Blindar la realidad no cambia la realidad
Wednesday, 4 de June de 2014 por Ramón
Vivimos la escenificación de nuestros problemas de fondo: la alta política y la realidad viajan en direcciones opuestas desde que estalló la crisis económica en 2008. El maremoto arrastró primero a Zapatero, después al PSOE y ahora al bipartidismo que incluye al PP enrocado en su discurso de que España ya va bien. Sostiene la socióloga y expresidenta del CIS Belén Barreiro que “la división de los votantes entre izquierda y derecha ha sido sustituida por la de ciudadanía contra élite”. Es el análisis más certero. Sobre él deberían trabajar todos. La crisis y las respuestas a la crisis han quebrado el pacto de confianza entre gobernados y gobernantes.
La élite percibe el runrún y levanta muros, se blinda. Somos un país de acero: Constitución blindada, bipartidismo blindado, castas blindadas, políticos corruptos blindados, banqueros estafadores blindados, calles blindadas. Si no se deja una rendija a la esperanza de airear la casa, una posibilidad de reformar de manera ordenada un sistema que nace de una dictadura, que en su momento fue útil y posiblemente ejemplar, solo se deja espacio a la ruptura, a los más radicales.
Es verdad que el debate entre Monarquía y República es más emocional que práctico, que ya no son antónimos. La primera no representa las cavernas y la segunda la luz y la libertad. Hoy están en el mismo bando. Es una cuestión de matiz, de piel, de principios si se quiere. Por eso sería bueno realizar la consulta. La monarquía y Felipe VI tienen buenos argumentos para ganar la consulta. ¿Por qué ese miedo a las urnas? ¿Por qué ese miedo a la democracia? ¿Por qué ese miedo a la libertad en los partidos sin democracia interna? Es una buena idea votar al rey cada vez que cambia el rey. Hay que actualizar la legitimidad.
Me importa más cambiar el contenido de esta democracia que ha ido perdiendo fuelle desde 1978. Tenemos una democracia de baja calidad: ministros con regalos de redes corruptas no dimiten, presidentes mentirosos siguen mintiendo, opositores fracasados se aferran al cargo, alcaldes y alcaldesas corrupt@s no se despegan de la teta del Estado ni con fórceps. Los altos tribunales, como el Constitucional, han sido ocupados por obedientes, no por los mejores. Todo ha sido contaminado, hasta los organismos de andar por casa, como el de competencia. Una pena porque la democracia es el sistema menos malo como dijo Winston Churchill. Es legítimo que una parte de la sociedad quiera mejorar el edificio, abrir las ventanas, acabar con la corrupción.
Me siento incómodo con esa élite que no se ha dado cuenta del cambio radical que menciona Belén Barreiro. El 15M fue la demostración de esa hartura. Podemos y la PAH son pruebas de que ese espíritu no ha muerto, que ha encontrado un cauce democrático, no lo olvidemos: de-mo-crá-ti-co, para expresarse.
Creo más en las urnas que en las concentraciones en las plazas. Pese a ello voy a las plazas porque para mí la libertad es un asunto emocional además de intelectual. No comulgo con todos los slóganes que gritan los míos, ni con la estrategia de Cayo Lara, empeñado en una cortina de humo que tape sus fracasos, que se mueve para erosionar al PSOE, para robarle votos, algo que es legítimo. No compro paquetes enteros, tengo ideas propias.
Veo al PSOE desnortado, preso en dos direcciones opuestas. Si se rompiera habría PP para rato. Rubalcaba que, sin duda ha rendido grandes servicios al Estado, ha quedado reducido al gran contaminador. Es la prueba de la rapidez de un deterioro del sistema que el sistema no puede ver porque está blindado.
España es un país conservador, cada paso cuesta un mundo. Y Rajoy es de un inmovilismo extremo, casi vergonzante. El otro día daba grima verle despidiendo a la selección de fútbol: “El Rey ha abdicao”, les dijo.
No me considero muy antimonárquico, y pienso que Juan Carlos ha hecho más bien que mal, aunque le tengo tirria desde que vi la famosa foto con el elefante. Esos gustos sólo los puede tener un depravado, con perdón.
Me da la impresión de que Felipe está muy preparado, y que es un tío con la cabeza sobre los hombros, como dice mi mujer.
Dicho lo cual, lo lógico es que hubiese referéndum. Y yo votaría contra la monarquía.
No entendía bien lo de democracia blindada del otro día, pero parece ser algo así como democracia secuestrada…en fin, que ya no somos “del lado oscuro” los que dijimos siempre que hai democracias formales y democracias reales (y que las democracias llamadas populares eran de lo más formal que puede ser una democracia a punto de ser dictadura!)…