La gran coalición en el país en que no dimite ni dios
Tuesday, 13 de May de 2014 por Ramón
No sé si habrá una gran coalición PPSOE tras las elecciones de 2015, pero el runrún mediático es intencionado. Se trata de un globo sonda para descubrir reacciones, y para que el ciudadano empiece a acostumbrarse a esta posibilidad. Hay que esperar a las generales, descubrir las combinaciones de gobernabilidad posibles, y las imposibles también.
La gran coalición es una fórmula recurrente en Alemania. En momentos de crisis, o de guerra, se suman voluntades, políticos y votos para lograr un resultado que beneficie a todos. Suele funcionar si los participantes están sanos y no corrompidos hasta el tuétano.
En España tendría sentido para impulsar una segunda transición, reformar la Constitución, hallar acomodo a Catalunya y regenerar la vida democrática en todos sus niveles. También podría servir para introducir en el sistema las dos palabras básicas en una democracia: rendición de cuentas y dimisión.
Esto no va a ocurrir. Ninguno de los candidatos a la gran coalición tiene intención alguna de modificar una coma de las reglas de un juego que les rinde tantos beneficios. La gran coalición española estaría centrada en proteger el negocio común, el de los partidos y el de los amigos, no en buscar el beneficio de los ciudadanos. La gran coalición sería contra ellos, para evitar que el cabreo lampante les arrebate privilegios. Sería una estafa democrática con consecuencias para el sistema. Si no hay esperanza de modificación y mejora por la vía pacífica, se abriría espacio a otras fórmulas de cambio.
Rubalcaba asegura que no habrá gran coalición PPSOE mientras sea secretario general, cargo en el que va a durar poco. No parece una promesa duradera. Rajoy no habla, algo habitual, y Cañete dice que sí a todo, que sí a parte y no a algo, una manera de poder presumir después: “Ya lo había dicho yo”.
Falta cultura democrática para este tipo de soluciones en España. Falta honradez en los políticos, capacidad de control en las instituciones y una prensa capaz de derribar gobiernos que sean merecedores de ser derribados. Una gran coalición en España se asentaría sobre la Gürtel, las cuentas B de los partidos, el caso de los ERE, los contratos públicos apañados, los sobrecostes inexplicables y una fiscalidad que aplasta a la mayoría y libera a empresas y ricos.
Buenos días:
Pues sí, sobre tantas injusticias que los que nadamos contra corriente no vamos a aceptar. Ya no tienen credibilidad.
Ramón, estamos jodidos.
Excelente artículo, admirado Ramón. Es difícil entresacar parte de él que pueda resumirlo porque es todo un compacto tremendo por real.
Me atrevo con: “La gran coalición española estaría centrada en proteger el negocio común, el de los partidos y el de los amigos, no en buscar el beneficio de los ciudadanos.”
Un abrazo.
No quito ni pongo una coma, ha quedado perfecto, Ramón.
Si acaso, añadiría: “Líbrenos Dios de una coalición entre Cañetes y Valencianos”.
Que buen escrito. En verdad que si estamos en medio de injusticias pero de apoco podremos ir cambiando, bueno, al menos eso creo. Lo ultimo que podemos perder es la esperanza.
Cataluña ya tuvo su acomodo y conformidad con la actual Constitución. La insolidaria y mezquina deslealtad de sus dirigentes políticos con el resto de España durante ya casi 35 años no puede, no debe ser premiada, ni siquiera con la más mínima atención. La insolidaridad y la traición sólo merecen desprecio.