Gobierno de penalti en Catalunya
Sunday, 10 de January de 2016 por Ramón
En JxS se han visto de un tirón las tres temporadas de Borgen desde que la CUP dijo “no” el día 3 de enero. El pacto alcanzado ayer supera la ficción y deja a Dinamarca, escenario de la serie, en un juego de aprendices. El acuerdo es raro, como lo son gran parte del procés y su réplica españolista. Catalunya va a tener un Gobierno de penalti, justo o injusto, en el último minuto. Es una sorpresa -salvo otra mayor- porque todo el mundo se preparaba para las elecciones y los movimientos de última hora parecían más teatro preelectoral que negociación política. Estas son algunas conclusiones:
–Al soberanismo no le interesaba volver a las urnas. Los resultados del 20-D en Catalunya y las encuestas que maneja JxS auguraban una fuerte bajada y el descarrilamiento de la independencia exprés. Hay miedo a Ada Colau y a En Comú Podem. La situación es tan cambiante que la foto de hoy ya no es la del 27-S. Los movimientos postelectorales de JxS hacia una ruptura unilateral con España no es lo que esperaban algunos votantes que seguían confiando en forzar una consulta a la escocesa. ¿No era el derecho de los ciudadanos a expresarse el motor de todo? Las urnas deberán esperar.
–Hicieron mal los españolistas del PP y C’s en vender la piel antes de cazar el oso y pavonear su alegría ante la repetición de las elecciones. Tanta exhibición y burla han jugado en favor del pacto catalán. El PP no solo ha multiplicado el número de independentistas en estos cuatro años, sino ha obrado el milagro de los panes y los peces entre la CUP y JxS.
–El nuevo Gobierno nace con una componenda poco respetuosa hacia el voto ciudadano con la mudanza de dos diputados de la CUP que quedan como rehenes durante el resto de la legislatura. Lo ha reconocido Artur Mas con una frase demasiado sincera: “Hemos logrado lo que las urnas no nos dieron”.
–El principal error de los impulsores del procés en estos tres años -y, sobre todo, en los últimos meses- ha sido gobernar para la mitad de los catalanes; lanzar la idea de que quienes no piensan como ellos son traidores, botiflers. El presidente designado, Cales Puigdemont tiene dos opciones: seguir la senda que conduce al enfrentamiento o gobernar para todos los catalanes en busca de una mayoría amplia en favor de la secesión aunque implique esperar más allá de 18 meses. Nada indica, de momento, que habrá cambios en rumbo y velocidad.
–Con un Gobierno en Catalunya, la presión para formar otro en España será formidable. Esa presión vendrá del Ibex-35, de los grupos de poder y de algunos medios de comunicación; es decir, de personas no elegidas en las urnas. También habrá presión desde Bruselas, Berlín y Francfort. ¿Resistirá el PSOE? El precedente de la CUP no invita al optimismo. Estamos en una doble partida en la que los ciudadanos son los espectadores.
-Sin elecciones en Catalunya, Susana Díaz ha vuelto a sacarse el billete del AVE que había anulado hace un par de días. Resonarán los tambores de la guerra interna mientras que Pedro Sánchez trata de salvarse de la quema con un pacto de izquierdas. El problema de Sánchez es la suma: 90 + 69 + 2 = 161 (-15 para la mayoría absoluta). No es Portugal donde las sumas conformaron una mayoría estable. Podría añadir los 6 diputados del PNV y negociar la abstención de ERC, partido que parece jugar a otra cosa. Es una opción frágil y arriesgada.
–Si Artur Mas cede y se aparta significa nada es imposible. Si los dirigentes del PP y PSOE se metieran un atracón de Borgen podrían descubrir combinaciones tan raras como la catalana, desde una Gran Coalición sin Rajoy y con Soraya Saénz de Santamaría, o más rara aún: con Sánchez, Albert Rivera o un tercero de presidente. Los que reclaman responsabilidad al PSOE quieren decir “rendición incondicional”. ¿Estaría dispuesto el PP a ceder la presidencia del Gobierno en aras de la estabilidad? Difícil si ni siquiera quiere ceder la del Congreso.
-Una gran coalición con un discurso marianista-albertista-susanista sería el sueño de los partidarios del procés.
–La mejor respuesta es un Gobierno de izquierdas con una agenda clara y una legislatura corta, como la catalana, para derogar leyes-pufo: montes, costas, enjuiciamiento criminal, mordaza, educativa, RTVE, Poder Judicial y un largo etcétera. También para crear una comisión de investigación sobre la corrupción que además de exponer las vergüenzas de quien las tenga proponga cambios para regenerar las instituciones y abrir el doble melón de la financiación y la Constitución para preparar las bases de una consulta en Catalunya. Podemos podría defender que ha trabajado para sanear el Estado y crear las condiciones para que el referéndum sea posible, y el PSOE que ha vuelto a ser de izquierdas. Es la menos probable, manda la artimética.
