Postales de Nueva York / La ciudad caminable
Monday, 28 de September de 2009 por Ramón
Hay ciudades por las que apetece caminar. Una fuerza extraña se apodera de los pies del visitante, sea turista, viajero o gorrón, como es mi caso, que le obliga contra toda lógica a recorrer distancias enormes sin una dirección precisa y sin un motivo sólido, sólo por el placer de caminar, ver, escuchar y oler. Nueva York es de las más peligrosas, mucho más que la apetecible Londres. El terreno plano y la numeración sencilla de sus calles resultan una combinación irresistible en la que los rascacielos se convierten en puntos de referencia engañosos. “Pero si está al lado”. En Nueva York casi nada está al lado.
Al norte de Houston Street -la que se pronuncia Haston o Jaston y que es la frontera del Soho-, la numeración de la calles sigue números correlativos. No necesita de muertos ilustres ni de ayuntamientos con patrocinadores poderosos a los que compensar con la eternidad relativa de algún ancestro. La Quinta avenida divide la Gran Manzana es dos mitades, el Este y el Oeste, información cardinal que incluyen todas las direcciones a las que se añade, por precisión, entre qué calles o avenidas se encuentra la manzana. Un ejemplo: 233 East 52 Street entre la Primera y la Segunda Avenida. Resulta difícil perderse. De nuevo la practicidad.
Algo tienen las aceras de Nueva York, tal vez el material con el que están hechas, que resultan abrasivas. Es como si se caminara descalzo y aparecen pronto las primeras ampollas y rozaduras que dificultan el duro trabajo de turista. Hay una tienda que pone remedio rápido. Se llama Paragon y es experta en todo tipo de zapatos, sobre todo de trekking y demás variedades de cansarse con mayor o menos utilidad física. Se encuentra en el 867 Broadway, entre la 17 y la 18.
Existen cientos de recorridos. Cada barrio ofrece varias posibilidades que vienen detalladas en las guías y con las que no tengo intención alguna de competir: Chinatown, Chelsea, Soho, Noho –significa North Soho-, Tribeca -significa Triangle Below Canal (Street)-, el distrito financiero, Harlem los domingos, Central Park y sus clases de tango de los sábados, los dos Upper, sobre todo el East Side, la Quinta avenida con sus comercios de lujo…
Una entrada en la cinematográfica Tiffany’s, Quinta avenida con la 56, es obligada, al menos para ojear las novedades en joyas que después se encuentran copiadas en los comercios de Chinatown a precios asequibles aunque de calidades inciertas. Dicen mis anfitriones que al día siguiente de toda presentación de joyas en Tiffany’s se encuentra la réplica en Chinatown tras una noche de intenso trabajo en los talleres clandestinos.
Dentro de la ciudad caminable hay tiendas que parecen una ciudad en sí mismas, como el OutLet (baratillo) de Century 21 enfrente de la Zona Cero, no por tamaño sino por todo lo que se puede revolver, y los célebres almacenes Macy’s en calle 34 entre la Séptima avenida y Broadway. Son los más grandes del mundo y conservan las primeras escaleras mecánicas que entraron en funcionamiento. Su fundador Rowland Hussey Macy fue ballenero antes de abrir su primer comercio a mediados del XIX. La estrella roja del logotipo de los almacenes no es un coqueteo izquierdista (imposible en la empresa que patrocina los fuegos artificiales del 4 de julio) ni una provocación postmoderna sino que procede del tatuaje favorito de su fundador.
En esto del arte de caminar sirven también los museos. El Moma merece una buena mañana por sus obras y sus espacios que invitan al recogimiento, como en las catedrales. Y Guggenheim con su Kandinsky extraordinario.
Con esta última postal regreso a Madrid y a la normalidad en el blog. No quise copiarme con unos cuadernos de NY émulos de los de Kabul, algo que dejo para más adelante, sino describir estampas turísticas para dar ideas y provocar comentarios tan buenos como los vuestros y sentir una vez más que esto, como el periodismo, es una aventura colectiva.
Todo lo bueno se acaba, me temo… Sobresaliente, aunque no sean cuadernos…
Adoro NY!! Me encanta cómo lo describes!! 😉
Abrazos,
M.
¡Qué buenas postales!
Lobo, buen retorno. No, no son los Cuadernos de Kabul, pero sí unas magníficas estampas turísticas. Impagables. Exhaustivas. Y por supuesto, con tu toque personal. Te reitero las gracias, por dejarme patear NY de tu mano. Salud.
Buen viaje de vuelta y gracias por estas postales tan tuyas, que me han devuelto al viaje de hace un año.
También es magnifico viajar a través de tus palabras.
nuria
Echaré de menos esperar impaciente recibir en mi ordenador cada día estas postales tuyas de esta ciudad que, de un tiempo a esta parte, me asalta cada vez más la retina con sus imágenes e historias únicas y en la cual, ojalá pronto, pueda sumergirme algún día.
Muchos saludos y buen viaje de regreso Ramón.
Belén
Ramón, excelente post. Tienes toda la razón. Nueva York es, junto a Londres, la ciudad en la que uno se pega las palizas más grandes como viajero.
Saludos.
f
Hola Ramón,
No logro encontrar un link -juraría que fué aquí donde lo encontré- de una página con reportajes, creo que principalmente del panorama internacional. Juraría que la recomendación me vino de tu blog, no sé si te suena.
Le he dado a “Older Posts” repetidamente pero no doy con él, y la duda me carcome, ¿te suena?
¡Gracias!
A.
Por cierto, no he aprovechado para felicitarte por tu blog…
Ramon: en Septiembre viajastes a N,Y, ya es Diciembre no creo que tu leas este comentario pero alla va. Increible como describes esa simplicidad del este -oeste en Manhattan. sin nobres de muertos famosos o “fechas para recordar”, esa multiplicidad de escenarios a cada paso, barrio judio,”fashion distrit”,zona de los pickles,el barrio,west village,chinatonw,restaurant row,tribeca,little italy…. en fin”maravillamento” se puede? vivo en esta ciudad un buen numero de anos. Y nunca terminare de conocerlo. Termine de leer tu articulo y me dije: solamente Ramon lo puede pintar asi. Esperando impaciente por tus cuadernos. Felicitaciones. La 14th st . hace bastante tiempo era Espana. Aun lo es. Un abrazo. Melquiades.