Despertar en Barcelona
Friday, 9 de May de 2014 por Ramón
Bon dia. Barcelona, divendres. Amanezco en una playa vacía de personas vestido de náufrago. Hay restos de madera, utensilios, libros, ropa, objetos conocidos, una brújula y un astrolabio. Trato de recordar el momento exacto en el que mi barco chocó contra la roca invisible que me mandó a pique. No debió ser un iceberg, como en el Titanic, porque mi boca sabe a Caribe mediterráneo.
Es la imaginación la que juega conmigo aturdido por el hundimiento. Miles de fotografías de la vida vivida y de la no vivida me golpean el cerebro. Retumban como en una borrachera. En ellas hay sonrisas y lágrimas, esperanzas y fracasos.
Esta es la existencia del navegante: navegar, naufragar y navegar de nuevo. Envidio a los que son capaces de alcanzar los puertos, lugares seguros durante las tormentas. Miro en la playa desierta de personas y en ella está lo esencial: la brújula y el astrolabio. Feliz día.
¡Bravo, Ramón! Más que un náufrago, eres un “lobo” de mar. Y el barco no se hunde mientras las palabras floten. Las tuyas no solo flotan, sino que brotan.
Abrazos,
Alfonso Cobo
Hay vidas lineales y vidas como círculos, que se abren y se cierran. Caer y volverse a levantar: esa es la clave de la existencia.
Hola Ramón:
¿cómo que no hay nadie en la playa? sólo tienes que tirar una bengala y verás como vamos a recibirte.