–En Catalunya hay afrentas concretas que subsanar, aunque parezca tarde. Ese Gobierno de izquierdas debería ofertar la reconstrucción del Estado y jugar más a la esperanza que al miedo. A parte de los sectores norcoreanos que hay en los dos lados, estoy convencido de que tenemos aún un enorme espacio para entendernos desde los sentimientos. Porque todo se basa en eso: sentirse insultado, menospreciado por un discurso centralista y carca.
La palanca para mover los sentimientos es el derecho a decidir como decidieron democráticamente los escoceses y los quebequenses. Podemos tendría que explicar mucho mejor, e insistir hasta la saciedad, que un referéndum en Catalunya no es para romper España sino para evitar que se rompa. La fortaleza solo puede llegar desde el ejercicio democrático y libre de la soberanía con el fin de crear una nueva base de juego y reparar la convivencia. Una independencia exprés con el 48% de los votos y sin apoyos internacionales no irá a ningún sitio, pero puede complicar la vida de todos. Es tiempo para la inteligencia política, algo que históricamente no abunda en España ni en Catalunya. En esto somos iguales.
Feliz diumenge.
Sorpresa ninguna, ya lo avisé en el post que puso Ramón el 3 de Enero, el perro que lame la mano del burgués no es un antisistema sino un cínico, y cínico es una palabra que procede de can.
El acto de los ladradores CUP nos hace ver el poco recorrido que tienen los herederos del 15 M en una crísis que es global. Nada ni nadie nos sacará de una crisis que nunca acabará, la deriva independentista es la esperanza de la burguesia y clase media catalana para seguir con los privilegios y más, por eso se ha perpetado esta guacamayada.
Lombardia, Alsacia, Escocia, Flandes, Corcega, Cataluña Francesa,Irlanda ocupada del Norte, Putin el ruso, Trump presidente, Isis y su nuevo y extenso país,ahora es fácil echar la culpa al cha cha cha pero los que vienen son tan tontos como los que están, hay que evitar escenarios de guerra
Todo está dicho, solo nos queda decidir pensar por nosotros mismos
https://youtu.be/Km6Y2qbd9xQ
Llevas toda la razón Mikel, nada ni nadie nos sacará de una crisis que nunca acabará. Hay que intentar ser medianamente feliz en medio de este sinsentido.
Cada vez habrá más contaminación, incluida la periodística por desgracia, más atentados, menos agua, más fanatismo. La población envejece, el mar se ensucia.
Ese es el planeta que dejamos a nuestros hijos, y mientras andamos preocupados por cambiar de móvil para que no nos miren como si fuésemos unos antiguos.
Lo de la Cup puede entretenernos, la presión del pp al PSOE lo mismo, o el careto forzado de Albert Rivera. El fin de Pedro Sanchez, la llegada de Díaz, la gran mayoría que sacará el pp en breve son meras anécdotas.
La historia se repite, la derecha manda, la izquierda hace el tonto.
Cualquier distopía se verá superada en poco tiempo.
Ante una misma desgracia o situación, como la gran crisis en la que estamos, puede y debe haber actitudes y actuaciones que ayuden a que los efectos negativos sean los menos, se pueden hacer y arreglar muchas cosas desde la política o la antipolítica y no resignarse a que, como no tiene arreglo desde dentro, la crisis global se vea como una especie de castigo enviado por el todopoderoso que hemos de aceptar sin rechistar. Yo creo que el 15M es lo mejor que le ha pasado a este país desde hace décadas, creo además que cada grupo social debe tener su sitio e importancia relativa como parte de un todo, son formas de ver y pensar diferentes que aglutinan a personas con la misma forma de entender la sociedad y canalizan esas inquietudes por caminos pacíficos. La CUP, como el PP son elementos de un todo y no debemos despreciarlos si están dentro de las fronteras, otra cosa es estar de acuerdo con su ideologia o sus formas de hacer. Pero todos son necesarios. La prueba es que para el proceso de independencia y para la defenestración temporal de Mas, han sido imprescindibles. Esta experiencia la deberíamos traspasar al gobierno del Estado. Mejor no insultar o ningunear a nadie porque cualquier elemento menospreciado o ridiculizado al final puede ser imprescindible para jugar el papel necesario a los intereses urgentes o no de algún/os partido/s e incluso, indirectamente, de los ciudadanos y del pais. Cualquier voto suelto que sume para poder eliminar los decretazos absolutistas de Rajoy puede valer su peso en oro. Así que si queremos un Estado unido debemos caber todos y ser aceptarlos todos respetando las peculiraridades de cada cual. Las llamadas para que los catalanes se queden se han hecho de una forma tan poco inteligente, con tan poco estilo , en algunas ocasiones con tanta bajeza moral y con tantas mentiras e hipocresía que han producido el efecto contrario.
