Srebrenica, el arte de lo posible
Monday, 12 de July de 2010 por Ramón
Srebrenica es una aldea bañada en muerte; en su recuerdo y su presencia. Cada aniversario de la matanza se produce un enterramiento masivo. Es su forma de medir el paso del tiempo. Hoy, 775 cuerpos que se suman a los casi 4.000 sepultados . Faltan muchos hasta los 8.000 varones musulmanes asesinados en julio de 1995. Los restos están repartidos en bolsas a la espera de las pruebas de ADN o en fosas comunes secretas.
Es imposible la justicia completa donde los crímenes son masivos. Sólo se puede lograr una cantidad suficiente de justicia que permita la sensación de que se ha hecho justicia. Srebrenica es, junto al cerco de Sarajevo, el símbolo máximo de la guerra de Bosnia. No hay justicia en Srebrenica porque siguen los desaparecidos y el jefe militar de aquella masacre, el general Ratko Mladic, permanece en paradero desconocido, seguramente en algún lugar de Serbia.
Los acuerdos de Dayton en diciembre de 1995, que pusieron fin a 44 meses de guerra, son la cárcel de Bosnia, un cordaje que impide reformas políticas y constitucionales que ayuden a dejar atrás a los partidos de la guerra, a los nacionalismos croata y serbio y la utilización de las víctimas por parte de dirigentes musulmanes.
El error de aquellos acuerdos está sobre todo en su simbología: premiaron a los ideólogos de los asesinos al entregar Srebrenica a la República Srpska, la entidad serbia de Bosnia. También sucedió con Foca, donde hubo violaciones de mujeres.
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