Día 31 Yo pisaré las calles
Wednesday, 7 de November de 2012 por Ramón
Llega el 8 de noviembre; acaba el plazo legal de lo que la ley llama periodo negociador del ERE, un eufemismo. No tengo ni idea de qué pasará en las próximas horas, de si habrá una propuesta a la altura de esta plantilla o un desacuerdo que nos lleve a los tribunales, a una larga batalla. Me encantaría un punto y final pactado, justo, digno. Quizá sea la última canción de la orquestadeltitanic. Me gusta esta de Pablo Milanés. Es una declaración de principios, una esperanza.
Lobo,
quizás uno de los problemas resida ahí, cuando muchos periodistas dejaron de pisar las calles. Suerte y ánimo. Salud.
Nota.- espero verte pisar las calles nuevamente.
Estas situaciones tienen siempre como consecuencia la separación o desunión de la gente de los equipos que trabajaís juntos.
Creo que algunos, por la edad, pueden considerarlo una prejubilación decente comparada con lo que le ocurre al trabajador de la mayoría de las empresas. Además, vosotros que estaís acostumbrados a observar la realidad, interpretarla y transcribirla este desenlace puede suponer un montón de tiempo libre para escribir de otra forma, para otras audiencias incluso para vosotros mismos. Los damnificados seremos los lectores.
Espero que no os deje secuelas tanta tensión y que ninguno de mis periodistas favoritos de El País dejen de serlo, pero en este entorno no es lo más grave que está ocurriendo. Después de los médicos y los profesores de la pública, vosotros corríais un gran riesgo en una empresa privada “degenerada” como El País.
Te deseo suerte, suerte, suerte.
Enhorabuena por tu sitio, transmites un estupendo día a día a través de la música, y ……. ¡¡suerte!!
Buenas noches!
Que todo vaya según tus deseos y sobre todo que no se resienta la salud. Suerte.
Buenos días Lobo amigo. Retornarás a los libros y las canciones. Todos lo haremos más temprano que tarde.
Hoy habrá un antes y un después para El País, pero por desgracia eso significará también un antes y un después para el periodismo progresista y, por tanto, un antes y un después para nuestro país. Tristeza