Rubalcaba VI
Tuesday, 3 de June de 2014 por Ramón
Ahora está claro: la abdicación del rey Juan Carlos se produce después de las elecciones europeas, cuando los dos partidos mayoritarios castigados en las urnas -juntos ya no representan ni la mitad de la ciudadanía- aún tienen el control del Congreso de los Diputados y del Senado. Aún es posible fabricar una ley de urgencia después de treintaymuchos años de pasividad legislativa. Hablar de la sucesión era mentar la bicha y hoy toca correr, improvisar.
Aún es posible entronizar a Felipe VI sin demasiados sobresaltos democráticos. Después de las elecciones de 2015, con un Parlamento fraccionado, el futuro parece una lotería. También está claro, y lo cuenta El Diario.es, por qué Rubalcaba no se va, por qué dimite a plazos, en diferido. Es el garante de que todo se hará como está pactado. Después del Congreso Extraordinario del PSOE podría aparecer un líder o una líder que le dé por sumarse al resto de la izquierda, o a lo que piensan y sienten sus bases, y pedir un referéndum para que los españoles decidan la forma de Estado. Estoy convencido que hoy ganaría la monarquía.
Felipe VI empezará su reinado con dos lastres: hereda la crisis de la institución y hereda la crisis del bipartidismo sobre el que se va a cimentar el cambio de rey. Hereda de su madre la profesionalidad. Es un hombre que ha sido preparado para representar el papel de rey. Sus primeros meses y años serán claves, tendrá que ganarse el trono, como se lo ganó su padre el 23F, ocurriera lo que ocurriera en aquellos días cubiertos aún por el secreto oficial.
Javier Cercas escribe, y de alguna manera lo hacía yo también, que los problemas de este país son de fondo, no de forma; no estamos ante un debate entre oscurantismo y democracia, entre una educación curil y rancia y la Institución de Libre Enseñanza. Una república no representaría la solución automática de nuestros problemas, o la esperanza de cambio como en 1931. Todo esto es cierto; también que la legitimidad está en las urnas no en los pasillos. Sin urnas falla el envoltorio. Y si falla se convierte en importante.
Escribe Jesús Maraña en InfoLibre que estamos ante la oportunidad de un periodo Reconstituyente. Gran palabra. Son necesarios nuevos pactos, una reforma profunda de la Constitución, un nuevo consenso territorial y un mejor reparto económico, una ley de transparencia radical que convierta las paredes del sistema en paredes de cristal, sin cuartos blindados, sin cloacas. Un pacto que impida que los corruptos tengan cargos públicos, que los saqueadores de bancos se asignen a sí mismos indemnizaciones o pensiones millonarias. Un pacto que meta a la ciudadanía en el centro del proceso democrático, sin miedo a la ciudadanía. Una democracia que se blinda tanto deja de ser una democracia sana.
Rubalcaba hace un último servicio a la Corona, a la arquitectura de la transición. a su concepto del Estado. Es un muerto responsable porque en este país cuando se juega con fuego suele haber incendio. Espero que el nuevo rey, porque lo será a partir del 16 de este mes, esté a la altura, y pilote una regeneración ética y política de este país. Es su gran baza. De momento: wait & see y un manifestación en la Puerta del Sol.
Así sea, de momento.