Josep Pla escribió (y “se non e vero e ben trobato”) que lo más parecido a un español de derechas es un español de izquierdas (hablando de nacionalismos). Aplíquese ahora lo mismo cambiando “español” por “catalán”. Qué bonito queda decir “soy ciudadano del mundo” cuando te sientes (más o menos) representado por un estado, una lengua y un pasaporte.
Respecto a lo que dice t.r. de que la población envejece, eso será en Europa, pero solo hace falta echarle una mirada a cualquier “reloj” de población mundial, para ver que eso no es cierto. según cálculos, en 2024 llegaremos alos 8 billones de personas. y subiendo…
http://www.census.gov/popclock/
Por otra parte, totalmente de acuerdo que un 48% es insuficiente para legitimar una independencia (exprés o no). Es más, creo que si hoy se hiciera el referéndum vinculante, aún sería más bajo.
Una salvedad (la hoguera ya tierne suficiente fuego)… en Borgen hai verdaderos políticos también… y la realidad de nuevo supera lo que tiene que superar, me parecen más dignos (políticamente) los del partido de la libertad que otros innombrables!!!
Y que conste que en Borgen llegan a bordear ( y uno pensaba en excesivo virtualismo!) varias veces el retorcimiento del voto popular…
Como tu bien dices, donde hay maestros que se quiten los aprendices… el poder establecido (o el poder por establecer) es demasiado poder! Que nos vengan ahora con el lado oscuro!!!!
T.r. , intentar o querer o desear ser medianamente feliz, en 70 años hemos dejado un sedimento radiactivo y de residuos de todo tipo, lo que llaman Antropoceno, el Holoceno quedó atrás. El caso es que de Ecología no habla nadie, “el muerto al hoyo y el vivo al bollo “.
La crisis también es de confianza, no nos fiamos de la condición humana.
Muy buena Network, te das cuenta como Trump actúa como un alter ego del personaje al que da vida Peter Finch , gran Sidney Lumet ( Distrito 34, corrupción total )
Con un Gobierno en Catalunya lol 🙂 thank you 🙂
Ramón –hablas de ‘un’ referéndum “para evitar que se rompa España” como solución, sin considerar que a los independentistas sólo les puede interesar, tras perderlo de facto el 27-S, si abriera las puertas al neverendum: en Escocia, a los pocos días del suyo, las encuestas daban una mayoría a la independencia si se volviera a celebrar, y con el SNP en la cresta de la ola previsiblemente por una buena temporada, es cuestión de tiempo el déjà vu all over again; claro que entonces ya no se encontrarán con un Cameron confiado en que la cosa es definitiva, está chupada y un si/no, sin opciones intermedias, más que suficiente para ganarlo… así que el futuro forcejeo dejará de ser ese supuesto modelo de ejercicio democrático a imitar.
En Quebec, después del drama por el que ya hemos pasado aquí (el referéndum del 27-S), se ha alejado el fantasma del neverendum con las estipulaciones de una mayoría persistente y clara: algo que tampoco creo que interese demasiado a los independentistas, pero que no deja de ser problemático como espada de Damocles permanente.
A mí me parece muy bien librarnos de los Bono y Díaz y defender un país plurinacional, pero no veo el salto lógico que de ahí nos debe llevar a defender la posibilidad del país uninacional que también proponen para sus conciudadanos los otros nacionalistas, los periféricos: si lo absurdo y carca es un estado-nación, lo será en todas sus manifestaciones –por muy mayoritariamente que se pueda decidir, como lo sería la pena de muerte… y si hasta la CUP ha caído en tantos retorcimientos pseudo o antidemocráticos en nombre de una unidad catalana de destino en lo universal (sec. José Antonio), no creo que renunciar razonadamente al neverendum sea ningún ominoso pecado.
Al final, los auténticos desafíos democráticos no pueden estar sólo o sobre todo en contar votos.
En Escocia, al menos en los últimos meses, han ido desapareciendo, cada vez más, simbolos y panfletos independentistas, votaron, se relajaron y ahora no aprovechan cada evento nacional para llenar toda la ciudad de iconos independentistas, a diferencia de lo que ocurría antes del referendum, sólo por la calma que ha sustituido a la excitación previa a la votación ha valido la pena y además en Gran Bretaña se tiene así una idea más fidedigna sobre el volumen de independentistas lo cual es una buenísima información para gestionar el tema de la forma que más le interese a Cameron o a su sucesor.