Puente de agosto
Saturday, 16 de August de 2014 por Ramón
Puente de agosto, llega la fresca. Pienso en Roma hace cuatro años: tres semanas sintiéndome romano en una casa maravillosa del barrio de Monti. Un regalo especial: gran terraza, grandes vistas, el disfrute de lo cotidiano. Fue como vivir dentro de una película felliniana, mudo y babeante ante tanta belleza. Allí arranqué una novela y algo más. Ahora, en pleno desmontaje, trabajo en otro libro, más personal que literario, que el anterior se averió. Soy experto en averiar lo que empieza. Tengo más libros muertos que escritos.
Es sábado pero pesa como un domingo. Avanza el mes, los amigos reaparecen de sus vacaciones. El curso, como dicen en la ‘tele’, llama a la puerta. Llevamos el lenguaje de la infancia pegado al cascarón. Volverán los políticos, la rutina, las noticias de la nada, las declaraciones. Este ‘curso’ incluye elecciones municipales y autonómicas. El árbol se agita, por eso quieren cambiar las normas de quién tiene derecho a regarlo. La Brunete tuitera se lanza contra Podemos y eso que desconocen el verbo de origen: no es podemos de poder, sino podemos de podar.
Preparo textos de trabajo, camino sobre un alambre de equilibrista, tentando el vacío con la punta de los pies. Desde una esquina del circo escucho la lectura de unos versos tristes que saben a mar. Los focos buscan a la mujer que se columpia en lo alto. Camino a oscuras sobre un alambre que duele. Avanzo, proceso. Al llegar al otro lado me quito el arnés y bajo las escaleras. Ahora son los payasos los que me roban el foco. Terminó el poema, llegaron las risas, la música, la alegría de quienes pagaron la entrada. Feliz sábado, feliz puente de agosto.
Buenos días:
Vendrán otras Romas mejores ¿por qué no?
..Flamean al sol poniente la manada de velas
en el lejano confín del cielo y el agua.
El mar, inquieta, como un pecho suspira
en la playa recluida y solitaria.
¿De dónde puede venir la inquietud de la ola?
Ni una nube en el cielo … ni un aliento de aire …
J.Maragall
Gracias, una vez más
Podemos de podar. Interesante.
Yo he acudido a una comida de exalumnos compañeros de instituto y de adolescencia común. Y se nos fueron muchos y no sé si es por eso los vemos como los más importantes, la muerte engrandece sobre todo si no viene cuando toca. Todavía quedan travesuras por recordar, sacar a la luz y compartir. Todo lo divertido era clandestino. eran los primeros años 60.
Ahora ya se repiten frases que nos recuerdan que estamos en lo mejor de lo peor, qué bien te conservas, temas de salud que anque está prohibido hablar de ellos siempre salen. Vienen de lugares y vidas bien diferentes de españa y del extranjero. Todos son gentes excelentes y a los 14 años no daban nada por ellos. La tertulia es agradable y creo que nos parece ser más amigos de lo que realmente éramos. Los chicos, bueno hombres, todos jubilados recuerdan en qué mesa se sentaban las dos más guapas, que además eran más divertidas y mucho más libres pues venían de Barcelona y Zaragoza y estaban internas. Sin embargo no recuerdan donde nos sentábamos ninguna de las demás. Algunos, uno en concreto, a pesar de su esposa, conserva una foto de una de estas atractivas chicas que ahora tiene en el móvil y que nos enseña con orgullo. Realmente creo que somos todos buena gente, algunos/as rarillos. Y cada año aparece alguien desmejorado. Le han puesto a dieta feroz, ni alcohol, ni tabaco y se ha quedado con la cara desangelada y triste. Ya no es ocurrente y divertido, los médicos lo han convertido en algo sano y en realidad en algo diferente que ya no reconocemos.
Los que vienen de más lejos y tienen habitualmente muchas obligaciones con los nietos, además de que están la mayoría de muy buen ver e incluso interesantes, les sabe mal que no hagamos una fiesta maratoniana de 24 horas!!!!. Quieren hacer lo que no toca, algunos tuvieron en algun momento su grupo musical y quieren rememorar ese “gran exito de juventud” en que las chicas les hacían más caso sólo por eso y porque tenian unos bafles tamaño similar a los de discoteca. Todo un poco surrealista pero a los que asistimos nos supone una gran satisfacción. Alguno/a incluso recuerda con más emoción uno de los viajes de estudios que compartimos que el viaje de novios o los grandes y largos viajes que han podido hacer cuando ya trabajaban.
Hoy toca fuerte dolor de cabeza