11-M, división y desmemoria
Friday, 12 de March de 2010 por Ramón
Pasó otro 11-M con las víctimas divididas, separadas por un abismo de rencores y desencuentros creados desde fuera que ni la muerte sirve para unir. Seis años del peor atentado de la historia de España y seis de la Gran Mentira por cuyos rescoldos aún caminan, eso sí con más disimulo y tiento, los manipuladores, los oportunistas y los idiotas, que de todo hay en periodismo y política. Cuando observo la fotografía de Mariano Rajoy, tan fuera de sitio ayer en el Congreso, me estallan en la memoria sus declaraciones y las de otros prohombres y mujeres de su partido en aquellos días y en los cuatro años que siguieron defendiendo lo indefendible hasta que dejó de ser rentable.
Me cuesta pensar que este tipo, a quien tan bien retrata Peridis en sus viñetas del santo vago Job, pueda ganar unas elecciones sin antes pedir públicamente perdón a las víctimas y a los españoles en general por faltarles el respeto. ¿Perdón? No sucederá; en política no hay autocrítica ni pensamiento, sólo maquillaje, autobombo y utilización.
Ayer me acordé también de otros muertos y de las decenas de heridas que este país aún no sabido cerrar. Son una prueba de nuestra cobardía y escasa generosidad. Faltan líderes valientes y valores. Falta una sociedad civil que decida recuperar la ciudadanía y ejercer el verdadero control de la política, el de cada día.
Este mes se cumplen 68 años de la muerte del poeta Miguel Hernández. He encontrado esta joya, la versión de Vientos del pueblo de Manuel Gerena:
División, desmemoria, interés propio, egoísmo, sectarismo, ignorancia, tergiversación, mi, mío, etc. etc. en contraposición al: Amor, Compasión, Cuidado, Solicitud, Ternura, Razón, Universalidad, etc., etc.
Del ego individual, al ego social. ¿Cómo podemos esperar algo bueno, de esta pobreza interior?
En política no hay autocrítica, por eso se requiere de prensa libre. Vivo en un país sin diarios de centro o de izquierda.
“otros muertos y de las decenas de heridas que este país aún no sabido cerrar. Son una prueba de nuestra cobardía y escasa generosidad. Faltan líderes valientes y valores. Falta una sociedad civil que decida recuperar la ciudadanía y ejercer el verdadero control de la política, el de cada día”. Estás palabras me parecen acertadísimas; en mi opinión, mientras esas heridas no se cierren de verdad, la transición estará inacabada.
Un saludo, Montse
Me alegra ver que aunque haya pasado todo el día en un el Congreso de Periodismo Digital, siga con sus posts. Puede parecer que a fuerza de costumbre a uno le salgan solos textos como el de arriba, pero, para mí, el esfuerzo (mucho o poco) merece la pena.
Por cierto, enhorabuena por el premio, que creo que no tuve oportunidad de decírselo el viernes; y también, gracias por la firma que me dejó a falta de libro que dedicar.