Cuando preguntar solivianta a los monárquicos
Thursday, 26 de September de 2013 por Ramón
Al parecer es de mala educación preguntar en qué se gasta el Rey el dinero de los españoles. Esto no lo afirma el monarca ni nadie de su familia, que podría tener un pase, sino algunos periodistas cortesanos que se han apresurado a crucificar a la reportera preguntona. ¿Cuál es entonces nuestro trabajo? ¿Callar y cobrar? ¿Escribir y hablar al dictado? ¿Subir el volumen de la televisión plasma? ¿No molestar a las autoridades con las minucias de la corrupción? ¿Ir a cócteles y fiestas de postín? ¿Creernos parte de la Jet Set o como se llame?
Hay uno que dedica su pluma florida a insultar a la persona que hizo su trabajo: querer saber quién paga la operación real en un centro médico privado de Madrid dirigida por uno de los cirujanos de referencia de la Clínica Mayo de EEUU.
Preguntar es la primera obligación del periodista. Ser implacable, desde la educación, la segunda. El deber del político, y de la Casa Real, es preparar bien las respuestas a preguntas inesperadas e incómodas. Se llama profesionalidad. Para eso están los asesores a cargo del bolsillo del ciudadano. Un asesor debe servir para algo más que para bailar el agua, para decir al jefe que es el más guapo del bosque, mucho más que Blancanieves. Nos falta costumbre, tablas.
Los políticos acuden a los platós de televisión a vender sus motos precocinadas. No importa cuál sea la pregunta, colocan su mensaje. Como Botella en la rueda de prensa olímpica. Pocos entrevistadores se atreven a cortar a quien confunde un espacio periodístico con otro de publicidad y propaganda. Pocos repreguntan. Lo hizo hace años Juan Pedro Valentín en Tele 5 con José María Aznar y se montó una buena en La Moncloa. No estamos acostumbrados a la libertad. Responder a las preguntas es respetar a los ciudadanos. Es la base del sistema democrático.
Una parte importante del periodismo español no busca la verdad. Su objetivo es disimularla, ocultarla, retorcerla para lanzásela a la cara al contrario. Si hubiera una buena ley de transparencia podríamos saber quién paga tantas fidelidades. El periodismo que va a sobrevivir no es este de corta y pega, de no pregunta y no molestes, el que se puebla de articulistas vacuos que viven del artificio de los adjetivos ante la falta de sustantivos.
Estamos en tiempos de recortes, de expulsión del sistema sanitario de decenas de miles de sin papeles, de copago y repago a traición, de privatizaciones con ánimo de lucro. No creo que esté de más querer saber en qué gasta el jefe de Estado la asignación aportada por todos, saber si hace un uso responsable de nuestros esfuerzos y sacrificios. También es bueno saber si la doble operación de cadera es barata porque de serlo sería una solución para la las listas de espera: todos a la Clínica Mayo a costa de los presupuestos generales del Estado.
Hola Ramón, como todo lo
Hola Ramón como todo lo que escribes es bestial de bueno, pero me he fijado en el texto y diuce: “…de la Cínica Mayo de EEUU.” No querrás decir Clínica MAyo.
saludos
Lo que dices es evidente e imposible de rebatir. Tan imposible como que esta gente de la caverna quiera verlo.
Hay que diferenciar de quién viene la crítica. Ese psudo-periodista, agarrado al pesebre toda la vida, tiene un problema con las mujeres. Debería hacérselo mirar, porque en cada palabra y frase que vomita demuestra la infelicidad en la que vive. Pobre diablo!!!!
Yo pienso que una empresa privada de este tipo puede salir beneficiada del prestigio que supone operar a un mandatario y con un cirujano de lujo. Creo que no lo pagará nadie, es más cara una campaña publicitaria en la TV para conseguir el mismo objetivo que una operación donde el cirujano, no cobra. Para mí que ha sido un detalle de la Quirón.
Estoy de acuerdo en que las preguntas sobre temas de dinero, en momentos o contextos delicados, no son de buen gusto. Pero lo peor es que eso moleste tantísimo, se presta a dudas y sospechas.
A este Gobierno por lo general le molesta que se pregunte. Les encantaría tenernos calladitos y asintiendo todo el rato. Así sería todo más fácil, más sencillo. Haría y desharían a su antojo. Aunque pensándolo bien ya lo hacen… Sobre el rey y la operación tan famosa ¿quién nos va a explicar algo que vaya más allá de que su majestad podrá deambular esta tarde por la habitación? Sobre esto he reflexionado hoy yo también en http://caucusweb.com/2013/09/26/una-cadera-republicana/
Gracias Ramón por decir las cosas tan claras.
Gracias!!!!! Corregido
Totalmente de acuerdo contigo, haber cuando escucho una pregunta interesante a la salida de la clinica privada. Como porque no se opera en la sanidad publica,? Quien paga? Porque no esta en lista de espera ?
Lobo, ni siquiera es un problema de monárquicos o republicanos, hay algunos que se creen que marcan las pautas y se han de hacer y ver las cosas como ellos dictaminan. No admiten otra perspectiva.
A estas alturas es lamentable que haya que recordar que la labor de un periodista consiste en contar las cosas y que para ello es imprescindible preguntar, incluso a costa de obtener una estupidez por respuesta.
Algunos periodistas y algunos medios han olvidado lo esencial y así les va. Qué decir de los columnistas presos de su columna, atrapados en los límites de la página del periódico para el que escriben. Salud.
Lobo, no conocía tu blog. He leído unos cuantos post.Es increíble a estas alturas encontrar a alguien que sepa expresar tus ideas y explicar como te sientes mejor que tu mismo. Por fin me he dado cuenta que no estoy solo. Soy uno de esos ciudadanos, creo que español, exiliado en su propio país. No se si estoy a la derecha, centro o izquierda. Por que donde realmente me siento, es debajo.
Acabas de ganarte a un incondicional, lo siento.
Eres el mejor. No podrías haberlo expresado mejor.
Aún hace unos días que estuve comiendo de casualidad con un hombre que trabaja de escolta real, muy cercano a la familia. Se quejaba de los periodistas y de que no se vestían de manera adecuada cuando acudían por invitación a algún evento. Yo le explicaba que los periodistas van allí a trabajar no a cenar como si de la ‘jet set’ se tratara, como tú mismo bien dices. Es muy antiguo, aunque sucede, pensar que cuando estamos frente a la Familia Real o gente aristócrata similar les debamos cierto respeto y sumisión y no puedas abrir la boca no vaya a ser que les molestemos y menuda falta de educación esa….
Un saludo
Amén.