Después de siete viajes a Bosnia–Herzegovina y Croacia, tuve la primera oportunidad en enero de 1997 de acercarme al otro lado, a Serbia, uno de los protagonistas negativos de lo ocurrido en los Balcanes en esos años. Ya no estaba Mirjana Tomic, nuestra corresponsal en Belgrado, ni Herman Tertsch, que por aquel entonces había ascendido a subdirector. La noticia era la revuelta de los estudiantes contra Slobodan Milosevic tras el robo electoral en las elecciones municipales celebradas a finales de 1996. Belgrado me gustó aunque es una ciudad que da la espalda a sus dos imponentes ríos, el Sava y el Danubio. Los primeros paseos por la calle Mihailova me produjeron una emoción especial: estaba en el escenario donde se había planeado, impulsado, jaleado los crímenes de Croacia, Bosnia-Herzegovina y Kosovo. Parecía una ciudad en blanco y negro, atrapada en una película de los años cincuenta.
Pregunté a todos con los que hablé, estudiantes, intelectuales, profesores y políticos si eran conscientes de los crímenes que se había cometido en su nombre. El negacionismo es una reacción psicológica: si nada existió, no soy culpable de mi silencio, de haber participado de alguna manera en el clima político que condujo a la limpieza étnica y a los crímenes contra la humanidad. En los siguientes viajes, algunos de paso hacia Srebrenica y Kosovo, la ciudad fue cobrando trazos color. Debajo de la mugre que cubre las fachadas de los edificios fui intuyendo una ciudad hermosa en espera de su propia liberación, de su independencia del nacionalismo tribal que la condujo a iniciar cuatro guerras y perderlas todas.
La revuelta estudiantil me pareció una oportunidad purificadora para los serbios, etiquetados, con algo de razón, como los malos en la película balcánica. Pero a pesar de ello, eso no deja de ser una etiqueta. Creo que algunas crónicas pequé de entusiasmo prerrevolucionario. No fue ni una sombra de mayo de 1968. Pasó esa oportunidad y pasaron otras muchas más en los años siguientes: Los estudiantes se declaran en vigilia permanente hasta que Milosevic ceda por completo (10-01-1997) y una primera incursión kosovar, pero con el mando a distancia: Rebrota el separatismo de Kosovo con Milosevic cada vez más debilitado (11-01-1997). La oposición se siente fuerte con la calle de su lado: La oposición rechaza todo compromiso con Milosevic (12-01-1997). Un primer reportaje en la Universidad, la cuna de la revuelta: “Menos cordones, más condones” (12-01-1997). Pero el autócrata también se siente fuerte: Milosevic anuncia a Grecia que nunca reconocerá la victoria de la oposición. Una de sus armas era la televisión: “Corea, si; Serbia, no” (13-01-1997). Nochevieja ortodoxa en la plaza de República con un macroconcierto organizado por la oposición: Más de 200.000 opositores serbios celebran su Nochevieja con una fiesta de protesta (14-01-1997). Parecía el mitin de Felipe González en la Complutense en 1982. Pero Milosevic siempre fue un maestro del engaño. Lo practicó en Bosnia-Herzegovina con la comunidad internacional. Logró pasar de impulsor de la guerra a arquitecto de la paz en los Acuerdos de Dayton. Algunos llaman estadista o estratega a lo que es trilerismo. Dos ejemplos: Milosevic admite su derrota en Belgrado (15-01-1997) y El Gobierno de Milosevic incumple sus promesas a los estudiantes serbios. (16-01-1997).
Dos entrevistas, la primera con quien sería después primer ministro, Zoran Djindjic, un tipo honesto que estaba diez años por delante de una sociedad que no quería oír la verdad de lo ocurrido: “El futuro del país está en las urnas, no en la calle” y la segunda con su compañero y rival en la coalición opositora Zajedno (Unidos): Vuk Draskovic: “Veo a Milosevic retirado en el extranjero” (17-01-1997).
El autócrata mantiene el mago de la sartén de la televisión, que años después bombardearía la OTAN: Milosevic se oculta en la ‘tele-Bastilla’ (18-01-1997). El miedo cunde en el pueblo de Milosevic (19-01-1997). La oposición serbia pide al Ejército que se una a la rebelión contra Milosevic (20-01-1997). Y la Iglesia ortodoxa, con una vela a dios y otra la diablo, por si acaso: El patriarca de la Iglesia serbia apoya en la calle las protestas de la oposición (21.01-1997). Los estudiantes serbios extienden las protestas hasta el amanecer (23-01-1997) y un apoyo tontorrón: Baile de ‘Macarena’ ante los policías.
Como en las guerras, en los grandes embrollos una pieza explicativa: El laberinto judicial serbio y ¿Actuaron los tribunales conforme a la ley? (26-01-1997).
Grupo de Contacto reunido en Bonn con el candidato a mediador, Felipe González, nunca aceptado por Slobodan, quien seguía mostrando dotes de hipnotizador: Occidente concede un plazo de otro mes para que Milosevic para cambiar de política en Kosovo (26-03- 1998).
ENTREVISTA en La Haya con Carla del Ponte: Azote de genocidas (06-02-2000). Versión PDF (primera página, segunda y tercera)
Nuevo viaje a la zona con Srebrenica de fondo: Serbia en el laberinto (11-07-2005).
