El fútbol, más que un juego
Saturday, 26 de June de 2010 por Ramón
Como nos enseñaron la cultura en módulos estancos -en los que nunca había conexión entre Literatura y Música, por ejemplo, y en Historia jamás se llegaba al siglo XX ni se detenía en Asia-, no sabemos leer la realidad sin muros y etiquetas. Por eso cuando vemos un partido de fútbol sólo somos capaces, por lo general, de ver un partido de fútbol: una pelota que rueda con mucha gente que corre más o menos ordenada a su alrededor.
Este Mundial es un ejemplo de todo esto. Los cronistas aseguran que el juego es plano, simple y aburrido. Si observas sólo el movimiento de la pelota es así, pero hay otras lecturas más políticas y sociales.
La selección orgullo de la multiculturalidad se estrella a la primera de cambios entre motines y expulsiones. Francia ha sido el paradigma de lo que sucede cuando una crisis se instala en el grupo. Lo que en la victoria se veía como expresión de grandeur -y a la gente de color (negro) y a los hijos o nietos de Argelia como atributos de orgullo y tolerancia-, en la derrota y en la escasez se empiezan a catalogar de elementos sospechosos. Son los Otros, que no cumplen bien el papel de blancos de pata negra (con perdón).
Cuando un sistema fraudulento se encalla, las bolsas se desploman y los millones de todos (los demás) se esfuman en los bolsillos de unos pocos, empezamos a ver al inmigrante que construyó nuestras casas desde un andamio sin derechos -y, en los casos más afortunados, con un contrato basura- como un ladrón de puestos de trabajo, un diferente que atenta contra nuestra cultura superior.
Es posible que todo esto sea una exageración y el problema de la selección bleue es más simple: era mala y peor dirigida por un tipo antipático que se cree el mejor del mundo. Pasa en todos los ámbitos, siempre hay alguien que se exagera ante el espejo. Ésa es la función real de los espejos: devolver lo que queremos ver sin comentarios.
Italia perdió con italianidad. Supongo que la ley mordaza que se ha inventado Silvio Berlusconi para que nadie escriba o hable de sus tejemanejes o los de sus amiguitos sirve también para la azzurra. No sé si la calamitosa actuación de la selección es un reflejo exacto del calamitoso estado ético del país que más me gusta en su conjunto después, claro, de Sierra Leona, pero lo peor son las declaraciones de Fabio Cannavaro, que habla de un periodo negro de 25 años.
Y Sarkozy, con la que está cayendo, de charleta con Henry. ¡Otro que le enseñaron la vida por módulos! Ahora tocan dos: cortina de humo y oportunismo.
Ya han dicho los sindicatos franceses que si se recibe a Thierry Henry en el Eliseo por una huelga de 22 ricos, por qué no recibe a los dirigentes sindicales por una huelga de miles de afectados por los recortes… paradojas eliseas.
Por otro lado, Ramón comparto contigo el gusto por Italia (…a pesar de…); en este mundial han tenido lo que se llevaban mereciendo desde hace muchísimo tiempo, por el NO FÚTBOL que practicaban, aunque les haya dado resultados positivos en muchas ocasiones.