El voto, las dudas y la izquierda
Thursday, 22 de May de 2014 por Ramón
Soy incapaz de votar al PP por razones obvias: aún rezuma tardofranquismo y meapilismo aunque tiene personas válidas como la vicepresidenta Soraya. Soy incapaz de votar al PSOE por unas razones obvias demasiado parecidas. Les voté en 1982 colmado de ilusión y en 1986 por inercia. No volví a hacerlo hasta el segundo Zapatero. Entre el segundo voto y el tercero pasaron más de 20 años. No puedo imaginarme bajo qué circunstancias puede haber un cuarto.
Con IU mantengo mis rencillas. No me gustó la pinza: la entrega al PP de cientos de ayuntamientos nunca recuperados, aunque le guardo simpatía al actual Julio Anguita. Me gusta Llamazares, un excelente parlamentario sin madera de líder, o sin instinto asesino. A Cayo Lara le reconozco honradez -el primer diputado de izquierda que renunció a sus prebendas, o eso se dijo-, pero poco más. No genera ilusión. Quien me ilusiona es Xoxé Manuel Beiras, un joven de 78 años.
El discurso de Lara está acartonado, es dogmático, alejado de las nuevas reailidades. Una vez escribí que parecía haberse despertado ahora tras veinti-no-sé-cuántos años de coma debido a un golpe en un campamento en la Rumania de Ceaucescu. No me gusta la izquierda que sustituye ideas por eslóganes.
Me gusta mucho el uruguayo José Mujica porque ha sido capaz de alcanzar un pensamiento propio, abierto, que respira realidad aunque no la pueda cambiar. Para repetir catecismos ya tenemos a Rouco Varela. No me gustan las personas que hablan desde una voz colectiva, sea de dios, de la patria o de la revolución. Prefiero las personas que hablan desde su propia voz, desde sus sentimientos y convicciones. Me infunden respeto y confianza aunque piensen diferente.
Existe un espacio inmenso para una izquierda plural, democrática y madura. Me gustaría otro sistema pero las alternativas vistas hasta ahora resultaron deplorables. El capitalismo refleja el instinto depredador del hombre, por eso funciona, pero necesita vigilancia, instrumentos para favorecer la igualdad de oportunidades y defender el Estado del bienestar hasta recuperar lo perdido. Detesto la ley de la selva, la del más fuerte. Prefiero la ley de la mayoría que respeta a la minoría. Vivo en un mundo indecente que deseo cambiar.
Entre los pequeños hay dos partidos interesantes: Equo y Podemos. Lo inteligente hubiera sido ir juntos. Espero que estas elecciones sirvan para que los partidos, grupos y personas, los restos del 15M, los cabreados y demás sean capaces de generar una alternativa, una especie de Frente Amplio. Podemos demuestra, como ha demostrado estos años la PAH y Ada Colau, que son necesarias las estructuras y los liderazgos. Son más eficaces que las asambleas.
Hay muchas cosas de Pablo Iglesias que me gustan; otras, no tanto. Podemos es una oportunidad extraordinaria para regenerar una parte esencial de la izquierda e incorporar a miles de jóvenes que no se fían de las urnas ni de la política. Iglesias tiende como Alberto Garzón, el diputado de IU por Málaga, al pensamiento sin fisuras, aunque no tanto como Cayo Lara. Ha crecido durante la campaña, el contacto con la gente espabila. El modelo es Alexis Tsipras.
La vida es compleja, también lo es en Venezuela donde no funciona el esquema de buenos y malos, blanco o negro. Todo está lleno de grises y son los grises el campo de batalla de la izquierda democrática. Votar es una forma de hablar, o de gritar, de impedir que llenen el silencio en tu nombre: daré mi voto (por poderes, eso sí) a Podemos con la esperanza de que sea el impulso para construir una Syriza en España. ¡Suerte!
Cuántos vamos a votar así, por descarte. Leyéndote parecía que estaba volviendo a oír la conversación familiar del domingo pasado en la mesa. Mi madre y mi tía llegaron a la conclusión de que al chico de la cola: Podemos. Yo, sin demasiada convicción, dije que a EQUO. Creo que al final me la jugaré al pinto pinto gorgorito entre esos dos cuando me encuentre delante de la mesas de las papeletas.
