Morirse con música
Sunday, 10 de November de 2013 por Ramón
Cuando la vida abandona del cuerpo se deja atrás un resto, un nada. Lo llaman cadáver. Dicen que la diferencia entre lo vivo y lo difunto son 21 gramos, el peso del alma. Hay otras almas desechadas, menos transcendentes, que pesan toneladas: ¿cómo se miden las historias jamás contadas, los secretos, las palabras no confesadas, los pensamientos censurados, las emociones, las experiencias? ¿Quién mide los recuerdos heredados de personas pasadas, extintas, los recuerdos que se pierden para siempre como se pierden las lenguas que se extinguen?
En algunas culturas se ama el cadáver, se le lava y aceitea, preparándolo para un viaje que no va a hacer. Es una forma de respeto, de agradecimiento, de despedida y duelo.
El viaje, si existe, es mental: las imágenes que recorren el cerebro en el instante previo de la exhalación, cuando las sustancias químicas de la muerte nos narcotizan. Esa breve película sobre lo único que fue importante es la verdadera esencia, saber si lo vivido ganó la partida a lo dejado de vivir.
A veces doy vueltas a la mía, ultimo detalles, cambio fotos y vivencias por estas otras. Allá permanece mi primera nieve madrileña a los siete años poco después de llegar de Venezuela. Hoy deslizo esta maravillosa versión de Stairway to Heaven de Led Zeppelin. Solo como música de fondo, de acompañamiento sutil para cuando llegue el Gran Salto: de la nada de aquí a la nada de allá.
Me encanta leerte,escucharte,como escribes,lo que dices y como lo dices,y hoy esta canción me trae tantos recuerdos!Gracias,Ramón Lobo,te adoro!
Son los que se quedan quienes recuerdan… Stairway to Heaven!
Me emocionei com tuas palavras…espero que ainda tenhamos um longo caminho para trilhar. Mas restará saber que permaneceremos vivos na memória daqueles que amamos.
Hoy has optado por la trascendencia. Si te sobrevivo (algo improbable), tomo nota, ese día oiré ésta música que nos pasas en homenaje a tu tan prolífica vida de periodista y por si todavía tus oídos la pueden escuchar. El contenido de tu post, me ha causado este ramalazo de seriedad.
Los ojos húmedos de Robert Plant, la cara de emoción de Jimmy Page. El aquelarre eléctrico… Qué cosa mágica y bonita. Y tú entrada. Gracias Lobo.
Cada día echo a andar con lo que soy y lo que conforma mi esencia, esa esencia transmitida por mis ausentes. Siempre queda poso de nuesstra vida en la de los demás. Profundo estás 😀 !
Gran texto y excelente canción, aunque me temo que prepararse para la muerte es algo imposible. La muerte es el viaje a lo desconocido por definición, es el lugar de donde nadie ha vuelto jamás