Tiger Woods, víctima de una bebida energética
Thursday, 10 de December de 2009 por Ramón
El país que entró en una guerra con mentiras (Irak) y en otra con medio verdades (Afganistán) anda revuelto porque Tiger Woods ha tenido un par de faltas extramatrimoniales. Bueno; un par, un par, no: nueve que se sepa y todas con señoras de alto poderío acústico (por lo mucho que declaran), no por lo que muestran en las fotografías (que apenas me fijo; es un decir). El caso es que el golfista Woods, de color negro como Barack Obama, perdió el papel del bueno del cuento y en cuestión de días ha pasado a ser el villano, el pichabrava, con perdón, que va por la vida de cama adúltera en cama adúltera.
En EEUU, como en España, ha dejado de existir la presunción de inocencia, al menos periodística. ¿Por qué renunciar al titular de la mirada de un asesino o escrutar en los calzoncillos de un deportista? Es la nueva prensa; así cree que se salvará de la quema cuando será la primera en esfumarse, la que aparcó lo importante para cebarse en lo intrascendente, en el espectáculo y la estupidez.
Los patrocinadores americanos de Woods le huyen como la peste, cancelan anuncios y no sé cuantas cosas más. La bebida Gatorade ha informado de que retira del mercado Gatorade Tiger Focus y añade en su nota de prensa que la medida no tiene nada que ver con la vida privada del astro del golf. No pienso beber nunca Gatorade ni sus derivados. Primero, por mentirosos; segundo, por no reconocer su responsabilidad en este desgraciado asunto. La culpa de que Woods no pare en casa la tiene la bebida energética, que se pasó de carburante.
Siempre me ha sorprendido esta doble moral tan anglosajona y que EEUU lleva al paroxismo. Nadie, siquiera la puritana Gatorade, se escandaliza del goteo diario de muertos americanos e iraquíes y de la pantomima que se ha convertido la guerra de Afganistán.
Entre un tipo de gatillo tan fácil como Bush, a quien no calificaré judicialmente por aquello de la presunción de inocencia, y un tipo generoso y desprendido como Woods, me quedo sin dudar con Tiger. Lo suyo es, como mucho, un asunto de familia. Lo del ex presidente… Lo del ex presidente es mucho más grave. Al menos tenemos un consuelo: irá al infierno y allí se encontrará con sus amigos de las Azores y con Federico Trilero, perdón Trillo. ¿Qué no existe el infierno? ¡Venga! ¡No me fastidiéis el cuento! ¡Qué es Navidad!
Santo varón..Este tío es mas hombre que el mismisimo Tito Flavio(el único inocente) o el Gran Berlus…
Grande!!!!!
gracias
Eso es porque piensan que sus vidas valen más que las de los demás.
saludos
🙂
Excelente. Todo. Desde el pensamiento hasta las orejas.