Tren, voces y el 3G
Friday, 17 de September de 2010 por Ramón
Lo sé; es la teoría de la tostada y la mantequilla pero cada vez que viajo en Ave me toca cerca una persona maleducada. En este caso es una mujer de cuarenta y bastantes no bien llevados, con voz cazallera, moreno Uva, acento de Madrid y malas costumbres de urbanidad. La tipa se ha sentado en el asiento 3C del vagón 3 ( el mio es el 5B) y se ha puesto a hablar por el móvil en voz alta con un absoluto desprecio a los demás. Ni los auriculares lograban silenciarla. Es una falta de respeto, una invasión de la intimidad de los demás. Debería existir una portezuela para lanzarlos al mar, para que hablen con los peces. He aprovechado el paso del revisor para quejarme del incordio. La señora ha enmudecido y acaban de dar un aviso por megafonía para que los pasajeros usen el teléfono en las plataformas. Me siento doblemente triunfante. Porque se calló y porque no he tenido que saltarle a la yugular.
Voy al sur, a ver a Miguel Ríos en el último concierto en su ciudad, Granada. Solo quería sentir un poco la música, ver la puesta de sol a no sé cuantos kilómetros de velocidad y tener un poco paz pues aun estoy en proceso de recolocación. Deberían existir vagones de silencio. Ahora bajo la persiana de las palabras hasta el lunes por la mañana. Necesito buscar nuevas, recargarme, vivir. Buen fin de semana a todos.
Y también decir que me he acordado mucho de la madre de Telefónica. Cobra un servicio de 3G qua falla constantemente. Ellos lo llaman negocio, yo…
Que disfrutes de Granada, de Miguel Rios (y sus amigos cantantes) y que disfrutes relajadamente (o no) del fin de semana sureño.
Que pase un buen fin de semana!!!
La grosería triunfa con nuestra anuencia. Ramón, te quejaste al revisor e hiciste muy bien. Pero muchas personas que viajan en AVE soportan la mala educación sin hacer otra cosa que gruñir en voz bien baja, no sea que se les oiga.
Creo que no debería haber ningún problema en decirle a otros, de forma educada pero firme, que están molestando. Eso no es un síntoma de ser un borde desagradable: es que hay una especie de “no-pasa-nada” cobardón que deberíamos erradicar de nuestro comportamiento.
Yo en esas situaciones utilizo una técnica -hasta ahora- infalible. Me dirijo a la persona en cuestión y con la mayor amabilidad del mundo y un poco más, le pido lo que sea menester. Si evitas la confrontación tienes muchas más oportunidades de ganar que dándote de ostias. Para eso siempre hay tiempo. Es también una técnica cruel con los dependientes o similares maleducados. Les dices con la mayor amabilidad y una sonrisa – y sin un ápice de ironía- “gracias, es V. muy amable” a ser posible con público delante.
Salu2
Algún día tendremos que hacer un blog a tus compañeros de asiento en el tren… ¡a saber qué contaban! 8)
que tengas fin de semana redondo redondo vamos que te lo pases bien!!
Deberíamos aprender las cosas buenas de los nipones… En Japón, aunque pagando un poquito más, tienes en los trenes los llamados “Silent Cars” o, lo que es lo mismo, vagones donde sólo se puede viajar en silencio.
Si supiéramos coger sólo lo bueno…