Propuestas contra la molicie
Friday, 5 de March de 2010 por Ramón
Un libro: Seguiremos informando (Catarata). Sale a la venta a mediados de este mes. Lo ha coordinado con gran paciencia y tino Aurelio Martín. Recoge textos de los 25 premios Cirilo Rodríguez y las biografías de los ganadores escritas por los ganadores. Los cruces pueden ser divertidos e interesantes. Escriben también, entre otros, Pedro Altares, alma máter del premio y maestro de periodistas, fallecido en diciembre de 2009, y Enrique Meneses, uno de los grandes que merecería más admiración y cariño de los que le damos.
Una película: En tierra hostil (The hurt locker) de Kathryn Bigelow. Apuesto a que será la primera mujer en lograr el Óscar al mejor director. Tiene muchos matices y frases geniales (“acabamos de crear un insurgente”). No es sólo una película de guerra. El manejo narrativo de los tres personajes centrales es extraordinario. Me encanta el héroe adicto al peligro y la manera seria, inconsciente, profesional y casi humorística que se enfrenta a él. Me gusta cómo Bigelow muestra su tortura interior en la escena de la ducha. Imprescindible. Y si has estado en Irak, más.
Un link: Mente Ottica de la fotógrafa freelance italiana Ilaria di Baggio. Grande.
Una canción: Después de Puerto Príncipe tembló Concepción y gran parte de Chile. Aunque el segundo terremoto fue 800 más fuerte y produjo un maremoto, los daños en uno y otro representan la diferencia abismal entre el Tercer Mundo y el Primero. Vi hace muchos años a los hermanos Parra en Madrid. Fue un concierto lleno de emociones al que se sumaron Quilapayún e Inti Illimani. Esta canción es para ese país al que me siento muy unido desde el 11 de septiembre de 1973. De haber nacido chileno, sería a buen seguro un desaparecido. Se llama Cuartetas por Diversión:
Una sonrisa: Visto en El Descodificador de Javier Pérez de Albéniz (enhorabuena por el premio Blasillo). Este vídeo nos muestra un ejemplo de periodismo de primera por parte del hombre que decía aquello de estas son las noticias y así se las hemos manipulado (perdón, contado). No hay nada como ser liberal para liberarse de ciertas ataduras de la ética. Esperanza Aguirre es así de bromista:
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Una frase: “Parezco condenado a empezar siempre de nuevo”. (Graham Greene vía Cecilia Ballesteros)
Un inclasificable: Canción última de Miguel Hernández:
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruidosa cama.Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.El odio se amortigua
detrás de la ventana.Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
Una reflexión: Una amiga trató de educar a su hijo delante de las imágenes del terremoto de Haití. Le explicaba cada día lo que era la pobreza y para qué servía la ayuda recogida en su casa. El niño preguntaba cada mañana por los habitantes de aquella isla hasta que dejó de salir en la televisión. “¿Por qué ya no hablan de ellos? ¿Ya no hay pobres allí?”, preguntó el niño. Chile sustituye a Haití en la vorágine. Pronto otro país reemplazará a Chile en nuestra cadena de olvidos.
Ramón, me quedo con cada detalle compartido, pero especialmente con tu reflexión, y es que esa misma pregunta que hacía ese niño a su madre me la hago yo todos los días, y mira por dónde, quiero ser corresponsal. La respuesta la conozco a medias, pero llega un momento en que te pierdes entre las líneas que dibujan el laberinto, y al final nos perdemos. Lo que nos hace diferentes, es nuestra decisión: ¿nos dejamos enredar o intentamos encontrar otro camino? Gracias, Ramón.
Gran película The Hurt Locker. Como El caballero negro. Una película de género que lo mejora y que es la mejor película norteamericana del año. O de las tres mejores.
Precisamente hoy comí con Aurelio Martín. Estuvimos hablando del libro. 🙂
Me dispongo a empezar un libro que llevaba tiempo buscando. En la tapa se lee algo así como: “Los viajes de un corresponsal de guerra al corazón de las tinieblas del fin de siglo”. Y eso del “corazón de las tinieblas” me lleva de Conrad a Woody Allen, y me recuerda aquello de “a qué distancia quedará eso del centro, y hasta qué hora estará abierto”. Y dudo si es el estado de ánimo equivocado para empezar el libro, o justamente el más propicio. En fin, que voy a ver qué me cuenta este sujeto.
Un saludo, Lobo.
Hace unos años, cuando aun estudiaba, te conocí en una conferencia. te sentaste a mi lado, y conversamos unos minutos. Unos días más tarde, atraída por lo que contabas, leí “un héroe inexistente”, y me dio mucho que pensar. Años más tarde me encuentro en Chile, viviendo en carne propia algunas de las historias que conocí a través de ti. Acabo de llegar de Concepción, soy periodista trabajando para una agencia internacional. Sigo en Santiago, y la verdad es que la situación es muy crítica para aquellos que lo perdieron todo. Pienso mucho en tus cuadernos de Haití a la hora de escribir.
Abrazos
Mensaje que envía Gervasio Sánchez, gran conocedor de Chile. Cuelgo su puntualzación por su interés:
Es cierto que la diferencia entre Chile y Haiti es abismal pero ha influido fundamentalmente que el terremoto de Chile se produjo a 115 kilómetros de Concepción en el interior del mar y a 35 kilómetros de profundidad. Si se hubiese producido en un lugar parecido al de Puerto Principe y con esa magnitud no quedaría nada de Concepción ni de muchas otras ciudades y en Santiago se hubieran venido abajo un montón de edificios.
Un abrazo
Gerva
Ramón, gracias por tratarme con tanto cariño. Parezco el jarrón chino de la familia periodística. No os preocupéis, conmigo no se extingue nada. La saga sigue y seguirá cuando alcancéis mi edad y como Enrique San Francisco, sin vuestra cerveza…estéis jodidos!