De camino a Kosovo, una historia construida en Belgrado, que se duplica en el post kosovar: Kosovo limita con Serbia y con Rusia (23-05-2007)
En 2008, Serbia vivió su año más importante desde la caída de Milosevic (en octubre de 2000) y el asesinato de Djindjic (marzo de 2003), una segunda oportunidad de poner en marcha una verdadera transición, una catarsis colectiva y empezar a romper con el pasado. Los proeuropeístas tenían un gran obstáculo, la independencia de Kosovo, el corazón de la patria serbia para la mayoría de la población aunque jamás hubiera esta allí, algo que daba munición emocional y votos a los ultranacionalistas: La amenaza de perder territorio resucita el nacionalismo en Serbia (11-12-2007). En la doble vuelta de las presidenciales en enero y febrero se jugó la primera parte de la partida, la segunda se celebró en mayo en las legislativas: Serbia opta entre Europa o el asilamiento (19-01-2008). Serbia vota bajo la amenaza radical (20-01-2008) y lo esperado: El ‘ultra’ Nikolic gana la primera vuelta de las elecciones en Serbia (21-01-2008). Kostunica, arbitro del futuro serbio (22-01-2008).
Entre ambas vueltas fui por carretera a Bosnia-Herzegovina para un reportaje sobre la situación y al regreso Kosovo declarará la independencia si en Serbia gana el radical Nikolic (31-01-2008) y entrevista con el número dos del Partido Radical, Tomilav Nikolic (“Todo el pueblo serbio ha sido llevado a La Haya” (02-02-2008)), porque el verdadero número uno y gran problema, Vojislav Seselj, está preso en La Haya acusado de crímenes de guerra. En la víspera: Serbia se enfrenta a sí misma con dos perfiles de los candidatos: La sonrisa de la iguana y El equilibrista sin red (03-02-2008) y el resultado al día siguiente: Los serbios votan con la vista en Europa y La catarsis de nunca acabar (04-02-2008) y un análisis: Serbia evita el desastre (05-02-2008). La batalla, queda aplazada: Vojislav Kostunica convoca elecciones en mayo, después de la prevista independencia de Kosovo, en una maniobra para conservar el poder junto a los radicales.
Serbia decide hacer su catarsis al revés tras la independencia kosovar el 17 de febrero de 2008: Serbia denuncia “la traición” de la UE (19-02-2008). Miles de serbios arrasan en Kosovo dos puestos fronterizos (20-02-2008). Arde la embajada de EEUU en Belgrado (22-02-2008). Escribí la crónica desde Pristina con excelente información que Jasmina Nikolic me dio por teléfono. Como no pude firmarla (ella es mi intérprete), añadimos agencias a la firma. Era lo más honesto. El temor a que se extiendan los incidentes, obliga a tomar decisiones: La OTAN cierra la frontera con Serbia (23-02-2008) y Los serbios se atrincheran en el norte de Kosovo para forzar la partición (24-02.-2008). Medvédev garantiza su apoyo a Serbia (26-02-2008). Y, por fin, y gracias a un contacto relacionado con el deporte, la ansiada y perseguida entrevista al presidente Borís Tadic, la primera concedida a un medio extranjero tras las elecciones: “Sin una Serbia estable no habrá Balcanes estables” (28-02-2008).
Nuevas elecciones históricas, esta vez legislativas. Para Tadic y los europeístas era esencial controlar el Parlamento, impulsar una verdadera transición atascada desde el asesinato de Djindjic y no depender de Kostunica. Europa y Kosovo dividen de nuevo a los votantes de Serbia (10-05-2008). Serbia decide hoy si acelera la marcha hacia la UE o se enroca por Kosovo (11-05-2008). El resultado fue muy complejo: victoria de los europeístas, retirada de la llave de la gobernabilidad a Kostinica y aparición de los socialistas semirenovados de Milosevic como nueva fuerza clave: Los votantes serbios apuestan por Europa y una segunda historia: Los europeístas esperan que la UE pase de promesas a hechos (12-05-2008). Y una apuesta fuerte que se cumplió: Tadic tendrá que negociar el Gobierno con los herederos de Milosevic y una entrevistilla a Zarko Obradovic, del PSS: “Somos la novia que todos desean” (13-05-2008)
Euro/Topics sobre un análisis publicado el 30-04-2008 con el título de Bruselas necesita una estrategia.
Entrevista antes de las elecciones en Foreign Policy (abril-mayo 2008). Siete preguntas: Serbia ante el futuro.
(Tambien se encuentra en los post Srebrenica y Bosnia-Herzegovina): A veces se tiene mucha suerte y los jefes realizan encargos excepcionales, por el tema, el enfoque y el tiempo que te conceden para construirlo. En el reportaje Ni busca ni captura dispuse de 15 días de viaje y recolecta de material y una semana para escribirlo (haciendo algunas cosas más en el periódico). En ese tiempo estuve en La Haya, Bruselas, Sarajevo, Pale y Belgrado y tuve fortuna de dar con la gente adecuada. Jasmina Nikolic fue, una vez más, de gran ayuda. Cargué el peso del reportaje sobre el personaje de Ratko Mladic, mucho más importante para Serbia y el futuro de esa zona que Radovan Karadzic. Estoy convencido de que la captura (entrega) de Karadzic en julio de 2008 fue producto de un pacto entre el nuevo Gobierno serbio (democrático y europeísta) y los servicios secretos: te damos a Karadzic, pero no a Mladic. Pero los pactos se pueden romper cuando el interés general lo exige. Serbia conserva esa carta para jugarla en el momento oportuno. Versión en PDF del reportaje dividido en cuatro páginas: primera, segunda, tercena y cuarta.