Periodismo de clichés y latiguillos
Saturday, 28 de November de 2009 por Ramón
Hay redactores (y algunos jefes) que escriben “El Gobierno ha dado luz verde a la economía sostenible” y se quedan tan panchos. No suenan alarmas ni entran los Geos en tropel para repartir mamporros. Nada de eso sucede. Incluso hay gente que felicita al autor del latiguillo, una de las lacras de la profesión y una muestra de falta de talento (otra lacra). Creo que fue Salvador Dalí quien dijo algo así: “El primero que comparó los pétalos de una rosa con los pechos de una mujer era un poeta, el segundo un plagiador y el tercero un idiota”.
George Orwell, que en el arte de escribir dejó algunas joyas, tiene seis normas que la revista The Economist asume como herramienta de trabajo:
1. Nunca utilice una metáfora, símil u otra figura retórica que esté acostumbrado a leerla impresa.
2. Nunca utilice una palabra larga cuando sirve una corta.
3. Si es posible suprimir una palabra, suprimala.
4. Nunca use el pasivo donde pueda usar la voz activa.
5. Nunca emplee una palabra extranjera, científica o de jerga si puede encontrar una equivalente en su idioma (licencia del traductor; Orwell dice “en inglés”).
6. Rompa cualquiera de estas normas antes de blasfemar contra ellas (otra licencia del traductor).
Después están los clichés, esas palabras que empleamos para todo y que terminan por no decir nada: “Fuentes oficiales aseguran…”. Existe una página web que se llama Kill the Cliche en la que se establece una clasificación diaria de clichés y otra de periodistas autores de clichés. Supongo que alguien con tiempo libre haría maravillas en el periodismo español.
PD A veces también uso cliclés, pero casi nunca latiguillos (espero).
El problema es que de tanto usar estos latiguillos y clichés ya pasan desapercibidos para lectores y periodistas.
Creo que un día haré una lista con todos los males que vas denunciando en el periodismo actual, la imprimiré y cada día, cuando termine mi página, comprobaré punto a punto no haber caído en esos errores 😉
Un abrazo.
El maltrato al lenguaje es un mal demasiado extendido en los tiempos que corren. Es especialmente penoso en una profesión que lo utiliza como herramienta de trabajo. Otro ejercicio para que se revuelvan las tripas hasta la náusea es escuchar algunas de las tertulias políticas de la radio, llenas de periodistas, donde las patadas a la sintaxis, los puñetazos a la semántica y la utilización cada vez con menos pudor de las palabras malsonantes, cuando son incapaces de encontrar el sinónimo adecuado, provocan en mi una respuesta cada vez más inmediata: apago la radio.
Lobo, es verdad, pero yo que siempre afirmo que estamos maltratando permanentemente el lenguaje, en especial políticos y periodistas, he llegado al límite de la flagelación. Ya se que el lenguaje es una de las herramientas del periodista, pero oigo a la gente hablar en la calle, en el trabajo, en las tiendas, en los medios de comunicación (radio y televisión) y no aprecio que cuiden el lenguaje y tampoco veo a determinados profesionales reconocer constantemente sus errores en su profesión. El periodismo está castigado por la precariedad laboral y el intrusismo y los periodistas acusados de corporativistas, pero conozco poco profesiones tan autocríticas y a la par tan escasamente reivindicativas como ésta. Lo del talento, se tiene o no se tiene, en muchos casos esos latiguillos y eso clichés que utilizamos TODOS son más producto de la escasez de tiempo, de las prisas, de las condiciones en que se trabaja, que de la falta de oficio del periodista. En otros se trata de querer llegar al máximo número imaginado (que siempre he ignorado qué cifra es) y para ello se abusa de ese tipo de titulares o recursos que por el exceso de uso dejan de convertirse en recursos. Salud.
Lobo, perdón, las prisas no son buenas compañeras. Quería escribir siempre, en lugar de simpre. Y cuando escribo sobre llegar al máximo número imaginado me refiero de personas (oyentes, lectores, telespectadores). Salud.
Está fino, saludos,
r.
P.D.: En “3. Si es posible……………suprímala……….”
lo siento, celo profesional.
🙂
Gracias por el post… Perdón, gracias por el comentario… Pero post es más corta que comentario… Bueno, dejémoslo ahí.
Te felicito y te emplazo a que algún día hagas una reflexión sobre la envidia en el periodismo. Estoy seguro de que podrías escribir un libro. Uy, metáfora trillada.
Un abrazo desde Centroamérica.
No se puede decir algo de manera tan clara, clara como… ¿el agua de la fuente? Tienes más razón que un santo, no se puede bloguear mejor y seguiremos pues a la expectativa para futuras entregas online.
