Manual contra la grisura
Thursday, 3 de December de 2009 por Ramón
Hay días en los que la grisura ambiental te aplasta. A veces son las nubes en formación, unas gotas que no terminan de romper en lluvia o unas calles repletas de luces apagadas de navidad; otras son las malas noticias o el aburrimiento que mata cualquier ilusión. Hay días grises en los que la incertidumbre te rodea y levanta sus banderas de combate y frente a ellas dan ganas de izar la blanca y rendir armas e ilusiones. En esos días que se construyen de derrotas, la música es el mejor antídoto para domesticar los fantasmas, sentarlos a tu vera y charlar durante un buen tiempo con ellos de asuntos más o menos intrascendentes. Esta La Storia de Francesco de Gregori es de mis favortitas. Su letra, maravillosa: la historia somos nosotros, somos nosotros los que escribimos la historia, los que tenemos que vencer o perder…
La storia siamo noi, nessuno si senta offeso,
siamo noi questo prato di aghi sotto il cielo.
La storia siamo noi, attenzione, nessuno si senta escluso.
La storia siamo noi, siamo noi queste onde nel mare,
questo rumore che rompe il silenzio,
questo silenzio così duro da l’contare.
E poi ti dicono “Tutti sono uguali,
tutti rubano alla stessa maniera”.
Ma è solo un modo per convincerti
a restare chiuso dentro casa quando viene la sera.
Però la storia non si ferma davvero davanti a un portone,
la storia entra dentro le stanze, le brucia,
la storia dà torto e dà ragione.
La storia siamo noi, siamo noi che scriviamo le lettere,
siamo noi che abbiamo tutto da vincere, tutto da perdere.
E poi la gente, (perchè è la gente che fa la storia)
quando si tratta di scegliere e di andare,
te la ritrovi tutta con gli occhi aperti,
che sanno benissimo cosa fare.
Quelli che hanno letto milioni di libri
e quelli che non sanno nemmeno parlare,
ed è per questo che la storia dà i brividi,
perchè nessuno la può fermare.
La storia siamo noi, siamo noi padri e figli,
siamo noi, bella ciao, che partiamo.
La storia non ha nascondigli,
la storia non passa la mano.
La storia siamo noi, siamo noi questo piatto di grano.
Hoy me has calado. Mi día ha sido gris plomo Tanto que, ha estado raramente plagado de silencio, sin música… Y eso es imperdonable. Mañana le pongo remedio.
Abrazo.
M.
Ramón estamos en la época, dicen, de la depresión, la melancolía y la fibromialgia. También añado, de malos tiempos para la lírica.
Hoy rectifico, te leo y eres lírica y música a la vez.
Un abrazooooo y mucho ánimo.
Buenos días, señor Lobo. Hoy estaba curioseando por Internet cuando encontré este texto: http://www.fp-es.org/ee-uu-se-incorpora-a-la-guerra-civil-de-uganda Si bien es cierto que hay información sobre el LRA, no he encontrado mucho más al respecto. ¿Qué nos podría comentar sobre la situación de Uganda y la intervención de EEUU? Muchas gracias y un saludo.
A través de mi ventana el dia es gris.Es como un espejo que se refleja en el alma. Pero pienso, cuántos dias grises,tristes,sin sol,..sin espejos existen para otros ( explotados, oprimidos,olvidados, enfermos….que te voy a decir yo a tí Ramón…) y con la única música de sus lamentos.
Aquí el dia es gris sí, pero escucho la música de ese gallo afónico.., el burro..que aunque su rebuzno parece triste nos hace sentir que vive.
Y aquí aunque el dia, aunque el alma esé gris…, en cualquier momento puede salir el sol.
Para arrancar una sonrisa:
Un hombre de color verde, va en su coche verde, por la carretera verde y en el cruce verde tiene un accidente. Paran para socorrerle varios señores de verde, que con sus luces verdes y sus teléfonos verdes llamán a los médicos que llegan vestidos de verde en una ambulancia de la cruz roja y se fastidia el chiste.
(me lo contó mi hijo hace unos días). Hay veces que lo más sencillo es lo más eficaz.
Si el día es gris y al abrir el periódico no se ven más que corbatas, sólo nos queda apagar e irnos (un ratito).
Saludos
Un amigo fotoperiodista me dijo que para los días grises lo mejor es llevar un prisma en el bolsillo, sacarlo y mirar ese gris a través de él. Y dijo: el gris está en la luz más bella, al alba y al crepúsculo, tan solo hay que mirar bien. La experiencia me confirma que es un buen consejo.
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Con los días grises hay que convivir y con los esplendidos,disfrutarlos.
No hay que darse por vencido,ni aun vencido.
Un fuerte abrazo
Carlos