es su talón de Aquiles. Se resolverá cuando convoque comicios autonómicos. El PP está tan desnortado en Andalucía como el PSOE en el resto de España. Arrasará. Si alguna vez tuviéramos una presidenta de Gobierno estaría entre ella y Soraya Saénz de Santamaría.
Eduardo Madina es aire fresco pese a venir del aparato como Díaz. Tienen casi la misma edad, la generación que debe dar la cara. Los partidos están diseñados para impedir milagros, sorpresas, movimientos de sillas: nadie llega arriba sin la confianza de la estructura. Pedro Sánchez se ha ganado, dicen, la de Andalucía. Es una confianza táctica porque Díaz no ha dicho aún su última palabra, solo la ha aplazado. Sea quien sea, el PSOE necesita el milagro de la resurrección, oxígeno en vena.
Es tiempo de renovaciones profundas, de personas, ideas y utopías. A la política le falta toma-tierra, toma-calle. Solo soy un ciudadano que demanda otra izquierda, otra derecha.
No sé quién será el secretario general del PSOE, si IU hará de verdad primarias abiertas y si Podemos será capaz de hallar la cuadratura del círculo entre un movimiento asambleario que le insufla vida y una organización eficaz capaz de ganar elecciones. No sé nada, pero por primera vez desde el 15M tengo ilusión, siento que sí se puede. Feliz semana pese a todo.
No te quiero estropear un día perfecto pero ¡queda tanto por hacer! Vamos a tener que ser muy pacientes y esperar a que las ideas de estos jóvenes tengan su asentamiento y ocupen su lugar, un lugar seguro, en un terreno político, económico y social lleno de minas.
Yo después de éstos últimos 8 años ya estoy cansada de esperar. Pero al menos esperaremos por algo que lleve consigo más oxígeno y donde, por tanto, respiraremos mejor.
Ah…con la política hemos topado amigo…el bueno de Lou y la Velvet Sumidoiro (creo que no osaron bajar del metro) sirven de metáfora del quehacer político…son incomparables la obra del político y la obra del artista…yo digo que hasta un Picasso en la alcantarilla (pérdida para la humanidad, dicen) no se puede comparar con el mogollón de muertos que tiene una batalla (parte de esas guerras a donde nos llevan los políticos…influidos por quien sea, pero dirigiendo los políticos…hai cosas peores que coger comisiones de inmobiliarias…)…puede haber mafia en el arte, pero nunca poderá haber arte la mafia (padrinos aparte)… entonces como puede haber mafia en la política?
Te invito a que hables con Cayo, tu opinión cambiará. Saludos
Yo, dispuestísimo