Soy machista, lo estoy dejando
Friday, 10 de March de 2017 por Ramón
Me eduqué en un entorno machista en medio de una dictadura machista. Asistí a colegios masculinos –menos un año en pre párvulos en un colegio de monjas machistas– en los que reforzaron mi arquitectura machista. Soy un producto averiado por muchas razones, también debido a una educación en la que se me prohibió una parte esencial de mis emociones.
Tuve dos despertares esenciales. El encuentro con Bernardo Arrizabalaga, el hombre que me dirigió hacia el periodismo, de lo que tomé conciencia al escribir Todos náufragos, y el internado en Izarra en el curso 1972-1973. Fueron despertares políticos, de libertad. Desde ellos llegué al cuestionamiento de todo lo recibido. Decidí quedarme desnudo y volver a construirme.
En esa reconstrucción democrática con material contaminado han sido claves las mujeres de mi vida, más allá de las relaciones de pareja, y el feminismo que me ha confrontado con el machismo inoculado, dándome conciencia del valor de las palabras y de las ideas. Sigo en operación de limpieza estructural, algo que no terminará nunca. Detecto las mejoras porque veo con claridad el machismo ambiente y a menudo me ofende.
Siempre defendí la igualdad en todo, ante la ley, en el salario, en el respeto, en la casa y fuera de ella. Creo que he avanzado mucho, pero no lo suficiente. En el horizonte tengo un tope: no puedo sentir y ver la vida desde el cuerpo y los ojos de una mujer, desde su historia personal, desde las humillaciones recibidas. Esa es mi limitación, una de tantas.
He contado chistes machistas (y feministas; sé algunos muy buenos) y dicho cosas de dudoso gusto a compañeras de trabajo que me perdonaron porque entendieron que no había maldad, solo un afán agitador, de conseguir que la gente se ría, que me quiera. Debería pedir perdón y lo hago: lo siento.
Recibo mucho ‘meme’ machista; borro la mayoría. Transmito alguno que me parece bueno, como los chistes de Carrero Blanco (tengo cuatro estupendos pero no me atrevo por la AN) y a veces me llevo un ‘zasca’ educador de alguna amiga que me muestra los límites. Es un aprendizaje permanente.
Pregunto, saco el tema, provoco porque casi siempre obtengo explicaciones inteligentes, o lecciones, que me amueblan, modifican y mejoran. Este no es un post para los peros, ‘pero’ permitidme uno: aprendo más rápido desde la critica constructiva que muestra los errores que desde la crítica rotunda que descalifica la totalidad. Esa me cierra, me hace inexpugnable, y eso es un problema. Me pasó con María Pazos hace años. Hoy la entiendo mejor. Como entiendo a Barbijaputa. No me gustan las verdades absolutas, las uniformidades ni los guiones de cómo debo hablar o escribir, pero los guiones se pueden modificar.
Me gustaría hacer una entrevista en profundidad a una referente del feminismo. Uno de los defectos que detecto en gran parte de los debates, los últimos con motivo del 8 de marzo, es que tendemos a decir las mismas cosas, a señalar los mismos efectos. Quiero ir a las causas, al mecanismo que lo mueve todo, saber cómo podemos modificar los roles desde la cuna, cómo educar en igualdad.
El machismo tiene que ver con el ejercicio autoritario e impune del poder, el abuso del mando y la posesión. Se da en la pareja, en la familia, en la empresa, en la política, en la vida. Aunque llamarlo patriarcado es acertado no deja de ser una etiqueta. Hay mujeres que ejercen el poder de una manera machista. Otras no dejan de ser mujeres, y eso es esencial: Manuela Carmena, Ada Colau, Monica Oltra, Cristina Cifuentes… Creo que sería más efectivo destripar la palabra y mostrar todo lo que lleva dentro, lo que significa, y empezar a cambiar cada pieza del motor o el motor mismo si fuera necesario. Es un camino que hay que recorrer juntos. Seguiré aprendiendo. Feliz semana.
Muchos somos los que recibimos una educación y cultura machista. Nací en 1945. He leído su libro autobiogràfico y comprendo su evolución. Gracias por el artículo
Muchas gracias. Leer cosas así, dichas por quienes deberían ser nuestros compañeros de viaje, los hombres, emociona y mucho. Y cuando, como en este caso, están dichas, escritas, desde tan dentro, son más aún de agradecer. Por eso, muchas gracias, Ramón. Es una suerte dar con seres humanos así, tan de verdad, en este mundo.
Ardua tarea, a mi me llevó mucho tiempo aprender a conjugar el te/me…y por desgracia sigue reminiscente…
No existe tal igualdad, y buscarla es un problema puesto que iguala dos lados que no se pueden intercambiar. Esos dos lado son complementarios y sumados se obtiene la perfección.
Un ejemplo tontisimo: a los hombres se le da mejor hacer agujeros y clavar clavos (tienen màs fuerza, precisión y tolerancia en sus manos a un martillazo)y a las mujeres hacer la cama, son mas peque?as de estatura, doblan menos el espinazo para meter las sabanas y son mas cuidadosas en dejarlo impecable. Si buscamos la igualdad entre esas dos tareas a hombres y mujeres tendremos un 50% de camas peor hechas y de clavos peor puestos.
