En la boca del lobo

No sé si el presidente de Guatemala, el ex general Otto Fernando Pérez Molina, le gustan las ruedas de prensa. No sé si los periodistas acreditados en la que tiene previsto realizar en Madrid están dispuestos a hacer preguntas al mandatario. Me permito dar algunas ideas.

1) EL PROBLEMA DE LA TIERRA ¿Cuándo va a cumplir Pérez Molina su promesa de entregar tierras a las 769 familias que fueron expulsadas de forma violenta del valle del Polochic, hace casi dos años?

No es un caso menor ni aislado. Es un síntoma. La tierra fue una las causas de la guerra civil y del genocidio de decenas de miles de indígenas. Guatemala es uno de los países con más desaparecidos per cápita del mundo. La tierra sigue siendo, bajo una democracia formal, la causa del hambre, la miseria. Lo denuncia Rigoberta Menchu. También, la representante de la Alta Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Existe una campaña internacional de Oxfam que se apoya en el movimiento Vamos al Grano (una agrupación de 25 asociaciones y colectivos guatemaltecos). El objetivo es frenar el acaparamiento de tierras.

“El caso de Polochic ejemplifica todo lo malo de una política agraria equivocada y de un sistema alimentario roto, que potencia y protege la creación de grandes latifundios de monocultivos y desplaza a los pequeños agricultores que son los que producen los granos básicos para la alimentación de la población”, afirma Ana Eugenia Marín, portavoz de la Campaña CRECE de Ixfam en Guatemala.

El caso Polochic en dos vídeos:

2) DERECHOS HUMANOS. También podríamos preguntar por los juicios contra los militares que dirigieron, fomentaron o consintieron el genocidio. Además del previsto el 14 de agosto contra el ex dictador Ríos Montt y su jefe del espionaje militar, general José Rodríguez Sánchez, existen miles de casos de violaciones de derechos humanos que siguen impunes, sin cerrar, como el del obispo Gerardi.

Se puede consultar la página de La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.

Los campesinos y los indígenas son los grandes perdedores de la desmemoria y la ocupación de sus tierras; que no lo sean también de nuestro silencio.