Saludos cordiales
Siempre le leo y disfruto. Hoy, además, me he reído: “El primero que comparó los pétalos de una rosa con los pechos de una mujer era un poeta, el segundo un plagiador y el tercero un idiota”. No conocía esta frase y es grandiosa.
Un saludo y gracias.
[…] Periodismo de clichés […]
En realidad ha dado luz ver al anteproyecto que aún tiene que pasar por el congreso (el miércoles lo expondrá Zapatero ante el pleno), de igual forma que ocurrió con el IVA, que aún tenía que pasar por el congreso cuando se aprobó el anteproyecto en el consejo de Ministros.
Lo que pasa que a veces, es más efectivo decir que el gobierno hace esto y aquello, olvidándose de los tiempos políticos
[…] Por George Orwell. Lo explica Ramón Lobo. […]
[…] Por George Orwell. Lo explica Ramón Lobo. […]
Qué sería de algunos periodistas y de muchos políticos sin las temidas “hojas de ruta”…
Son buenas reglas, sí; para escribir en periodiqués, quizá.
A algunos, por el contrario, nos fastidia sumamente esa “prosa internacional” tan en boga, es decir, la que utilizan los (malos) traductores de las (malas) novelas anglosajonas, y su legión de plagiarios: Palabras cortas, frases cortas, pensamientos cortos; períodos sencillitos, estilo enunciativo constante y machacón, yuxtaposición de elementos análogos permanente…
Por otra parte, el señor Orwell no se da cuenta de que en el Ministerio de la Verdad habrían adoptado sus reglas sin vacilar.
[…] Gracias a Ramón Lobo descubro estas seis normas de George Orwell que The Economist toma como credo: 1. Nunca utilice una metáfora, símil u otra figura retórica que esté acostumbrado a leerla impresa. 2. Nunca utilice una palabra larga cuando sirve una corta. 3. Si es posible suprimir una palabra, suprimala. 4. Nunca use el pasivo donde pueda usar la voz activa. 5. Nunca emplee una palabra extranjera, científica o de jerga si puede encontrar una equivalente en su idioma (licencia del traductor; Orwell dice “en inglés”). 6. Rompa cualquiera de estas normas antes de blasfemar contra ellas (otra licencia del traductor). […]
Muy bueno, Ramón. Hace días publiqué algo parecido en El Mundo.
Y nunca empiece por una conjunción.
La regla nº5 a día de hoy la mayor parte de la gente la interpreta justo al revés.
hola Ramón,
mira, he caido de nuevo por aquí. El azar ha hecho que esta tarde dejara mis asuntos más urgentes y escribiera una breves lineas, precisamente sobre el arte de la escritura, al cual me acerco ya como quien mira el fuego y piensa que algún día arderá en él inexorablemente. Si ves algún ápice de de la envidia en el texto dímelo y lo quemo, y si no, no te preocupes, cualquiera puede equivocarse, incluso tú, o yo claro. sana ironía.
http://reformasyobras.wordpress.com/2009/11/28/un-ratito-de-gloria/
espero que no lo consideres una troleada y sí una réplica con derecho a dúplica, siempre. Un abrazo.
[…] recogí las propuestas de estilo de George Orwell que rigen en la revista The Economist. Las de Fronterad declaradas en su Hoja de estilo no las […]
[…] 29 Noviembre 2009 · Dejar un comentario Según Orwell, encontrado en el blog de Ramón Lobo. […]
Los latiguillos y los clichés…un espectáculo dantesco que tenemos que soportar día tras día…
Ramón, lo de la boca del lobo es un cliché. xD
Muy bueno gon. Pero es poesía. Mi apellido me permite licencias -)
[…] Vía Ramón Lobo, una web que recopilá clichés y latiguillos utilizados por más de 2.000 periodistas en sus artículos. Por ahora sólo en inglés, pero cuántos caeríamos en España […]
[…] En la boca del lobo: Periodismo de clichés y latiguillos […]
[…] En la boca del lobo: Periodismo de clichés y latiguillos […]
[…] En la boca del lobo: Periodismo de clichés y latiguillos […]
Auto Insurance Franklin Tn…
Periodismo de clichés y latiguillos | En la boca del lobo…
aloe vera
Periodismo de clichés y latiguillos | En la boca del lobo
[…] a estas reglas contra los clichés en Escolar.net, que a su vez ha leído a Ramón Lobo en su blog, y que fueron escritas por George Orwell y asumidas nada menos que por The Economist en su guía de […]
Gracias por el post… Perdón, gracias por el comentario… Pero post es más corta que comentario… Bueno, dejémoslo ahí.
Te felicito y te emplazo a que algún día hagas una reflexión sobre la envidia en el periodismo. Estoy seguro de que podrías escribir un libro. Uy, metáfora trillada.
Un abrazo desde Centroamérica.