El lenguaje es enga?oso y lo que pretende tanto feminismo no es igualar sino uniformar y que las mujeres sean menos mujeres y masculinizarlas y los hombres menos hombres y feminizarlos.
Antes de despotricar sobre estos comentarios, reflexiona como intuyo por tu artículo que estás dispuesto a hacer, sobre mis palabras. Enhorabuena por el trabajo de reconstrucción personal.
Pienso que son muchos siglos siendo los hombres los que lo deciden todo, las guerras, las paces, nunca les ha gustado ser mandados y organizados por una mujer, siempre han tenido un concepto de nosotras de un ser inferior que no entiende de la vida. Además todas las instituciones que más poder han tenido en este país han sido muy despreciativos y ofensivos con las mujeres, el ejército, la iglesia, la monarquía, etc.etc.. Todo ayuda a que se mantenga ese clima incómodo de machismo frente a feminismo y viceversa. Creo que esto va para largo porque algunos jóvenes ya vuelven a ver a sus novias como una posesión, a valorar la violencia como algo normal casi identitario, como orgullo de su género. Creo que, como casi todo lo que está mal en este país, necesitaremos varias generaciones para vislumbrar algún cambio profundo y real y a fuerza de ser políticamente correctos se irán todos estos tics. Me ofenden todavía más las mujeres machistas, sumisas y contentas de ser propiedad y señoritas de compañía de un varón, aunque con papeles oficiales de casadas. Estas hacen mucho daño vía educación de sus hijos.
Y hoy ,para colmo, leo que el juez del caso de una niña de 5 años violada o abusada dice en su sentencia que no ha quedado probado que la níña hubiera intentado evitar el hecho. Si, la justicia también deja mucho que desear en este aspecto.
Es muy difícil, pero es bueno que exista el propósito como en tu caso. Ese chiste es real, como la vida misma. También otro chiste macabro es que, una vez jubilados, tu pareja piense que el tiempo es “suyo” a cambio del tuyo y muy cansado, porque son derechos humanos mínimos.
Me doy cuenta de que me falta escuchar más autocrítica masculina, de la real, de la que surge con dolor y vergüenza. Pocos hombres de mi entorno reflexionan en voz alta respecto al machismo en primera persona y, cuando lo hacen, tengo la impresión de falta de profundidad, de que mis compañeros no han dedicado tiempo suficiente de lectura y de barra de bar al tema. Claro, que todo es ponerse. Gracias por tus palabras.
Antes de nada, bienvenida sea la discrepancia.
Considero que el machismo se escapa de la relación de géneros. Se puede dar en la relación afectiva intragenérica. Es un problema de actitud: cada uno tiene el rol que la sociedad le impone. Es un problema de “personaje”… como “creerse” Napoleón (a ratos)… se te dispara el chip, cunado tienes enfrente a la que consideras debe “hacer de mujer”!
…despues de un real trump… llegó el machismo.
que viejo y candente tema archivará los anteriores?
como mujer de años que ya tengo, cuando leí hace unos dias
tu reflexión acerca de ti mismo, quedeme anonadada, cansada y lenta.
con mi entusiasmo de escritora en boca de lobo, quedé muerta.
cuanto ninguneo, cuanta sumisión, cuanto terreno cedido para poder criar a nuestros hijos en la decencia participativa.
cuanta humillación, cuanta agresión, cuanto padecimiento como madres responsables que ya ni saben que no saben.
en la banalidad del mal, dijo su pensadora que solo los neonatos poseían ese poder de transformación en calidad de seres humanos.
… Y quien educa a estos niños?… Si ya tod@s contaminad@s…
,toca cualquier tema y te darás cuenta la desconexión con el Ser que todo lleva. es como si fueramos personas diferentes según en qué escenario.
Gloria Fuertes nos dijo que una mujer que ha sido reconocida en sus valores universales es un pez raro y ahora yo digo: en vias de extinción. sobre todo en España. … y preparándonos para ir más lejos:
Ceder, ceder, ceder… en beneficio y en nombre de que a nuestros hijos todo.
Cada una con una personalidad diferente porque sino…quién soy?
lo nuestro es amnesia disfrazada de tópicos, viejos paradigmas, desinformación estudiada, razones, creencias ancestrales desactualizadas, intereses más que recreados para que ganen los mismos y los de a pie dejándose la piel y defendido como propio. Natural. Es así.
Sin memoria historica porque estamos trocead@s, parchead@s, ningunead@s, despreciad@s, sin tiempo real, masa sucia punto.
inmadurez colectiva somos.
Aisladas, cada una cuidando su piso, reciclando basuras que consumen otros … todo al dia pa mas de lo mismo…
menudas generaciones importantes nos llegan!
más de lo mismo, abundante..
gracias Ramón, eres un hombre lúcido te adoro.
en namasté family
Comparto tu sentir Ramón. Es más, viví situaciones muy parecidas.
Me declaro partidario de la igualdad total, como tú. Pero con un aditamento. La revalorización de las diferencias y su reconocimiento como valores a ser preservados y reconocidos socialmente. Como la maternidad y la caballerosidad.