Interesante análisis, comparto las inquietudes. Pero después de leer el razonamiento para optar por Podemos, echo de menos el que te lleva a descartar Equo.
Has pensado en el partido X ?
No son dogmáticos , no pretenden “cambiar el sistema” sino buscar soluciones concretas.
Tienen un programa de democracia y voto permanente más avanzado que nadie.
Llevan a Falciani de cabeza de lista ( y a Burillo , el que persiguió a Urdangarin o Matas hasta que desmontaron su unidad ) (y al @hackbogado, que luchó contra el fraude del euribor antes que nadie) (o a los de 15mparato, que lo sentaron en el banquillo y consiguieron hacer públicos los correos de Blesa)
E intentaron unirse a Equo y podemos pero fueron rechazados/ninguneados.
Quizás tengan menos fuerza (seguidores) ahora mismo pero me parece que son mucho más completos …
No es descarte, solo es una es elección. De Equo también me gustan cosas y me gustan Los Verdes europeos.
Equo es el único que se ocupa del grave problema del cambio climático, y el único que presenta una mujer para presidir la Comisión. Solo por eso ya me caen más simpáticos. De Pablo Iglesias (que es Podemos) no me gusta su ego y su arrogancia, así que yo tengo claro mi voto.
Un abrazo
No es descarte. Para mí votar a cualquier cosa que no sean PP o PSOE no es un voto en negativo. Es decir: “no me gusta la mierda”.
Puede parecer una ordinariez pero es así, y es necesario decirlo. Decírselo a los del PPSOE y a todos los demás. Empezar a expresar con el voto: que la mierda no la queremos, así que ojo con lo que hacen. Necesitan (necesitamos) oírlo todos. No, no queremos mierda, no vamos a seguir consitiendo. Se acabó.
Luego el que gane uno u otro da un poco igual, incluso aunque gane el PP o el PSOE. Cualquiera hará lo que le venga en gana si ve que el pueblo se lo consiente, e incluso en el PP y en el PSOE dejarán de hacer lo que les venga en gana si ven que el pueblo no perdona.
Lo que yo no veo tan claro es:
a) La cantidad de formaciones políticas -tan diversas; Bildu entre ellas y a saber quienes de otros países- que van a integrarse en los Verdes europeos.
b) El asunto -no trivial- de la “¿co-candidatura?” de Keller con Bové. Un poco esperpéntico, ¿no?.
Y bien que me gustaría llegar a aclararlo.
Pues ya que has estado tan sincero me has contagiado y diré que yo votaré a Equo. Todo lo anterior a este partido me parece el pasado. Yo no quiero ya mirar atrás, ni para ver a los partidos en sus últimos y peores años ni para verlos con perspectiva. Negocian sin escrúpulos lo que sea con tal de seguir en sus sillas. Y esto lo han hecho desde la derecha pasando por el centro hasta la izquierda. No han evolucionado nada, no hablan ya mi lenguaje.
Aunque después de leer a gdd, tengo mis dudas.
Pablo Iglesias es un buen comunicador pero ¿no es un poco inocente pensar que puede hacer tantas cosas en contra del poder actual? Cada vez me lío más. Al final lo decidiré en el colegio electoral.
El hecho es votar y no dejar pasar la oportunidad; al menos podremos decir que tuvimos o no la dicha o su infortunio de elegir a alguien bueno o malo. Pero desde la casa sentados nunca se lograra algo bueno.
Hola, sólo decir una vez más que te agradezco mucho que estés ahí reflexionando con nosotros y coincido en todo lo que expones, yo también barajo esas posibilidades de voto.
[…] Ramon Lobo: El voto, las dudas y la izquierda por bugyer a ramonlobo.com enviado: ____ Hay muchas cosas de Pablo Iglesias que me gustan; otras, no tanto. Podemos es una oportunidad extraordinaria para regenerar una parte esencial de la izquierda e incorporar a miles de jóvenes que no se fían de las urnas ni de la política. Iglesias tiende como Alberto Garzón, el diputado de IU por Málaga, al pensamiento sin fisuras, aunque no tanto como Cayo Lara. Ha crecido durante la campaña, el contacto con la gente espabila. El modelo es Alexis Tsipras. etiquetas: elecciones, voto, pp, psoe, iu, podemos, izquierda usuarios: 1 anónimos: 0 negativos: 0 compartir: sin comentarios actualidad karma: 9 (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({}); […]
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